Informe técnico de Chile en los Panam: una actuación apenas mediocre

El informe técnico de los Juegos Panamericanos, a cargo del Departamento de Alto Rendimiento del Instituto Nacional de Deportes, no cayó nada de bien al interior de un servicio que vive un momento definido como “el peor en muchos años” por una fuente de la Anfuchid, organismo que agrupa a los trabajadores del IND.

Aunque aún no es oficial, porque para ello debe llevar la firma del Director Subrogante, Sergio Arévalo, el informe concluye que, de acuerdo a los parámetros que históricamente se han utilizado para analizar la actuación de nuestros atletas en estos Juegos de Toronto, Canadá, la actuación chilena fue mediocre, incluso por debajo de lo logrado en Guadalajara 2011 y Río de Janeiro 2007.

¿Cuáles son, en líneas gruesas, dichos parámetros? La cosecha de medallas, la cantidad de recursos invertidos, el número de deportistas participantes y la comparación con naciones que, históricamente, han estado en un nivel similar al de Chile.

De acuerdo a esos parámetros, el deporte chileno sigue por debajo de Ecuador, Venezuela, Colombia e, incluso, Guatemala, país que con una inversión menor y también un menor número de atletas, cosechó 6 medallas de oro, una más que Chile, que con poco más de 10 millones de dólares, llevó a la competencia canadiense 304 deportistas, la segunda delegación más numerosa en toda su historia.

En otras palabras, cada presea dorada le costó al país 2 millones de dólares.

La proyección que se hace con miras a los juegos próximos, Lima 2019, dista también de ser halagüeña: de acuerdo al informe, en dicha oportunidad Perú se sumará a aquellos países sudamericanos que ya nos superan en rendimiento deportivo, como Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y Ecuador.

Según trascendió, al interior del organismo no abundan las ganas por hacer público este informe, aunque de partida la propia Ley de Transparencia, N° 20.285, vigente en el país desde el 11 de agosto de 2008, por iniciativa de la Presidenta Bachelet en su primer período, no puede transformar este balance de los Juegos Panamericanos de Toronto en un tema secreto o exclusivo para iniciados.

Es que al interior del IND las aguas están bastante turbulentas. Mientras hay algunos que al parecer sólo han llegado a profitar de los cargos, existe otra corriente que ve con preocupación que el organismo, vital en el desarrollo del deporte nacional, va por el despeñadero.

Apuntó una fuente de la Anfuchid:

“Con fecha 14 de abril el IND recibió la circular N° 16 del Ministerio de Hacienda, por expreso encargo de la Presidenta Bachelet, en que se instaba a todos los organismos del Estado a aplicar las mayores medidas respecto de la probidad, austeridad y eficiencia del gasto público. Sin embargo, acá en el IND parece que no la leyó nadie, o si la leyeron no han estado dispuestos a acatar instrucciones que son por lo demás muy claras. De partida, a Toronto viajaron el doble de funcionarios que para los anteriores Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Uno puede entender que viajen las principales autoridades y un par de periodistas, pero no se puede entender que en la nómina viajera haya estado incluido el señor José Guerra, jefe de gabinete de la subsecretaria, Nicole Sáez. ¿A qué fue? ¿Qué papel podía cumplir en Canadá? Ninguno. Sólo fue a pasear con dinero de todos los chilenos”.

Sobre si la ministra de la cartera, Natalia Riffo, estuvo de acuerdo con el viaje del jefe de gabinete de su subsecretaria, la misma fuente señaló que “nos imaginamos que no, porque era absurdo, y como Anfuchid lo hicimos saber, pero está visto que a esta ministra no le importa. Y si le importa, es incapaz de dar su opinión o hacer valer sus puntos de vista. Si es que los tiene… Ella se conforma sólo con mantenerse en un cargo para el cual claramente carece de capacidades. Su llegada al Ministerio fue por gestión personal del senador Alejandro Navarro. Ella, como simpatizante del MAS, elude todo conflicto con su subsecretaria, Nicole Sáez, identificada con la DC. El resultado es que el ministerio no funciona o funciona a medias”.

Pero si en el Ministerio del Deporte las cosas no andan bien, en su organismo dependiente, el IND, las cosas no funcionan mucho mejor.

Este viernes 14, la Anfuchid recurrió a la Contraloría, a la Inspección del Trabajo y al Sernam. ¿La razón? Quejarse por el trato desconsiderado que ha mostrado durante este año y medio el ex voleibolista nacional Rodrigo Grimalt, ubicado como jefe de la División de Deportes y Actividad Física del IND, según se supo por gestiones de la propia subsecretaria Sáez.

Grimalt, de acuerdo a denuncias del organismo que agrupa a los trabajadores, habría tratado en forma agresiva y grosera a la jefa del Departamento de Alto Rendimiento. La discusión entre Grimalt y su subordinada de acuerdo al organigrama del IND, “fue con gritos, golpes en la mesa y hasta una patada a una silla por parte de Grimalt, que ya ha tenido un trato similar con otras tres funcionarias del servicio”.

Y aunque hay quienes al interior del IND defienden a Grimalt, la Anfuchid dice: “En la ocasión hubo cinco testigos, entre ellos la jefa del Departamento Jurídico del servicio”.

Que se lleve a cabo un sumario para esclarecer los hechos al parecer no está en los planes ni del director subrogante del IND ni de las autoridades del Ministerio. La propia Anfuchid no tiene muchas esperanzas en dicho trámite.

Explican:

“Meses atrás, la jefa del Departamento de Organizaciones Deportivas, Paula Arangua, fue sumariada por maltrato laboral a una funcionaria. El sumario se ha prolongado por 13 meses y hasta ahora nada se sabe. Arangua, que también es abogada, llegó al cargo en las postrimerías del gobierno anterior, luego de que al ex Director del IND, y luego ministro, Gabriel Ruiz Tagle, se le ocurriera llamar a concurso para llenar varias jefaturas. Demás está decir que esos concursos fueron absolutamente truchos y dirigidos para dejar amarrada a gente de sus simpatías”.

Como sea, la fuente de la Anfuchid señala en broma, pero bastante en serio: “Con todo lo que está pasando, pienso que contra Ruiz Tagle estábamos mejor”.

Lo claro es que ambas gestiones están dejando bastante que desear. Los estadios de Calama, Concepción y Viña del Mar, con una inversión obscenamente millonaria dada la realidad del país, y los dolores de cabeza que produjeron con miras a su utilización en la Copa América, son el ejemplo más palpable de que tanto en el Ministerio del Deporte, como en el IND, o ha existido una absoluta incompetencia o es que a los de antes y a los de ahora el deporte les importa un comino.

Porque los problemas continúan y a nadie pareciera importarle. Ejemplo claro de ineptitud o desidia es lo que sucede con el Polideportivo del Estadio Nacional, definido por los trabajadores del IND como “un elefantito blanco”, porque pasa desocupado la mayor parte del tiempo.

Y peor: el recinto, que fue autorizado provisoriamente para su funcionamiento por parte de la Municipalidad de Ñuñoa, con el fin de que pudiera ser escenario de los Juegos Sudamericanos de 2014, sigue con la recepción final de obras pendiente.

Mediante el Ord 136-INDOM, de fecha 5 de mayo, la Dirección de Obras de la Municipalidad de Ñuñoa le dio al Instituto Nacional de Deportes seis meses de plazo para cumplir con este trámite, luego que durante un año a este respecto nada se hubiera hecho.

Pero nadie parece pensar que el 5 de noviembre está ya a la vuelta de la esquina.