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Se estrena segunda temporada de la miniserie “Margarita, una niña afrochilena” CULTURA

Se estrena segunda temporada de la miniserie “Margarita, una niña afrochilena”

Continúa su formato utilizando la técnica de teatro lambe lambe, con muñecos del tipo “amigurumis”. En esta temporada la obra se sitúa en Angola. La obra surge luego del profundo trabajo investigativo que han realizado para conocer la historia de los afrochilenos. “Al hacer estos capítulos queremos que niños y niñas puedan ver y resignificar, valorar la historia, sobre todo con todos estos casos que se han visto últimamente en Chile, donde el racismo está ahí, a flor de piel. Todas las personas tenemos derecho a migrar, es un derecho humano, y también es un derecho el cuidarnos entre nosotros y ese cuidarnos es lo que queremos transmitir en estos capítulos. Tenemos ese gran desafío de plantar esa semillita en niños y niñas, para que crezca y seamos un mundo mejor, una sociedad más empática, que nos cuidemos que nos respetemos, porque todos nos enriquecemos de todas las culturas y eso es lo que nosotros esperamos que se sienta con esta segunda temporada de la miniserie”, señala Elizabeth Gallegos, directora de la Fundación Rescatando Sueños, responsable de la obra.


Nuevos personajes y territorios son parte de la segunda temporada de “Margarita, una niña afrochilena”, miniserie creada por Fundación Rescatando Sueños, que hace unos días fue grabada en la comuna de Nacimiento -región del Biobío- por un equipo multidisciplinario.

Elizabeth Gallegos, directora de la entidad, indicó que esta obra surge luego del profundo trabajo investigativo que han realizado para conocer la historia de los afrochilenos.

Tras la elaboración de la primera temporada de la miniserie, el libro “La Diáspora Negra” y el juego de mesa “La Diáspora Africana. Reconstruyendo la memoria afrochilena”, vieron que era necesario contar de aquellos territorios distintos a Arica donde hay presencia de afrodescendientes, lo que se dará a conocer con el libro “Margarita y las geografías de su pelo”.

Por otra parte les resultaba fundamental contar de las costumbres, tradiciones y lugares que permitieran situar a los protagonistas de tal forma que se sepa qué ocurría con ellos antes del proceso de esclavitud.

Con Felipe Rojas como guionista, esta miniserie cuyo estreno se espera para diciembre, continúa su formato utilizando la técnica de teatro lambe lambe, con muñecos del tipo “amigurumis”.

Gallegos, educadora de párvulos de profesión y productora de la miniserie, indicó que en esta temporada la obra se sitúa en Angola.

“La idea de nosotros como Fundación es resignificar, valorarnos, volver a educarnos en estos contextos. También visibilizamos la cultura, sus creencias, la espiritualidad, la historia, la música que tiene muchos significados dentro de la miniserie y eso está todo reflejado en los cinco capítulos de esta segunda temporada”, describió.

Equipo de trabajo

Para esta creación se trabajo con similar equipo al de la primera temporada, incorporando algunos profesionales nuevos. La investigación estuvo a cargo de la directora de la Fundación y el antropólogo Claudio Contreras.

La realización audiovisual corresponde a Carlos Silva, quien indicó que “es increíble dimensionar la distancia que uno tiene en este momento con África. En el proceso de investigación, de conocer Angola, de vincularse con gente de allá, nos dimos cuenta de los prejuicios que uno tiene del imaginario africano, que se van despejando y uno va aprendiendo que las cosas son culturalmente más complejas, los procesos históricos y políticos son super recientes y que existe una tradición que se mantiene acá, que existe, que es mucho más profunda de lo que está visibilizada. Yo creo que una de las funciones muy importante que tiene esta serie es visibilizar esa tradición”.

Constanza Serrano, directora de arte, señaló que para su trabajo en la creación de la miniserie se fue nutriendo de la investigación y también buscando algunos referentes y ciertos elementos característicos de la cultura, del país, para poder recrear colores y texturas con los materiales que estaba trabajando, muchos de ellos reciclados, como parte de los valores de la Fundación.

El equipo de trabajo de la obra.

“Lo que más me ha llamado la atención son los colores, bien vivos. Si bien las texturas son no tan contemporáneas o tan rígidas, hay más variedad en el tema de suelo, de texturas de los edificios, de casas. Me ha gustado mucho ver sin haber visitado nunca el país de Angola. Siento que me teletransporto al hecho de estar mirando las maquetas, el escenario”, destacó.

Vestuario de personajes y utilería estuvo a cargo, al igual que la vez pasada, de Alexis Niebles, profesional colombiana que precisamente en sus raíces encontró la inspiración para elaborar el material requerido.

