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El aullido de las salas vacías CULTURA

El aullido de las salas vacías

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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La Red de Salas de Teatro, como parte de la Red Iberoamericana de Espacios Escénicos, está conversando con sus socios de España, México y Argentina para conocer los pasos y medidas que se están tomando ante el cierre sostenido de las salas de teatro por la pandemia. Los cines independientes hacen lo suyo, pero con amargo sentido de realidad reconocen que el panorama no es nada promisorio. En el teatro, las pérdidas son millonarias, con 2.500 funciones suspendidas y que afectan a más 2.600 trabajadores de compañías. Y en los cines, más de alguno se ha visto a punto de cerrar. Es el grito seco de las salas vacías, que buscan hacerse escuchar.


El pasado fin de semana, una universidad alemana realizó algo insólito: una serie de recitales para medir el contagio del coronavirus en un recital.

El estudio de la Universidad de Halle, que incluyó conciertos en tres salas con 1.500 voluntarios, puso el acento sobre un tema clave en el mundo cultural: la cuestión de cuando y cómo una multitud de cines, salas de teatro, auditorios y otros espacios culturales podrán reanudar sus actividades, y bajo qué condiciones.

Felipe Mella, director del GAM, ya puso la voz de alerta a mediados de mes, cuando advirtió que en su caso era «muy caro abrir una sala con tan pocas butacas”. Si esto es así en una entidad que recibe fondos públicos, ¿qué tan sostenible será el negocio para los independientes?

Nuevo protocolo

El pasado 30 de julio, el Ministerio de las Culturas dio a conocer un protocolo para estos espacios. Para este fueron consultados algunos gremios y también obtuvo la validación del Ministerio de Salud.

Este establece las medidas preventivas a ejecutar en estos espacios para disminuir el riesgo de contagio, una vez que puedan abrir, en las etapas 4 y 5 del plan de desconfinamiento “Paso a paso”.

El protocolo incluye medias de protección obligatorias, como el uso de mascarillas, distanciamiento físico, higiene, limpieza y desinfección e información que deben aportar los recintos cerrados que atiendan público, como es el caso de la señalética.

Situación actual de las salas

La situación actual de las salas de cine y teatro es diversa, dependiendo del respaldo económico y sus situaciones de arriendo.

Por ejemplo, en la Sala K, un cine independiente ubicado en la comuna de Providencia, de los 13 trabajadores continúan trabajando solo 6 gracias a un fondo adjudicado el 2019.

«El resto lamentablemente han tenido que ser desvinculados por el momento. Asimismo, nos hemos estado endeudando los últimos meses para continuar pagando el arriendo del espacio. Escenario muy semejante es el del resto de los espacios, que están trabajando con la mitad de sus equipos», señala Teresa Ugarte, directora de la Red de Salas de Cine.

La situación no es muy distinta en la Red de Salas de Teatro. Los gastos operacionales de las 23 salas de artes escénicas que la componen superan los 530 millones de pesos mensuales y las mismas se encuentran cerradas desde mediados de marzo.

Allí el total de pérdidas por venta de entradas supera los 1.400 millones de pesos (marzo a agosto), con más de 2.500 funciones suspendidas.

«Esto afecta a cerca de 300 trabajadores de nuestras salas y a más de 2.600 trabajadores de compañías que se iban a presentar en nuestras salas», alerta Verónica Tapia, de la Red.

La situación incluso ha puesto en peligro la subsistencia de los espacios. En el caso de los cines, Ugarte señala que la sala que más peligraba era Insomnia Teatro Condell en Valparaíso, pero afortunadamente acaba de adjudicarse el fondo de Emergencia para Espacios Culturales, así como The Oz en Chillán.

En el teatro, en tanto, un catastro interno identificó 12 salas críticas y cinco semicríticas, pero proyectando hasta el final de 2020, no hay peligro de cierre, según Tapia. «Ahora, la continuidad de algunas dependerá de lo que suceda con los fondos 2021».

Ayudas del ministerio

Para todos los afectados es clave la ayuda del Ministerio de las Culturas. De hecho, en el caso de los cines, solo recibieron el fondo de emergencia antes mencionado, el cual lamentablemente solo alcanzaba para 100 espacios en todo Chile.

«Por palabras de la propia encargada del programa, ‘tuvieron que cortar cabezas’, por lo que hubo muchos requisitos para postular», lamenta Ugarte.

De las 13 salas de cine de la Red, por ejemplo, solo pudieron postular tres.

«Hemos estado pidiendo constantemente algún apoyo para cubrir los gastos de higiene y seguridad para la reapertura y así cumplir con el protocolo por ellos mismos entregado, sobre todo porque llevamos cinco meses sin ingresos, pero nada». Menos aún de la posibilidad que el Estado adquiera los asientos que no puedan ser vendidos por el distanciamiento social.

Entre los teatros, en tanto, siete de las ocho salas que postularon al fondo del Programa Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC) de Emergencia se lo adjudicaron. Esto les permite cubrir sus gastos operacionales hasta terminar este año aproximadamente. Pero se trata solamente de fondos adjudicados vía concurso, advierte Tapia.

¿Colaboración en creación del protocolo?

Ambas organizaciones además son críticas respecto al protocolo aprobado por el ministerio.

La entidad «creó unos meses atrás una mesa de trabajo respecto a los protocolos de reapertura, pero lamentablemente de metodología no tuvo mucho, ya que, como todas estas mesas creadas desde el ministerio, eran informativas, en donde el trabajo real se realizaba a puertas cerradas», critica Ugarte.

