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Epidemiólogo: “Hay que dejar de ver la salud humana diferenciada de la salud global del ecosistema» CULTURA|CIENCIA

Epidemiólogo: “Hay que dejar de ver la salud humana diferenciada de la salud global del ecosistema»

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A juicio del académico Mauricio Canals, de la Universidad de Chile, para que exista un estado de bienestar humano debe haber un medio ambiente saludable. Para él, la ocurrencia de la pandemia es uno de los ejemplos más relevantes en cuanto al concepto de una salud y recuerda que el virus del Sars Cov 2 surge por la interacción entre el hombre y el murciélago de tipo frugívoro. “Había estudios previos que proponían que entre los murciélagos estaban circulando al menos entre 60 y más virus de potencial patógeno. De tal manera, que no fue una novedad que apareciera un virus tal como el Sars Cov 2, así como había aparecido el Sars Cov 1 y había aparecido Mers 1. Era muy probable la emergencia entre esta interacción entre el hombre y la naturaleza de un virus de potencial pandémico”.


“Una salud” es el concepto que propone aplicar el médico epidemiólogo de la Universidad de Chile e investigador asociado al Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), Mauricio Canals Lambarri, quien recalca que “hay que dejar de ver la salud humana diferenciada de la salud global del ecosistema”.

El doctor Canals, quien es jefe del Programa de Salud Ambiental de la Universidad de Chile y profesor titular de la Escuela de Salud Pública, explica que la salud del ser humano no es solamente dependiente de lo que ocurre a nivel de la especie misma, sino que tiene que ver con la interacción del resto de los seres vivos y con el medio ambiente.

“Cuando hablamos de salud humana tenemos que entender que para que haya un estado de bienestar del ser humano tiene que haber un medio ambiente saludable, un entorno saludable en conjunto con el resto de las especies animales que nos rodean”, dice el doctor Canals, quien agrega que por ello entra en interacción muy bien con el CHIC, proyecto basal que cuenta con el financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación de Desarrollo de Chile, ANID, porque integra el concepto de co-habitantes y que “en ese sentido nuestra salud tiene que ver con la salud de nuestros co-habitantes y con el entorno que nos rodea”.

Para el doctor Canals la ocurrencia de la pandemia es uno de los ejemplos más relevantes en cuanto al concepto de una salud y recuerda que el virus del Sars Cov 2 surge por la interacción entre el hombre y el murciélago de tipo frugívoro.

“Había estudios previos que proponían que entre los murciélagos estaban circulando al menos entre 60 y más virus de potencial patógeno. De tal manera, que no fue una novedad que apareciera un virus tal como el Sars Cov 2, así como había aparecido el Sars Cov 1 y había aparecido Mers 1. Era muy probable la emergencia entre esta interacción entre el hombre y la naturaleza de un virus de potencial pandémico”.

Insiste que al mirar la salud humana se debe observar cuál es la interacción del hombre con la naturaleza y cuáles son los virus potencialmente patógeno que tiene nuestro entorno.

En este aspecto el CHIC está iniciando un estudio de las especies, especialmente de las aves fijándose en aquellas que son portadores de malaria aviar como una forma de mirar lo que se llaman enfermedades de especies salvajes y empezar a monitorizar a todas aquellas especies que tienen potenciales riesgos patógenos tanto para el ser humano como para otras especies. Es allí, donde el doctor Canals apunta que juega un rol importante la malaria aviar y su transmisión.

La importancia de los registros

Para los investigadores del Centro Internacional Cabo de Hornos, CHIC, el monitoreo y registro de datos en las diferentes áreas en las cuales trabajan, resultan relevante, pero también es clave interactuar con la comunidad de Puerto Williams.

En ese aspecto el doctor Mauricio Canals resalta la reciente visita a la comuna Cabo de Hornos y haber tenido contacto con el hospital comunitario “Cristina Calderón” donde participó como investigador del CHIC junto a una delegación del Servicio de Salud de Magallanes, Universidad de Magallanes y del Centro Nacional de Sistemas de Información en Salud, CENS.

“Nos permite aterrizar a problemas aplicados, a problemas particulares que tiene la población en Williams, de tal manera que podemos monitorizar la salud ambiental, podemos mirar los riesgos potenciales a los que se enfrenta esta población ya sea desde la zoonosis o de otros aspectos ambientales como pensar qué está pasando con la salud mental”.

Luego reflexiona que el estado de la salud mental también se relaciona con el ambiente isleño, que se ve influenciado a los ritmos circadianos asociados a los tiempos de luz/día, por estar en una latitud tan extrema.

“De tal manera que mirando el ambiente, el estado de salud de la población podemos a lo mejor aportar con las medidas de riesgo de salud para la población desde nuestra perspectiva”, explica el doctor Mauricio Canals.

Aunque este no es un problema que solamente puede aplicarse a Puerto Williams, a Magallanes y que por eso el concepto Una Salud es mucho más amplio y aplicable a lo largo de todo Chile, a cualquier país del mundo. Por ello el modelo puede replicarse y enlazar estudios permanentes de la situación medio ambiental, salud animal y su importancia en el riesgo humano.

Factores de riesgo

Ante el riesgo de enfermedades por zoonosis, hay tres factores importantes: que ese potencial patógeno esté circulando de manera importante en el llamado reservorio, es decir la población animal, siendo importante la prevalencia. Un segundo factor es la capacidad de interacción del hombre con ese reservorio, siendo peligroso en la medida que aumente la tasa de contacto entre el hombre y la población animal y el último factor es la capacidad potencial que tiene el patógeno de extenderse a la población y eso depende del estado inmunitario que tiene la población humana.

Mauricio Canals agrega que la globalización también ha contribuido a acelerar las propagaciones de contagios como ocurrió con el Sars Cov 2 o coronavirus por las mayores oportunidades de la gente a viajar, un aspecto que también se ha visto en la propagación de la enfermedad de Chagas que él ha venido investigando en la zona norte de Chile y donde se ha visto su propagación sin la necesidad que existan vinchucas que son las que transmiten el vector patógeno.

“El registro de datos y estadística dejó de ser algo local para ser un aspecto global. Ya no se habla que el chagas es un problema del norte sino que es un problema nacional porque tenemos chagas congénito en zonas que son sureñas. Lo mismo que antiguamente este Sars Cov 2 no hubiera llegado a Chile con la rapidez del intercambio que existe ahora con la dinámica que se produce en los viajes entre Chile y el resto del mundo lo que hizo que en tres meses estuviera el Sars Cov 2 en Chile. Eso es impresionante. El H1N1 demoró nueve meses en llegar, pero el Sars Cov 2 lo hizo en tres meses y las nuevas cepas han ingresado rápidamente y a pesar de la disminución de los viajes por la pandemia”, advierte el académico de la Universidad de Chile e investigador del CHIC.

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