“Tengo una información previa de donde yo vengo, que es muy afro, es muy caribe, pero además tengo toda la información que se ha hecho en conjunto con la investigación de todos los acontecimientos afrochilenos”, indicó, quien además como migrante y madre, destaca el contenido que aborda esta creación.

“Creo que la actividad ha sido muy puntual, muy lúdica, muy recreativa, muy didáctica para que los niños encuentren esa manera divertida de aprender una historia trágica, una historia dura, cruel. Me gusta mucho esa parte, es fabuloso. Encuentro que es una herramienta muy útil para que mis hijos se diviertan aprendiendo”, relató.

El destacado músico penquista Pedro Moncada nuevamente es el responsable del diseño sonoro de la miniserie, quien destacó que a diferencia de la primera temporada, donde la principal referencia musical fue el Tumbe, ahora se tiene Kizomba y Semba, ritmos tradicionales de Angola “y hace que sea bonito el desafío también. A mí me gusta harto la música africana, la estudio harto, entonces me encontré con buenas posibilidades musicales. Está la cercanía con Portugal, entonces hay también un tema de familiaridad con algunos instrumentos que va a permitir que sea más rico que la primera temporada”, destacó.

En esta temporada, la voz de Margarita estará a cargo de Claudia Urbina, actriz y licenciada en sociología, directora de la obra “La Laguna de las Negras”, quien destaca la importancia de esta producción.

“Reconozco que es súper importante para los hitos de investigación, para los trabajos en distintos lenguajes artísticos para infancia o para niñez. Me siento muy bien de ser parte de este proceso de creación”, comentó, al tiempo que destacó también la importancia de hablar de las personas afrochilenas más allá de la región de Arica y Parinacota.

“Creo que otro de los hitos es que aquí se esté instalando de manera fuerte y clara lo que significa ser afrochilena en el imaginario de la niñez o de la adultez o del público general. Nos permite proyectar otras realidades de afrochilenos, de afrochilenas, no solo del norte, sino que del centro, del sur o del mismo Wallmapu, que tenga más posibilidades de ser narrada, ya no es impensado como hace unos años atrás”, comentó.

Migración

“A mí no me queda muy difícil imaginarme Angola, imaginarme África, porque yo soy África. De donde yo vengo, de Barranquilla, al norte de Colombia, es muy África, conozco gente de África que ha ido a esa zona de Colombia y dicen que es igual a África, la gente es igual, tienen el mismo ritmo, se comen más o menos las mismas comidas y al mismo tiempo hay una mezcla de mucha migración (…) Entonces creo que eso me facilita mucho poder entender los libretos que tiene Margarita, las situaciones, su relación con el entorno, con las plantas, con los ancestros. Recuerdo que todo lo curaban con plantas, todo eso está muy presente en mi cultura, entonces lo que yo hago es evocarlo, traerlo acá, a toda la experiencia con los personajes”, afirmó Wilberto Salcedo, actor colombiano que realiza distintas voces en la miniserie.

En su opinión, participar de esta creación educativa dirigida a la niñez es su manera “de visibilizar esa historia que la historia convencional no cuenta, porque no conviene”.

Elizabeth Gallegos, en su calidad de educadora y directora de la Fundación, ha profundizado este trabajo perfectamente alineado con el currículum escolar, el cual puede insertarse como contenido en todos los establecimientos educacionales, posibilitando el cumplimiento del artículo 4 de la Ley que Otorga Reconocimiento Legal al Pueblo Tribal Afrodescendiente Chileno, el que indica que el sistema nacional de educación “procurará contemplar una unidad programática que posibilite a los educandos el adecuado conocimiento de la historia, lenguaje y cultura de los afrodescendientes, y promover sus expresiones artísticas y culturales desde el nivel preescolar, básico, medio y universitario”.

Y no solo eso, ya que en su opinión, este trabajo permite poner en relieve complejas situaciones sociales que ha vivido últimamente el país.

“Al hacer estos capítulos queremos que niños y niñas puedan ver y resignificar, valorar la historia, sobre todo con todos estos casos que se han visto últimamente en Chile, donde el racismo está ahí, a flor de piel. Todas las personas tenemos derecho a migrar, es un derecho humano, y también es un derecho el cuidarnos entre nosotros y ese cuidarnos es lo que queremos transmitir en estos capítulos. Tenemos ese gran desafío de plantar esa semillita en niños y niñas, para que crezca y seamos un mundo mejor, una sociedad más empática, que nos cuidemos que nos respetemos, porque todos nos enriquecemos de todas las culturas y eso es lo que nosotros esperamos que se sienta con esta segunda temporada de la miniserie”, concluyó.

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