Greenpeace habilita plataforma ciudadana para detener proyecto Dominga

Greenpeace levantó una plataforma para que los ciudadanos manifiesten su oposición al proyecto Dominga, una minera que pretende instalarse con una iniciativa de US$2.500 millones de dólares en una zona de biodiversidad en la Región de Coquimbo.

El objetivo es que la ciudadanía «ejerza su legítimo derecho a solicitar formalmente al Servicio de Evaluación Ambiental la invalidación del permiso otorgado por la comisión ambiental de Coquimbo», señaló la entidad ecologista.

“Con esta iniciativa cada ciudadano podrá iniciar en www.noadominga.cl un procedimiento formal para expresar los argumentos que justifican invalidar el permiso otorgado a la empresa en Coquimbo producto de las ilegalidades e irregularidades cometidas hasta ahora y estará en su derecho a solicitar un pronunciamiento, una respuesta, por parte del servicio de evaluación ambiental», explicó el director de Greenpeace, Matías Asun.

«De ser una respuesta negativa, podrían evaluarse nuevas acciones legales. De no recibir respuesta adecuada a cada una de las solicitudes enviadas, también podrían iniciarse acciones legales. Si se acepta la solicitud, puede revocarse el permiso ambiental a la empresa. Nosotros nos vamos a tomar en serio las reglas del juego, esperamos que ahora que seremos miles ellos también lo hagan y se haga justicia deteniendo esta barbaridad”, enfatizó.

“En el sector costero de La Higuera se encuentran las Reservas Marinas Islas Choros-Damas e Isla Chañaral y la importante Reserva Nacional Pingüino de Humboldt donde se concentran especies protegidas y en categorías de conservación, como chungungos, lobos de mar de un pelo, lobos de mar de dos pelos, patos liles y guanayes”, explica Asún.

«Es prioritario establecer un área protegida en toda la zona ya que a pesar de su reconocida importancia como un sitio prioritario para la conservación de Chile, hoy en día se encuentra amenazado por la potencial instalación de este proyecto. Dar luz verde a Dominga es una irresponsabilidad como país”, sentenció.

Diez razones

Greenpeace además enumera diez razones para rechazar la minera.

Alteración del hábitat: Dominga tiene un área de influencia directa total en tierra de 11.155 hectáreas, que corresponde a un área superior a la suma de las superficies de las comunas de Santiago, Providencia, Ñuñoa, Quinta Normal, Estación Central y Recoleta en la región Metropolitana, equivalentes a 15.177 canchas de fútbol. La instalación de faenas y la explotación del yacimiento alteran de manera directa el hábitat de numerosas especies nativas. Si este sector es intervenido, es muy probable que este ecosistema único desaparezca para siempre incluyendo las especies endémicas.

Intervención del entorno: Para el funcionamiento del proyecto, se necesitará de una planta de desalinización que puede alterar las características del entorno marino a consecuencia de la descarga de la salmuera al mar además de succionar fitoplancton y zooplancton. Existe evidencia también que las plantas desalinizadoras pueden succionar otras especies marinas.

Mortalidad de especies marinas: El tráfico de embarcaciones puede generar impactos irreparables en los mamíferos marinos de la zona. En el pasado ya se han encontrado especies con heridas ocasionadas por las hélices de embarcaciones. Se ha registrado también que en zonas con intenso tráfico de embarcaciones existe una alta mortalidad de especies marinas. por lo que la instalación de un mega puerto generará un potencial peligro. El tráfico terrestre también representa un problema. Es común encontrar especies atropelladas de zorros, iguanas, culebras y guanacos situación que puede aumentar por el tráfico vehicular ocasionado por el proyecto minero.

Mortalidad de aves: La presencia de la minera y del puerto generará también contaminación lumínica. Esta afecta principalmente a las aves que sufren de caídas al ser atraídas por la luz además de ser desviadas en sus rutas. Al mismo tiempo, el ruido de las naves y la operación del puerto afecta la comunicación y orientación de los cetáceos que se mueven en la zona.

Contaminación y derrames: La actividad minera genera metales pesados altamente tóxicos como el mercurio, arsénico, plomo y cadmio. Estos ingresan a la cadena alimenticia a través de la contaminación de acuíferos, suelo y aire que posteriormente son consumidos por otros seres vivos. Así mismo, uno de los mayores riesgos es la posibilidad de un derrame que afectaría inmediatamente las áreas protegidas en la zona.

Impacto en el turismo: El turismo y otras actividades culturales son parte de las principales actividades económicas de los habitantes. Algunas de estas actividades incluyen el avistamiento de aves y mamíferos marinos, actividades de ecoturismo, buceo, expediciones, pesca deportiva, etc. Todas estás actividades podrían desaparecer si la fauna local es afectada por el proyecto minero.

Impacto en la salud de la población: Los metales pesados que llegan al ambiente a causa de la minería pueden causar efectos dañinos e irreversibles a la salud de las personas, como cáncer, daño neurológico y daño genético. La minería a rajo abierto puede afectar la salud de las personas que viven en los alrededores comprometiendo principalmente el sistema respiratorio y circulatorio incrementando la mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Disminución en la calidad de vida de los habitantes: El acceso al agua de las comunidades se puede ver afectado por el intenso bombeo del agua subterránea cuyos niveles ya se están disminuyendo.

Afectación a la economía local: En la costa se realizan actividades sustentables como pesca artesanal la cual es una de las principales actividades económicas de las familias que viven en la zona. Los sonidos submarinos ocasionados por la minería, pueden desorientar a las especies de peces que son fundamentales para la pesca artesanal. Además la salmuera y otros desechos de la minera cambiarán el entorno marino afectando a la pesca directamente.

Término del turismo y otras actividades sostenibles en la zona: El turismo y otras actividades culturales son parte de las principales actividades económicas de los habitantes. Algunas de estas actividades incluyen el avistamiento de aves y mamíferos marinos, actividades de ecoturismo, buceo, expediciones, pesca deportiva, etc. Todas estás actividades podrían desaparecer si la fauna local es afectada por el proyecto minero.