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“Queer”: entre lo sensual y lo sucio CULTURA

“Queer”: entre lo sensual y lo sucio

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Este 2024 el aclamado cineasta italiano Luca Guadagnino nos sorprendió a inicios de año con la notable y vertiginosa “Challengers”. Recientemente Guadagnino estrenó “Queer” su segunda película del 2024, igual de sensual pero dramáticamente distinta. Sin duda se trata de un director talentoso.


La nueva película de Guadagnino es una adaptación de la novela homónima del polémico escritor estadounidense e ícono de la generación beat, William Burroughs. La novela es semi autobiográfica y es la secuela de su primer libro “Yonki”, publicado en 1953. “Queer” la escribió entre el año 1951 y 1953, pero la novela se publicó en 1985. Es la tercera novela que adapta el director, las otras dos son “Call me by your name” y “Bones and all”; y es el segundo libro que se adapta del escritor, el primero lo hizo David Cronenberg con la bizarra “El almuerzo desnudo”.

“Queer” gira en torno a William Lee (alter ego de Burroughs) un expatriado estadounidense que se mueve entre bares de mala muerte en la Ciudad de México. Un día se enamora de Eugene Allerton, un joven estudiante recién llegado a la ciudad. Lee lo intentará seducir a toda costa para poder lograr una conexión íntima con él.

Esta película oscila entre el erotismo, el romance, la comedia y el drama de una manera ingeniosa y provocativa. Es un filme que indaga en el sexo, el amor, el alcohol, las drogas y sobre todo en la soledad de un hombre golpeado por la vida.
A veces parece sórdida y decadente, pero en el fondo relata el triste y obsesionado testimonio de una alma desamparada en una búsqueda fracasada del amor. Se trata de una dolorosa reflexión sobre el miedo a la soledad en un viaje tumultuoso cargado de sexo, drogas y autodestrucción. Pero también tiene delicadeza, sensibilidad, lujuria y vínculos humanos difuminados entre los psicotrópicos.

Es paradójico que una película tan sensual se sienta a la vez sucia. Se puede observar detalladamente el sudor, el calor desértico de paisajes áridos, el pelo sin lavar e incluso el olor a trago fermentado que desprenden los bares. Pero todo esa inmundicia lo combina con escenas de sexo muy bien filmadas y poéticas. Guadagnino logra plasmar la locura y los dilemas de Burroughs con diversas alegorías, pero siempre manteniendo su estilo propio. Esta historia romántica poco convencional recuerda a la gran ópera prima de Gus Van Sant “Mala noche”, que también es un drama homosexual sobre la obsesión de un hombre con otro que transcurre entre la bohemia de la vida nocturna. Lo curioso es que Van Sant es un fanático de las novelas de la generación beat e incluso Burroughs actúa en una de sus cintas más aclamadas, “Drugstore cowboy”.

El filme es técnicamente irreprochable. La fotografía la realiza el tailandés Sayombhu Mukdeeprom, habitual colaborador del cineasta. Además de “Queer” han trabajado juntos en “Challengers”, “Suspiria” y “Call me by your name”. También ha colaborado en películas de cineastas más autorales como el portugués Miguel Gomes y el tailandés Apichatpong Weerasethakul. La fotografía de Mukdeeprom en “Queer” es cautivante, con escenas fenomenales que rozan lo onírico y surreal de una forma atrapante y artística.

La actuación de Daniel Graig como William Lee es soberbia, además logra una semejanza con Burroughs sorprendente. Considero que es la mejor de su carrera. Por algo ha estado nominado a la mayoría de los premios, incluidos a los Globos de Oro y a Los Critics Choice Awards. Está en un gran camino para el Oscar, curiosamente sería la primera nominación en su historia. La crítica se sorprendió con el personaje que interpreta Daniel Craig, porque estaban acostumbrados de verlo como James Bond: el arquetipo del hombre blanco heterosexual y mujeriego, nada que ver con la personalidad insegura y la orientación sexual de Lee en “Queer”. Pero no estaban tan familiarizados con su cine al parecer porque el detective Blanc que interpreta Daniel Craig en la reconocida saga “Knives out” es un homosexual declarado. También interpretó a George Dyer el amante del pinto Francis Bacon. Algo absurdo ocurrió durante la rueda de prensa del Festival de Venecia. Cuando a Craig se le hizo una desatinada pregunta –“¿cree que podría haber un James Bond gay?”–, el director Luca Gaudagnino interrumpió señalando: “Chicos, seamos adultos en la sala por un segundo. No hay forma de evitar el hecho de que nadie pueda conocer jamás los deseos de James Bond. Y punto. Lo importante es que cumpla sus misiones como es debido”.

La banda sonora del famoso compositor Trent Reznor también es un punto a favor porque es envolvente y atractiva, aunque no llega a lo energizante y rompedora que fue la que realizó la película “Challengers”. Además de la música original de Reznor, el “soundtrack” se compone de canciones de emblemáticos músicos modernos como Nirvana, New Order y Prince. Toda un banda sonora atemporal a la ambientación de la cinta. Como dato curioso Kurt Cobain era amigo de William Burroughs e incluso escribió una canción con el novelista titulada “The ‘Priest’ They Called Him”, lanzada en 1993.

Luca Guadagnino genera un cinta seductora, hipnótica y con estilo. No llega al nivel de la deslumbrante y electrizante “Challengers”, ni de otras de sus películas como “Suspiria” y “Call me by your name”, pero sin duda el cineasta italiano sigue manteniendo intacto su talento. El director ha contado que quería adaptar esta novela desde sus 20 años, por suerte el resultado final es convincente. Este jueves se estrenó en salas.

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