Publicidad
Ex Théâtre du Soleil realiza premiere mundial en Festival Identidades CULTURA

Ex Théâtre du Soleil realiza premiere mundial en Festival Identidades

Serge Nicolaï será parte del Festival Internacional de Artes Escénicas Identidades, que arranca este sábado y se extenderá hasta el 10 de octubre, con la obra «Sleeping», donde dirige al veterano japonés Yoshi Oida, en una reflexión sobre la juventud y el envejecimiento. «La obra tiene muchas cosas del inconsciente. Habla cómo envejecemos. Tengo 54 y algo cambió. Pensé que si miro atrás, hay más años detrás mío que adelante. Es un punto de vista de cómo ver la juventud, cómo ser con los jóvenes, cómo aceptar perder la juventud, cómo mantener la juventud en el interior, cómo  aceptar el presente, los ojos del otro sobre ti, los ojos del sexo opuesto. Da miedo envejecer y morir, y hay muchas preguntas. Es sobre cicatrices, temores, esperanzas, amor. También sobre que no debemos arrepentirnos, porque es demasiado tarde», explica el realizador.


Una obra que reflexiona sobre la juventud y el envejecimiento es uno de los platos fuertes del Festival Internacional de Artes Escénicas Identidades, que arranca este sábado y se extenderá hasta el 10 de octubre.

La obra «Sleeping», una co producción de Francia, Italia y Suiza, es dirigida por Serge Nicolaï (Marsella, 1967) y protagonizada por veterano japonés Yoshi Oida, y tendrá su premiere mundial  en el evento.

Inspirada en la novela «La casa de las bellas durmientes» del nipón Yasunari Kawabata, fue gestada en plena pandemia y debió sufrir múltiples avatares para su realización.

Trayectoria

Nicolaï tiene una dilatada trayectoria como actor y escenógrafo, entre otros en el Théâtre du Soleil. Estuvo en el festival Teatro a Mil, entre otros en Antofagasta y San Pedro. Actualmente es co director artístico de la compañía The Wild Donkeys, junto a su mujer, la actriz italiana Olivia Corsini, que también es parte de «Sleeping».

El marsellés conoce bien Chile y tiene una relación de larga amistad con la directora del evento, Alejandra Rojas Pinto. Hace dos años hizo un taller con Buenos Aires con máscaras, uno de sus elementos favoritos para trabajar en el teatro, y Rojas fue una de las asistentes. Tuvieron tal afinidad que ella luego asistió a otro taller en Córcega, con una estadía de dos meses. «Somos bien amigos y le pedí hacer algo juntos en Chile en el festival, pero llegó la pandemia».

Debido a estas circunstancias, la participación del galo es mediante un video, ya que no podía garantizar su participación física. Aunque esta modalidad no le convence, era la única posibilidad «en un momento excepcional, de lo contrario sólo hubiera sido Europa». De hecho, el estreno presencial será después del festival Identidades.

Origen de la obra

La transformación de la novela en montaje fue todo un desafío. El francés estuvo durante largo tiempo en busca de un trabajo que incluyera máscaras, específicamente de la isla indonesia de Bali, hasta que se dio cuenta de que prefería máscaras japonesas.

«Me convencí que si quería trabajar con máscaras japonesas, debía ser una obra nipona. Busqué en novelas contemporáneas de nuestro siglo, no en teatro, porque el teatro moderno japonés es muy difícil de traducir, y el tradicional demasiado antiguo. Aunque no conocía a Kawabata, vi el título del libro, y la mayoría de las máscaras en el teatro japonés son mujeres, y eso me encantó, porque trabajo con la posición de la mujer en el mundo».

De hecho, el montaje anterior al galo fue «A Bergman Affair», también centrada en las mujeres.

El marsellés leyó el libro de Kawabata y enganchó con «una novela muy extraña, de varios niveles», entre otros porque daba la posibilidad de trabajar con las máscaras que en el teatro japonés suelen usar los personajes «muertos», no los vivos. Entonces ya tenía la historia para usar las máscaras. Comenzó entonces un taller para trabajar en la adaptación al teatro, donde conoció a dos artistas que le ayudarían en la producción de la obra, la compañía suiza Digestif.

El galo comenzó a buscar actrices niponas del teatro Butoh, aunque no se quería cerrar a intérpretes de otro país. Así llegó Yumi Fujimori, pero también Carina Pousaz y Jennifer Skolovski, porque el director no quería limitar los personajes a una etnia en particular.

Protagonista principal

Aún así, el protagonista principal es un hombre «viejo». «¿Quien podía ser el actor? Y el primer nombre fue Yoshi Oida, a quien conocía de Théâtre du Soleil y había visto en el escenario».

El galo le propuso el personaje y la aceptación fue inmediata, ya que Oida conocía al novelista Kawabata y esta novela en particular. «Me dijo: yo soy Egushi» (el personaje de la novela). Y le recordó que en los 70 el cineasta inglés Peter Brook había intentado hacer un film con el mismo libro, pero no resultó.

Cuando el francés le habló a Oida que una productora suiza iba a participar, el veterano le respondió que le gustaba la idea, porque algún día iba a querer morir en el país helvético, donde hay muerte asistida. Y esa revelación fue clave para Nicolaï, «y decidí usar esa historia para contar la historia de la novela».

En ese sentido, explica, el montaje es sobre Egushi, pero también sobre Oida, «es una transposición», también sobre una experiencia de «muerte inminente», como se conoce el fenómeno de aquellos que mueren, ven pasar su vida delante de sus ojos y luego resucitan. Por eso la obra, que dura una hora, condensa lo que en realidad sucede en segundos, «en un flash», cuando el protagonista, internado moribundo en un hospital, vuelve a encontrarse con todas las mujeres de su vida. «Es una mezcla de pasado y presente, un momento onírico, como un sueño»

Agrega que dirigir a Oida no fue difícil, porque hay confianza entre ambos artistas y el galo, «y él busca, propone». «Él vio mi montaje anterior y sabe qué tipo de artista soy. Fue más difícil porque es un hombre de 88 años y eso me preocupaba. Pero él me decía que no me preocupara, que él podía actuar. Hablamos muchos de la historia, los diversos puntos, fue muy interesante, porque de hecho no tiene que hacer mucho. Es como trabajar con un Ferrari, es un gran actor».

Muestra por video

Y aunque la exhibición es en video, «espero que el visionado sea bueno. Es difícil, porque el video es siempre un punto de vista, es una versión editada con tres cámaras.

Posteriormente, la obra será exhibida en Suiza «después de Chile. Me encantaría hablar con el público chileno tras la exhibición, porque quisiera saber cómo siente lo que estamos intentando hacer».

«La obra tiene muchas cosas del inconsciente. Habla cómo envejecemos. Tengo 54 y algo cambió. Pensé que si miro atrás, hay más años detrás mío que adelante. Es un punto de vista de cómo ver la juventud, cómo ser con los jóvenes, cómo aceptar perder la juventud, cómo mantener la juventud en el interior, cómo  aceptar el presente, los ojos del otro sobre ti, los ojos del sexo opuesto. Da miedo envejecer y morir, y hay muchas preguntas. Es sobre cicatrices, temores, esperanzas, amor. También sobre que no debemos arrepentirnos, porque es demasiado tarde».

Publicidad

Tendencias