Añade que en dicha mesa el Ministerio de Salud nunca participó, por más que las entidades lo pidieron y solo apareció para imponer el plan «Paso a Paso», «que lamentablemente nos dejaba al final de todo y un protocolo que solo exigiría cuatro elementos básicos de cuidados».

«El protocolo del Mincap, si bien es más robusto y me parece correcto, no integró dos puntos que el sector consideró muy importante, que es la trazabilidad y que fuese un documento que incluyera qué hacer en caso de tener un caso de contagio en nuestros espacios y espectáculos», advierte.

Tapia comenta que participaron en las mesas de trabajo para la redacción del protocolo, pero considera que faltó una etapa de visto bueno final, «porque se trata de medidas más bien generales y, en el caso de nuestros distintos espacios, se deberán implementar medidas muy específicas y que no son parte de este documento».

«Lo consideramos como un punto de partida desde el cual trabajar y ajustar a las necesidades de cada espacio y velando siempre por la seguridad de nuestros trabajadores y público», indica.

Los peros del protocolo

Uno de los puntos claves del protocolo es la capacidad de aforo. Por ejemplo, el documento señala que los espacios recién podrán abrir en la fase 4, con un máximo de 25% de aforo, y en la fase 5 podrán alcanzar un máximo de 75%. ¿Podrán sobrevivir las salas con este esquema?

«Todo va a depender de la cantidad de butacas que tenga cada espacio», responde Tapia.

Ella cree que lo más importante es que los espacios cuenten con presupuesto para poder sanitizar los espacios, lo que tiene un precio elevado y que con esta crisis pocos espacios pueden solventar. Y espera que en los Fondos 2021 existan propuestas para cubrir este tema.

Ugarte, en cambio, es más crítica al respecto.

«Abrir recién en un paso 4 es terrible, porque puede ser que falte mucho aún para eso», subraya Ugarte. «Mientras, nosotros seguimos endeudándonos y sin ingresos, haciéndose cada vez más difícil poder invertir en más personal y comprar todo lo que se requiere para tener un lugar seguro».

La presidenta de la Red de Salas de Cine lamenta mucho que la cultura «esté tan estigmatizada» y los malls ya estén abiertos, pero espacios culturales no tengan para cuándo. «Entonces, claro, es cada vez menos viable si no tenemos apoyo y ayudas».

Ella advierte que ningún espacio cultural ha podido acceder a créditos, ya que a todos los rechazan por tener las ventas en cero, con lo cual la reactivación es imposible.

«Para algunos espacios el 25% de aforo pueden ser solo 10 personas, por lo que no sale viable económicamente, por lo que está en riesgo tener que esperar incluso al paso 5 para abrir a un 75, lo que encuentro un error. ¿Dónde quedó el 50%, para tener una fase más intermedia que también permita ir probando y aplicando el protocolo?», se pregunta.

Por eso, todo dependerá del nuevo fondo PAOCC 2020, que de hecho abrió su convocatoria este lunes.

«Con esos dineros podremos tener alguna estabilidad para el 2021, pero lamentablemente este año el fondo ya sufrió recortes y serán menos los beneficiarios, lo que vuelve aún peor la competencia en este momento que más que nunca todos lo necesitamos», recalca.

«Espero que continúen todos los trabajadores y trabajadoras de los espacios, pero todo va a cambiar mucho», admite Tapia.

«Por ejemplo, ya nos hemos dado cuenta que nuestros técnicos deben adquirir nuevas herramientas tecnológicas, para trabajar en distintas plataformas online y vía streaming, además deberemos trabajar por turnos o por días para que esté el mínimo de personal que se requiera. Lo importante es que todos nos sigamos cuidando mientras esto no termine».

Experiencia internacional

En vista de este panorama, la Red de Salas de Teatro ya está monitoreando las experiencias internacionales, tanto de elaboración y publicación de protocolos como de funciones semi y presenciales que se han realizado.

«Somos parte de la Red Iberoamericana de Espacios Escénicos, por lo que estamos conversando con nuestros socios de España, México y Argentina para conocer los pasos y medidas que se están tomando», cuenta.

Los cines independientes también han estado bien atentos a lo que ha ido pasando en otros países, sobre todo Europa, que está más adelantada en cuanto al manejo de la pandemia.

Sin embargo, Ugarte admite que «la verdad de las cosas es que no es tan promisorio el panorama».

Entre otros puntos, más allá de las medidas de sanitización, ella comenta que ya es sabido «que las personas no correrán a una sala de cine o un teatro y que será un proceso largo retomar esas confianzas».

«Sí, algunos irán, pero será todo un proceso bien lento y paulatino. Las medidas de higiene y sus protocolos han servido, y sobre todo se han respetado», dice.

«Por lo general los espacios culturales son espacios que se preocupan mucho de sus públicos y también de sus trabajadores, por lo que para nosotros es muy importante abrir solo si tenemos las condiciones necesarias para hacerlo en pandemia. De hecho, cerramos antes que el mismo Gobierno nos lo pidiera».

Durante este periodo, estas salas de han dedicado a mantenerse vinculadas a las audiencias de manera remota, con talleres y exhibiciones online gratuitos, «para que así todos juntos regresemos a las salas, eso es lo primero, mantener las confianzas y comunicaciones que creemos clave en el proceso hacia la reapertura», concluye.

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