CULTURA
Ann Druyan fue parte de un ciclo de charlas sobre astronomía durante esta semana, la Golden Week, organizada por el Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de un proyecto Fondecyt Regular y con el apoyo del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), donde científicos que han liderado los avances más importantes en el área expusieron sobre las investigaciones más recientes en astrofísica y cosmología. «Antes las mujeres no podían ser científicas, fue un gran aliento de los años 70» lo que lo hizo posible, comentó. «Antes los científicos eran todos hombres, hoy es emocionante considerar la contribución de tantas mujeres», destacó.
La coautora de la serie «Cosmos», Ann Druyan, y viuda de Carl Sagan, comparó este viernes la liberación femenina con el paso que significó para la humanidad pasar de la caza y recolección hacia la agricultura.
Druyan fue parte de un ciclo de charlas sobre astronomía durante esta semana, la Golden Week, organizada por el Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de un proyecto Fondecyt Regular y con el apoyo del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), donde científicos que han liderado los avances más importantes en el área expusieron sobre las investigaciones más recientes en astrofísica y cosmología.
«Antes las mujeres no podían ser científicas, fue un gran aliento de los años 70» lo que lo hizo posible, comentó Druyan. «Antes los científicos eran todos hombres, hoy es emocionante considerar la contribución de tantas mujeres».
«Es como cuando dejamos de ser cazadores recolectores y nos asentamos, es hermoso que después de 10 mil años estemos emergiendo a una sociedad más abierta a los regalos de todos, no sólo de unos pocos», remató.
La expositora es activista, escritora y productora estadounidense especializada en producciones sobre cosmología y ciencia popular. Fue la esposa de Carl Sagan, con quien tuvo dos hijos y coescribió varios libros.
Durante su charla titulada “Hacia las estrellas o ninguna parte: la misión de la ciencia”, habló de la exploración espacial y de la renovada serie «Cosmos», escrita por ella y conducida por Neil deGrasse Tyson.
Druyan destacó que aunque no es científica, se describió «una recolectora de historias, pero muy enamorada de la ciencia», y recordó cuando conoció a Sagan y él le transmitió su pasión por la ciencia.
En ese sentido, en momentos en que la humanidad ha enviado naves al espacio y ha sido capaz de descifrar la genética de la vida terrestre, dijo, la ciencia, al intentar buscar responder diversas preguntas, ha logrado mejorar la vida de las personas.
Druyan también abordó el tema del cambio climático, al decir que «nadie podía imaginar hace 70 años el peligro que representa para nuestro planeta».
Recordó cómo la ciencia anticipó este problema «y cumplió su misión al predecir esto». Y señaló la importancia de ver las cosas tal como son.
«Empecé a escribir del cambio climático en 1980 con Carl. Muchas industrias decían que no había unanimidad en que el cambio climático era real y decían que era un ciclo natural. Fue parte de nuestra tendencia a desviar la mirada».
Sin embargo, al consenso actual hoy se suma un cambio de mentalidad.
«En los últimos años he visto una pasión entre los consumidores por lo sostenible, lo reciclable. Algo ha pasado, incluso las petroleras han tomado esto en cuenta. Ha sido lento, pero es un movimiento en la dirección correcta». Aunque insistió en que si no hay cambios, la situación actual «no es nada en comparación a lo que vendrá».
«¿Somos capaces de evitar el pensamiento místico o mágico para ver (la situación como es)? Para mí ese es el papel de la ciencia», expuso.
También recordó cómo el gobierno del presidente Donald Trump abordó este tema.
«Hay una comunidad que va a creer en ideas alocadas, puede ser el 20 ó 25% de nuestros electores. Pueden creer en las ideas más nefastas, que sólo nos dividen y nos impiden enfocarnos en los desafíos de nuestro especie».
Al apuntar a los «conspiracionistas», destacó que en ellos no hay «voluntad de probar, porque quieren creer lo que les gusta, hay un sentido de estar segregado, sin esperanza. El escepticismo sin odiosidad es lo que falta».
«No crean algo porque lo dice alguien carismático», añadió, y recordó cuando sus hijos eran pequeños, hacían preguntas y buscaban las respuestas en la enciclopedia o la biblioteca.
«Los conspiracionistas no contemplan la posibilidad de estar equivocados, pero la ciencia siempre está abierta a estar equivocada», contrastó.
Recalcó que el cambio climático es un desafío que es necesario superar «para seguir hacia el futuro», e insistió en que le «motiva la idea que hay una creencia en el potencial humano».
Druyan además invitó a tomar conciencia que el ser humano sólo es una parte más de la naturaleza en la Tierra.
«Queremos ser los hijos únicos de Dios, pero eso es menos posible cuando reconocemos que la ciencia ha revelado un número de mundos y estrellas», dijo. «Para muchas personas es doloroso, porque hay un tipo de confort infantil en pensar en que somos el centro del universo».
En ese sentido, destacó que la humanidad es el resultado de 4 mil millones de años de vida en el planeta.
«Somos eslabones, y nosotros tenemos la responsabilidad de actuar en nuestro tiempo», resaltó.
«La esperanza en nuestro futuro es que nos estamos volviendo un organismo intercomunicado. Creo que es la responsabilidad de cada científico hablar con el público, para defender los valores científicos, para pasar por esta adolescencia científica que vivimos, y poder ver este planeta y cómo restaura su equilibrio», concluyó. «Hacer ciencia es una prueba de salud mental de la especie».
