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Artista chilena presenta obra sobre desaparecidos en Nueva York: «Para avanzar hay que mirar el pasado, reconocerlo, hacerse cargo y reparar» CULTURA

Artista chilena presenta obra sobre desaparecidos en Nueva York: «Para avanzar hay que mirar el pasado, reconocerlo, hacerse cargo y reparar»

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Las imágenes fueron tomadas del sitio de memoria, Memoria Viva, y María Verónica San Martín fue seleccionando fotos de su registro de manera aleatoria para crear una obra visual que hablara desde lo colectivo y masivo en vez de caso a caso. «La historia se compone por una cronología de hechos reales, por lo tanto historia es historia y no se olvida ni se puede borrar, pero sí hacer memoria», expresa la creadora. Este fin de semana San Martín será parte además de un ciclo de conversaciones de Gallery Weekend.


La artista chilena María Verónica San Martín (1981) hará este miércoles una performance en el Lincoln Center de Nueva York con una obra sobre los desaparecidos de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

«In Their Memory. Human Rights Violations in Chile. 1973-1990» es un libro de resistencia y crítica institucional que habla sobre la protesta iniciada por los familiares de los desaparecidos en Chile durante la dictadura cívico-militar (1973-1990).

«Es un libro que se convierte en un memorial móvil y que al ser activado busca difundir y comunicar las violaciones a los derechos humanos en Chile e invita a la reflexión», explica la artista, que además será parte de un ciclo de conversaciones  «Transmisiones» del evento Gallery Weekend, que se realizará en Santiago este fin de semana.

La performance que hará en Lincoln Center está dentro del contexto del proyecto San Juan Hill de la programación del otoño (boreal) del 2022. Este reconsidera la cultura y el patrimonio de la comunidad desplazada de San Juan Hill en Nueva York.

El miércoles 28, San Martín presentará la performance «Moving Memorials», que está compuesta de 12 libros de artista con grabados originales y que evoca la memoria como una entidad viva convirtiendo estos libros en memoriales tridimensionales y habitables que ocupan un espacio físico del teatro e invita a la interacción del público.

Luego la audiencia participará en un workshop en donde la artista los instruye a un proceso creativo que consiste en guiarlos para representar su propia historia personal y experiencia y construir su propio libro de artista holístico y tridimensional, partiendo de la base de papeles, dobleces, cortes y procesos de grabado, que luego se podrán llevar a su casa.

San Martín fue invitada hace más de un año por la productora chilena de Lincoln Center, Paloma Estevez, con quien ya había trabajado para la producción del proyecto Dignidad que presentó en Archivo Nacional de Chile en el 2018 y que luego itineró por Europa y Estados Unidos basado en el caso de la Colonia Dignidad.

Memoria

«Mi obra trabaja la memoria y el trauma a través de los libros de artista, el grabado, el archivo y la performance. Creo en el arte y la educación como una herramienta de cambio social. Mi preocupación como artista ha sido cuestionar las relaciones de poder en el Orden Mundial creando la idea de que las cosas podrían haber sido de otra manera, y por lo tanto, fomento un deseo de cambio social, político y estético», señala la artista.

Las imágenes fueron tomadas del sitio de memoria, Memoria Viva, y San Martín fue seleccionando fotos de su registro de manera aleatoria para crear una obra visual que hablara desde lo colectivo y masivo en vez de caso a caso.

«Hice un fotomontaje con los retratos sobre las pancartas que aún usan los familiares para continuar la búsqueda y convertir un libro en una pancarta más que causara un impacto visual. En el caso de los nombres está el listado completo en orden alfabético hasta la fecha de creación de la obra que también fue revisado y comparada con lo que tenía el informe Rettig. Por detrás, la obra muestra la imagen de La Moneda y el concepto fue crear un libro abierto en vez de cerrado», dice.

«La historia se compone por una cronología de hechos reales, por lo tanto historia es historia y no se olvida ni se puede borrar, pero si hacer memoria. Para avanzar hay que mirar el pasado, reconocerlo, hacerse cargo y reparar», concluye.

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