CULTURA|MEDIOAMBIENTE
El investigador del CIGIDEN y director del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental UC, presentó recientemente los primeros avances del proyecto “Sequía – ANID”, cuya principal motivación es desarrollar y proponer un marco integrado de monitoreo y políticas públicas para la gestión proactiva de la sequía, que considere el contexto actual de cambio climático.
La sequía hoy es parte de la realidad global y afecta de forma simultánea a diversos países. Si bien este fenómeno es en esencia un tema caracterizado por la falta o la disminución de la disponibilidad de agua, sus impactos exceden el ámbito hídrico y alcanzan aspectos tan variados como la economía nacional, la salud, el desarrollo social y la biodiversidad.
“Estamos frente a uno de los principales retos de la actualidad y, por esto, como universidad estamos abordando particularmente la sequía, fenómeno que exige a los Estados, los sistemas universitarios y al sistema económico la adopción de acciones efectivas, oportunas y planificadas”, expresó recientemente el vicerrector de Investigación UC, Pedro Bouchon Aguirre, en la Casa Central de la Universidad Católica, instancia en la que se presentaron los primeros avances del proyecto Sequía – ANID.
El principal objetivo de esta iniciativa, financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y donde participan 16 académicos –que se dividen entre los cinco subproyectos–, es aumentar la disponibilidad de agua y mejorar la eficiencia en su uso, con el objetivo de asegurar el abastecimiento para el consumo humano y la producción de alimentos.
El proyecto es liderado por el profesor asociado de la Escuela de Ingeniería de UC e investigador CIGIDEN, Jorge Gironás, y comenzó su ejecución en abril de 2022, cuando 188 de las 346 comunas de Chile habían sido declaradas como “zona de escasez hídrica” por la Dirección General de Aguas (DGA). “Casi la mitad de la población de Chile”, destacó el investigador.
Según el experto, hoy es fundamental poner el conocimiento y avance científico a disposición para enfrentar la megasequía que vive el país y con la finalidad de reducir el impacto negativo que pueden experimentar las comunidades, especialmente en las zonas rurales.
“Dentro de las medidas contempladas en este plan, se establece la creación de un fondo de investigación estratégico en sequía, el diseño de políticas públicas, normativas, investigaciones y soluciones tecnológicas para hacer frente a la sequía”, detalló.
Entre los objetivos específicos del proyecto –que será entregado en junio de 2023–, también se considera lograr una caracterización integrada de las sequías, es decir, identificar los diferentes niveles y escalas de las mismas, y que esta caracterización “no esté basada únicamente en la presencia o ausencia de precipitación o caudal, ya que tenemos otras fuentes de agua que cada vez son más relevantes, como las aguas subterráneas y fuentes de agua aún más alternativas, como la niebla, que sería bueno caracterizar y saber dónde están”, expresó Gironás.
Asimismo, las expertas y los expertos trabajan en el desarrollo de una plataforma que monitoree los índices de la sequía en todo el territorio nacional y en la elaboración de herramientas que permitan garantizar la disponibilidad de agua para consumo doméstico.
Parte de estas herramientas surgirán a partir de un portafolio de propuestas –o paquetes de trabajo– que buscan mejorar la gestión de la sequía e intervenir en el mejoramiento de la resiliencia de aquellos sectores económicos estratégicos, como lo son la agricultura y el sector hidroeléctrico.
“Son cinco work packages que se están desarrollando dentro del proyecto. El primero, por ejemplo, quiere caracterizar la biofísica de la sequía y, con esto, obtener más indicadores del fenómeno, sin estancarnos en los tradicionales. Un segundo paquete se centra en diversas plataformas para el seguimiento y gestión de sequías, con las que se pueda visualizar, informar, reportar y educar sobre las características e impactos de la sequía en Chile y bajo condición de escasez hídrica y cambio climático”, explicó el investigador CIGIDEN.
Durante su presentación, Gironás advirtió que actualmente en Chile existe una falta de coordinación entre instrumentos e instituciones y desconocimiento sobre cómo se gestionan las sequías, por lo que una tercera propuesta alude al diseño de políticas públicas proactivas para mejorar la gestión de la sequía, considerando aspectos e instrumentos legales, institucionales, económicos y ambientales.
“Deben desarrollar y profundizar la regulación jurídica, pero sin excedernos”, destacó.
Mira la presentación completa del doctor Jorge Gironás acá.
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