
El auge del cine chileno
La actual presencia en Cannes es un ejemplo, que se suma a los recientes éxitos en competencias como los Premios Platino. Sin embargo, el reconocimiento internacional contrasta con la escasa audiencia local para ver películas chilenas.
Hace unos días, el veterano cineasta Pablo Perelman publicó en Ciper una columna sobre el auge del cine chileno. “Que nuestras obras figuren en festivales internacionales, ganen premios y menciones, generen noticias que los algoritmos mediales nos devuelven cada mañana en el celular, comienza a ser costumbre”, comentó.
Su planteamiento se debe, entre otras razones, al reciente triunfo de “El ladrón de perros”, de nuestro compatriota Vinko Tomicic, en los Premios Platino, o al hecho de que, en Venecia, Chile es “País foco” del Production Bridge.
Ver esta publicación en Instagram
Esto, sin contar la presentación de dos películas nacionales –aunque fuera de la competencia oficial– en el Festival de Cannes, que comenzó el pasado martes y se extiende hasta este sábado. De hecho, una de ellas, La misteriosa mirada del flamenco, de Diego Céspedes, fue ovacionada en su première en el certamen Un Certain Regard.
“Soy un nudo de emociones. Algo que en mi cabeza de actor jamás imaginé que pasaría… pero aquí estamos: en la selección oficial del festival de cine más importante del mundo”, comentó emocionado en las redes sociales el actor Matías Catalán.

Elaborado por la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile A.G. (CAEM)
Momento importante
“Estamos viviendo un momento muy importante, muy potente, el cine chileno está teniendo una diversidad de mirada, una búsqueda de lenguaje y estilos muy diversos. Es un cine también transgeneracional, donde se están relevando y viéndose las voces de cineastas muy connotados, pero también dando voces a cineastas jóvenes y emergentes”, comenta la cineasta Paola Castillo a El Mostrador.
“Creo que habla también de esa potencia que tenemos, que no solo son algunas personas en específico, sino que es una comunidad. Y obviamente que también se manifiesta en la cantidad de premios, reconocimientos, que ya es permanente”.
Castillo además destacó que, en el área del cine documental, hay una directora como Maite Alberdi, que ya lleva dos nominaciones a Mejor Documental en los Oscar (con El agente topo y La memoria infinita), que fue la primera mujer también en recibir el Goya en la categoría Mejor Película, y que hay nuevas voces como Tana Gilbert, que también ya con su ópera prima (Malqueridas) ganó la Semana de la Crítica de Venecia el año pasado.

Elaborado por la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile A.G. (CAEM)
Para Giancarlo Nasi, productor de “La misteriosa mirada del flamenco”, “más que un auge, es una constante excelencia de talento nuevo y experimentado“.
“El cine chileno ya se instaló en el mundo para siempre gracias a la valentía de sus cineastas y a la políticas públicas que lo permiten. Y crea empleos y crecimiento, además de influencia global”, celebra.
Por eso hay “cineastas que tienen hit tras hit, como Sebastián Lelio, y nuevos cineastas nuevos como Diego Céspedes que con su primera película llegan a lo más alto. También en empresas que demuestran excelencia y constancia, como Quijote , que ya lleva siete películas en Cannes, por ejemplo”.
“Yo no hablaría de auge sino de un creciente reconocimiento internacional. Hay logros y premios relevantes, de realizadores y productores; hay calidad y visibilidad, pero no hay audiencia local para ver películas chilenas, excepto contadas excepciones”, complementa la productora María Elena Wood.
Entre ellas cuenta La memoria infinita, que llevó cerca de 340 mil espectadores en el año 2023.

