
Libro «Alienígenas chilenos»: Francisco Ortega revisa el enigma ovni
Desde una perspectiva escéptica, el autor de Dioses chilenos indaga en los mitos, el folklore y los relatos que hacen referencia al misterio ovni en Chile. ¿Hay un Área-51 en el norte? ¿Qué pasó realmente con el Cabo Valdés? ¿Cuánto sabía Augusto Pinochet de los ovnis? Son algunas de las preguntas que plantea Alienígenas chilenos.
Alienígenas chilenos es el título del segundo libro de no ficción del autor Francisco Ortega, quien a través de un relato construido con recursos de la literatura, la autoficción y el periodismo, se sumerge en la búsqueda de la verdad que esconden los avistamientos de ovnis en Chile.
“En un libro con más preguntas que respuestas”, aclara el autor. “Es un cruce entre Oreste Plath y J.J. Benítez. Un libro de no ficción escrito como novela, que transita del thriller al terror y a las conspiraciones, pero con relatos verídicos de gente que vio algo extraño en el cielo”, añade.
Para seguidores y escépticos del misterio ovni
El escritor destaca que este libro es tanto para fervientes seguidores del misterio ovni, como para escépticos:
“Por un lado, los aficionados al tema ovni encontrarán varios giros al mito, e historias que desconocían, además de varios clásicos de la casuística local, pero desde otra perspectiva”, detalla Ortega. “Por su parte, los escépticos podrán leer un libro que duda de todo y que entrega, sin pudor, explicaciones racionales a varios casos, porque la perspectiva del libro, su punto de vista, es escéptico”, afirma Ortega.
Mitos, creencias, folklore y memoria dan forma a este relato emocionante que nos conecta con la tradición oral de Chile, mezclando con naturalidad testimonios, documentos legales y cultura pop con el objetivo responder la pregunta “¿Estamos solos en el universo?”.
“Me parece más aterradora la idea de que en efecto seamos la única especie inteligente en todo el universo, que seamos la más improbable de las anomalías. En este libro exploro, a través de la no ficción y los mitos, la idea de que no estamos solos”, comenta el autor.