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De “Pitbull” a “Mariscal”

Lo apodan “Pitbull”, pero desde la final frente a Argentina hay que ir pensando en apodarlo también “Mariscal”. Porque en un equipo aplicado, que asumió sin ningún tipo de complejos el compromiso más importante de todos, Gary Medel se alzó por sobre todos sus compañeros como la figura excluyente de esta final inolvidable.


Ha sido, sin lugar a dudas, el mejor de la Roja en esta Copa América que entró, para nosotros, definitivamente en la historia. El más rendidor. El más parejo. Ese que nunca juega mal y que, con su desplante y su inmensa clase, se transforma en garantía de seguridad y solvencia para transformarse, además, en el auxilio de todos.

Frente a Argentina alcanzó una estatura inmensa. Detuvo al que corriera por su lado y hasta se dio maña para invadir el área contraria cuando la ocasión lo ameritaba. Anuló primero a Agüero y lo propio hizo después con Higuaín, luego que a Martino la actuación del “Kun” no lo dejara satisfecho.

Medel fue, por lejos, la figura inmensa de un cuadro donde todos merecen reconocimiento.

¡Y cómo ha cambiado este Gary Medel…! Tranquilo, aplomado, criterioso, parece haber dejado definitivamente atrás esos arranques y ese descontrol que tanto lo limitaban.

Que nadie le quite el apodo de “Pitbull”, porque bien ganado se lo tiene. Pero por favor: agreguémosle el de “Mariscal”, porque frente a Argentina demostró que también tiene, aparte de su juego cerril y fuerte, la categoría de los grandes.

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