Elaborado por la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile A.G. (CAEM)
“Las cifras son paupérrimas y no mejorarán sin una política decidida de apoyo a la promoción, distribución y exhibición de cine chileno e iberoamericano. Estados Unidos se lleva más del 90 por ciento del mercado. Y no nos importa para nada esa invasión cultural que hoy está tan cuestionada por el mismo presidente de los Estados Unidos de América”, añade en referencia a Donald Trump.
Causas del auge
Entre las razones del auge, Castillo destacó que un “trabajo colectivo que viene desde hace décadas ha permitido, junto al Estado y otras alianzas, ir potenciando alianzas, abriendo espacios, y sobre todo también la posibilidad de compartir experiencias, de ir creciendo juntos en el fondo”.
Además, “al no tener un mercado local importante, ser un país pequeño en términos de cantidad de personas que lo habitamos y, por lo tanto, un mercado local más pequeño, ha sido fundamental el buscar sociedad afuera y abrir nuevos espacios”.
Nasi apunta a “a un país resiliente, que lucha, que cree en su cultura, y un mercado pequeño que mira al mundo, apoyado por políticas de Estado de largo plazo que dan cuenta que, cuando el Estado invierte en cine, esa inversión trae más crecimiento vía inversión extranjeras”.
Y pone como ejemplo su película, que “trajo a Chile cinco veces más de inversión que lo que Chile aportó“.

Elaborado por la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile A.G. (CAEM)
Wood, por su parte, apunta a “la pasión, talento y convicción de todos aquellos que hacen cine en Chile”.
“Hay un contraste entre los grandes desafíos y dificultades que enfrenta la producción local versus los buenos resultados obtenidos internacionalmente, lo que habla muy bien de la creatividad, talento y capacidad de producción del sector audiovisual chileno. Celebro a productoras como Fabula y Quijote que han abierto nuevos caminos para el cine chileno en el mundo”.
Ella añade que, además, nuevas generaciones están emergiendo con propuestas “innovadoras y frescas”, como Denominación de origen, de Tomás Alzamora, que fue premiada en el más reciente Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI).
Este falso documental, que enfrenta a San Carlos con Chillán por quién hace la mejor longaniza, “ha llenado salas y ha hecho reír a miles de chilenos y chilenas en las últimas semanas”, celebra Wood.



Desafíos
En cuanto a los desafíos, Castillo señaló que “hay uno que es muy importante y fundamental, que es la necesidad de conectar con las audiencias acá, dentro de nuestra propia comunidad, en nuestro propio país. Lamentablemente es una problemática que atraviesa todo el cine en general y, en particular, el cine latinoamericano y chileno”.
“Hay que entender que de alguna manera el cine está monopolizado en términos de industria, acceso, exhibición, difusión, por el cine norteamericano, y en ese sentido es muy difícil, si no tenemos apoyo, una política clara y a largo plazo, consistente, que involucre también a la ciudadanía, que podamos ir rompiendo eso”. Y apuntó, entre otros factores, a la televisión pública, que da escaso espacio al cine independiente.
“Es importante entender que el cine genera economía, genera sueldos, genera puestos de trabajo, genera economía también de una manera que va más allá de nuestro sector, a través del turismo, a través de la imagen país, pero también el cine creo que es importante entender que genera cohesión social, donde compartimos nuestros relatos comunes, donde se genera una identidad común”, remató.
Ver esta publicación en Instagram
Para Nasi, “el desafío, el cine chileno es seguir invirtiendo para llegar al desarrollo vía la economía intelectual, entre ellas el cine, una industria que mueve billones de dólares y donde Chile puede ser muy competitivo“.
Y Wood apunta a la necesidad de una visión política que entienda que el cine es un arma cultural y económica, que potencia la imagen país, que da trabajo a múltiples industrias y genera pertenencia e identidad.
“Los fondos públicos, si bien acotados, han permitido que muchos proyectos se desarrollen pero no son suficientes y debemos generar incentivos permanentes no ocasionales para atraer inversiones y fomentar co producciones”.
Ella advierte que “hay talento que no logra superar los obstáculos que la escena chilena le impone y termina haciendo en Bolivia una película que nació y quiso hacer en Coquimbo”, en referencia a “El ladrón de perros”.
Esa película, creada y dirigida por el chileno Vinko Tomicic, se ganó el premio Platino 2025 en Madrid a mejor opera prima como una coproducción Bolivia-Chile-México-Francia-Italia.
“La formación de los niños debe incluir la alfabetización audiovisual. Así como aprendimos a leer clásicos en la escuela tenemos que aprender a apreciar el cine y el audiovisual, que es el lenguaje de la modernidad”.
Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.