Se trata de seis portugueses que presentaron una causa contra 33 Estados europeos, porque las consecuencias de la crisis climática atentarían contra los derechos humanos. Los jóvenes se enfrentarán a 17 jueces en los próximos meses y, de ser acogida su demanda, los Estados estarían obligados a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La sequía, las alzas de las temperaturas a nivel mundial y la dificultad de las potencias europeas de disminuir sus emisiones de gases de carbono, hizo que un grupo de seis jóvenes de Portugal decidiera llevar la crisis climática a la Corte Europea de Derechos Humanos.
Un artículo de The Guardian explica que Cláudia Agostinho, de 23 años, junto con sus hermanos y sus primos, decidieron acudir a la Corte Europea de Derechos Humanos tras darse cuenta que la playa Pedrogão, que acostumbraban a visitar, estaba totalmente destruida por las consecuencias de la crisis climática.
En 2017, la región de Leiria, donde se ubica el balneario, fue azotada por incendios forestales y el fuego destruyó 20 mil hectáreas, es decir, una zona cuatro veces más grande que Lisboa, y 66 personas murieron.
Cinco años después de haber formalizado la causa, la enfermera de 23 años y sus cercanos van a ser escuchados por 17 jueces en los próximos meses. Los jóvenes se quejaron contra 32 Estados europeos por el motivo de que sus políticas climáticas son inadecuadas.
The Guardian relata que el objetivo de este grupo de ciudadanos es probar que el calentamiento global tiene consecuencias y hacer que los jefes de Estado tomen acciones.
Los jóvenes están haciendo un crowdfunding para costear la pelea legal y argumentan que la crisis climática interfiere con su derecho a la vida, al derecho a su vida privada y la de sus familias, además del derecho a no ser discriminados.
Los seis portugueses serán representados por diez abogados contra los Estados de Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Alemania, Grecia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Croacia, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Luxemburgo, Letonia, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Turquía.
Gearóid Ó Cuinn, de la organización Global Legal Action Network, que apoya a Agostinho y su familia, comentó al medio inglés: «El hecho de que la Corte haya asignado este caso a la gran Cámara es de extrema importancia, lo que demuestra cuán serio el cambio climático es para los derechos humanos».
Asimismo, Cláudia Agostinho explicó a The Guardian que llevó este caso a la Corte «por la ansiedad que siente respecto a lo que está pasando y lo que va pasar si es que no hacemos algo. Ahora estamos sufriendo por el calor acá y pienso: ‘¿Me gustaría traer niños a este mundo si es que no hay un buen futuro para ellos?’. Siento que algo hay que hacer, la forma en que vivimos no es sostenible'».