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Lanzamiento del libro «Años de arcilla” CULTURA

Lanzamiento del libro «Años de arcilla”


Lanzamiento del libro «Años de arcilla”

  • Biblioteca Municipal de Providencia, Avenida Providencia 1590, Providencia.
  • Jueves 4 de agosto – 19:00 horas.

¿Cuál era la música que sonaba en las tardes? ¿Cuáles eran los álbumes que coleccionaban los niños? ¿Los libros que leían? ¿Dónde quedaron esas lejanas costumbres que parecieran ya desparecer con el paso del tiempo? En el libro «Años de arcilla. Memorias de un niño santiaguino en los 70» (Libros del Amanecer) su autor, Rodrigo Asenjo Fuentes (Santiago, 1964), narra cómo vivía en los años 70 un niño de clase media en Santiago, en un contexto con poca o nula literatura sobre este tema; de ahí, sin duda, su novedad. La presentación estará a cargo del escritor Mauricio Embry y del músico y gestor cultural Gabriel Matthey.

Según cuenta su autor, Años de arcilla responde a una fuerte y poética pulsión. La inmensa pulsión debida al placer que sería leer un libro de memorias de un niño chileno de principios o mediados del siglo pasado. He ahí su origen.

“Hace años tenía yo en las manos unos escritos autobiográficos de Nietzsche. Y con no poca sorpresa leía que cuando niño él jugó a los soldaditos -que no eran de plástico, como los nuestros, sino que de plomo-. El futuro pensador (¡vaya que pensador!) simulaba batallas como la napoleónica Jena mientras regaba un árbol. ¡Lo mismo que hacíamos nosotros -yo y mi hermano, mi amigo- 120 años después en un lejano continente, con batallas de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo del frente japonés!”, relata Rodrigo Asenjo.

Los recuerdos narrados describen la vida cotidiana de una infancia setentera, en parajes ubicados, entre otros, en La Florida o calle Las Rejas, envuelta en contextos culturales, sociales y políticos convulsionados.

“La música que sonaba en las tardes, los programas de televisión, los juegos de barrio, los álbumes que coleccionábamos -nuestras diversiones-. Los libros que leíamos en el colegio -de acuerdo con el programa vigente-, los juguetes, y lejanas costumbres (y de palabras y dichos en extinción), clases, recuerdos de profesores, etcétera, son mencionados con entusiasmo y, por qué no decirlo, nostalgia”.

Sumado, además, al amor que ese niño muestra hacia la naturaleza, y su lenta evolución de su amor al saber. «Años de arcilla» es un homenaje a la vida simple, ingenua y creativa de un niño “medio”; ingenuidad que, por ejemplo, se hace patente en su visión del día del golpe militar del ´73.

Con respecto a este obra, el escritor Gonzalo Contreras dice que el texto “nos devuelve a la infancia de su autor; al corazón de la clase media chilena (…) una clase instruida en medio de la necesidad, una infancia sin celulares ni juegos de video (…) una infancia dulce y áspera a la vez, que se nos abre como un territorio de hallazgos, de aprendizaje, de melancolía”.

El editor de la obra, Cristián Guerra,  por su parte, afirma que “el interés por publicar el libro surgió por su interesante temática, inmerso en una época que ha sido poco explorada por la literatura chilena, sobre todo desde la infancia. Chile tiene una gran tradición en cuanto a cronistas y libros sobre memoria, pero me parece que los escenarios de acción siempre, o casi siempre, son los mismos: el centro de Santiago y Valparaíso. Y que un autor, a través del niño que fue, narre su infancia desde una comuna como La Florida (en un contexto histórico clave en la historia del país), desde esa comuna del sur de Santiago, ajena a esos llamados lugares de poder o tradicionales, es en definitiva contar y recordar otro Chile”.

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