CULTURA
En 1992, la ley 19.169 excluyó por primera vez a la agrupación de escritores del jurado, «situación que a la fecha no ha sido enmendada, y que viola el principio en virtud del cual quienes dirimen y conceden el Premio deben ser los pares», criticó la entidad.
La Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile (SECH) exigió la restitución de su rol en el jurado y el restablecimiento de la anualidad del Premio Nacional de Literatura, según un comunicado de su Directorio Nacional.
El galardón, que hace 80 años tuvo a Augusto D’Halmar como su primer receptor, surgió a propuesta de la SECH. Ese planteamiento contó entonces con el respaldo del presidente Pedro Aguirre Cerda, quien dio curso a la iniciativa legal, recayendo en su sucesor, el mandatario Juan Antonio Ríos, la promulgación de la Ley N°7.368 (de 1942), que creó dicha distinción.
Desde un comienzo, tal como señala ese cuerpo normativo, la entrega del Premio Nacional de Literatura fue anual y en el jurado que dirimía la presencia de la SECH era fundamental.
Luego de 30 años, la Ley N°17.595 (de 1972) dio término a la anualidad de la premiación, que comenzó a efectuarse de manera bianual, «falleciendo un sinnúmero de grandes autores y autoras sin haber obtenido ese reconocimiento a su obra», señala la SECH.
«Dicha situación se mantuvo durante la dictadura cívico-militar y la transición, agravándose en 1992, cuando la Ley 19.169 excluyó por primera vez a la SECH del Jurado, situación que a la fecha no ha sido enmendada, y que viola el principio en virtud del cual quienes dirimen y conceden el Premio deben ser los pares, es decir, los escritores y las escritoras», criticó.
«Lo recién señalado queda particularmente en evidencia en la composición del Jurado que fallará este año: el galardón debe recaer esta vez en una narradora o en un narrador, pero, preguntamos, ¿hay algún narrador entre los siete miembros que componen el jurado que dirimirá? No, ninguno, en absoluto».
Para la SECH, se trata «de una grave falta de respeto a la memoria de creadoras y creadores de la palabra y a la SECH como organización cultural que dio vida al Premio Nacional de Literatura y deliberó para reconocer la obra de sus pares. Tamaña deuda histórica con nuestro gremio no ha sido reparada por gobierno alguno hasta ahora».
