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Coreógrafa Javiera Peón-Veiga vuelve con obra «HAMMAM» a Centro NAVE: ”Las fronteras entre cuerpos son borrosas, indeterminables y porosas” CULTURA

Coreógrafa Javiera Peón-Veiga vuelve con obra «HAMMAM» a Centro NAVE: ”Las fronteras entre cuerpos son borrosas, indeterminables y porosas”

Se exhibirá hasta el 16 de enero en su sede del barrio Yungay. «Si bien la obra tiene una escritura delimitada por el guión de la luz, el sonido, el vapor y el cuerpo, la pieza invita al público a la co-creación de un espacio común, lo cual sin duda genera un margen de apertura a que siempre sea diferente según el comportamiento de éste. Durante la performance, el agua se va manifestando en sus estados gaseoso y líquido, pulsando y derramándose en el transcurso del tiempo, convocando al espectador a moverse y organizarse en el espacio de acuerdo a lo que va aconteciendo», comenta la artista.


Luego de agotar las entradas con el estreno de HAMMAM el pasado noviembre, la coreógrafa, directora escénica e investigadora Javiera Peón-Veiga, vuelve con una segunda temporada de este rito de purga colectiva al centro para la danza en barrio Yungay.

Una puesta en escena que explora las infinitas posibilidades del vapor, la temperatura y el sonido a través de un montaje inspirado en las prácticas tradicionales de baños de sudor o calor, presentes en distintas geografías y culturas a lo largo de la historia.

HAMMAM se suma a la línea de investigación de la artista, quien se ha centrado en interrogar los límites entre el interior y exterior de los cuerpos, los íntimo y lo público. En sus proyectos explora la respiración, la sexualidad, el sonido y el vapor de agua como fenómenos y materialidades para el estudio de lo que habita “entre” y la expansión del pensamiento sobre cuerpo y entorno.

La coreógrafa Javiera Peón-Veiga. Crédito: Isabel Ortiz.

Trabajo en equipo

– ¿Cómo se conformó este equipo de trabajo multidisciplinario y qué trae cada uno a la obra?

– Es un equipo formado por personas con quienes vengo colaborando hace varios años. Somos un equipo nuclear de cinco colaboradores, que venimos principalmente de la danza y las artes del cuerpo (Natalia Ramírez Püschel, Rodrigo Sobarzo, Javiera Peón-Veiga), y también de la medicina (Claudio Muñoz), diseño de iluminación y arquitectura (Antonia Peón-Veiga). Durante todo el proceso creativo participamos conjuntamente en la investigación y co-creación, invitando también a otras colaboraciones a alimentar el proceso e intercambiar desde sus ámbitos, como la música, arte sonoro, neuroartes, terapias corporales, geografía y arquitectura.

En concreto, hacia el final del proceso hicimos dos residencias técnicas en NAVE que nos permitieron explorar con el vapor de agua y observar su comportamiento en la sala. Con las posibilidades de relación que se iban abriendo, fuimos creando y entrelazando la performatividad del vapor con la del sonido, la luz y el cuerpo.

– ¿De qué manera HAMMAM es un proyecto “en baja definición”?, ¿qué quiere decir eso?

– Considero que el concepto de “baja definición” o low definition tiene que ver con intentar hackear el paradigma de la alta definición o high definition que tanto domina y determina nuestra cultura occidental. La idea de trabajar la baja definición apela a que las fronteras entre cuerpos son borrosas, indeterminables y porosas. Así como el sudor que transpiramos se evapora y luego es parte de una nube, el agua de un glaciar está conectada con el agua que tomamos de una botella, las células muertas de nuestra piel son parte del polvo de nuestras casas, los límites cuando la sangre se transforma en linfa y viceversa son difusos, y nuestros cuerpos están colonizados por billones de microorganismos. Somos más microorganismos “extranjeros” que células “propias”.

Por otro lado, el proyecto también se basa en la exploración del vapor como un estado del agua, el cual justamente nos interesó inicialmente por su imposibilidad de ser aprehendido, porque es inasible, impredecible, escurridizo y difuso.

Luz y oscuridad

– La iluminación de HAMMAM ganó un premio LIT design. ¿De qué manera se plantearon la luz y, en contraste, la oscuridad, en la obra?

– Nos interesó abordar la luz como prisma desde el cual el vapor se manifestaría de una u otra manera según cómo se dejara ver y aparecer. Así, al experimentar una vez en la sala con todos los elementos –vapor, sonido, cuerpo, luz– Antonia, la diseñadora de iluminación, fue proponiendo diversos estados y ambientes lumínicos que misteriosamente son los mismos que conservamos para la obra final. Creo que durante el proceso creativo alcanzamos un nivel muy sutil de sincronía, una capacidad de escucha e intuición colectiva, de manera que no fueron tantas las pruebas y fue bastante directo el camino que se fue abriendo desde la iluminación.
Pienso que el tratamiento de la luz en la obra contribuye a la creación de un microclima, un ambiente que por medio del vapor de agua –el cual pasa a ser un cuerpo, un organismo vivo–, la luz es filtrada, habilitando la aparición de diversos espacios y tránsitos del agua.

– El público puede deambular libremente por el espacio donde ocurre HAMMAM, estar sentado, parado, cerca o lejos. ¿Se modifica la obra según cómo actúa el público?

– Si bien la obra tiene una escritura delimitada por el guión de la luz, el sonido, el vapor y el cuerpo, la pieza invita al público a la co-creación de un espacio común, lo cual sin duda genera un margen de apertura a que siempre sea diferente según el comportamiento de éste. Durante la performance, el agua se va manifestando en sus estados gaseoso y líquido, pulsando y derramándose en el transcurso del tiempo, convocando al espectador a moverse y organizarse en el espacio de acuerdo a lo que va aconteciendo.

Es una pieza en la que el público puede circular y situarse desde donde necesita estar, lo cual habilita un espacio de co-construcción y autoorganización entre cuerpos escénicos y espectadores, desdibujándose en cierta medida fronteras y jerarquías. Tanto el performer, así como el vapor, la luz y el sonido, son elementos performativos que construyen un ambiente de purga, sudor y baño, en el que se van entremezclando y fundiendo con los cuerpos del público y abriendo un espacio de mutua afectación.

+ info HAMMAM
www.estoesunhammam.com
IG @estoesunhammam

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