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Diputada Camila Rojas ante el 8M: «El trabajo legislativo debe ir más allá de una lista de supermercado con las demandas de las mujeres» BRAGA

Diputada Camila Rojas ante el 8M: «El trabajo legislativo debe ir más allá de una lista de supermercado con las demandas de las mujeres»

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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La diputada feminista, del Partido Comunes, reconoce que el Gobierno ha reaccionado ante la gran atención que ha despertado el llamado a huelga para el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Destaca que en La Moneda tienen miedo “de lo que pueda pasar el viernes y, sin duda, lo que viene después”. A la parlamentaria, tras un año de trabajo en el Congreso, le ha quedado claro que “la institucionalidad es bien hostil para las mujeres” y que “si tú eres feminista, estos espacios son de alta frustración, porque acá se replica efectivamente el cómo está construido el sistema patriarcal”.


El Congreso es otro de focos que están en la mira del Movimiento Feminista, no para llegar hasta él como representantes, sino como un espacio en la institucionalidad que –aseguran– reproduce el patriarcado y legisla, la mayoría de las veces, en desmedro de los derechos de las mujeres. Pero también lo ven como un espacio fundamental para poder cambiar la institucionalidad, a través de “leyes sistémicas”, que abarquen e incluyan la mirada feminista, no solo en leyes contra la violencia de género y los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, sino también desde una reforma tributaria hasta los cambios en educación.

Una de las parlamentarias que se ha declarado feminista es Camila Rojas, quien también fue presidenta de la Fech antes de llegar al Congreso. La militante del Partido Comunes es parte de la bancada feminista, que es integrada por parlamentarias de oposición. Tras un año de labor legislativa, reconoce que hace falta un trabajo y reformas que aborden los problemas de forma más estructural, que vayan “más allá de una lista de supermercado con las demandas de las mujeres y del movimiento”, destaca a El Mostrador.

A pesar de que no asegura que las bancadas de oposición harán efectiva la huelga para el 8M –cabe recordar que los viernes por lo general los parlamentarios trabajan en sus distritos–, la diputada adelantó a que hay “varias actividades y formas de ejercer la huelga”, al tiempo que destaca que el trabajo se está realizando “con todas las mujeres trabajadoras del Congreso”. También pone énfasis en que este llamado a huelga tiene un objetivo que va más allá del paro productivo tradicional, pues que abre la posibilidad de visibilizar “el trabajo que es doméstico, el trabajo que muchas mujeres hacen en su casa teniendo doble jornada, un trabajo que está invisibilizado”.

Una huelga que el Gobierno no ha respaldado, pese a que en La Moneda reconocen que en las democracias modernas la movilización social es algo común. Para la diputada Rojas, las reacciones de la ministra Isabel Plá, quien destacó que la huelga del 8M era una operación de la oposición, dejan “bien claro que al Gobierno le atemoriza lo que pueda pasar el viernes y, sin duda, lo que viene después, porque lo que se logre ese día también va a ser un precedente para la continuidad de este proceso. El Gobierno deja claro que la atemoriza, pero al mismo tiempo lo moviliza a disputar el contenido del  8 de marzo”.

Políticas insuficientes

Uno de los principales problemas que han identificado en el mundo feminista es que la política para las mujeres se focaliza sectorialmente. Un grave error, según la diputada Camila Rojas, quien recalca que la política feminista debe abordarse de manera social y transversal.

“Cuando se legisla sobre pensiones, se legisla sobre reforma tributaria, cuando se legisla sobre educación, también hay una perspectiva de discriminación y que tiene efecto en la vida de la mujer, porque las mujeres vivimos en sociedad, todo lo que pasa y todo lo que se legisle nos afecta. Entonces, esa mirada excesivamente sectorial de la actual institucionalidad y del Gobierno, es errónea”, enfatiza la parlamentaria.

-¿Esto explica el fracaso de las políticas que buscan proteger a las mujeres violentadas? 
-En el caso de la violencia hacia  las mujeres, en su expresión más dura, como los femicidios o los acosos, las violaciones, estas siguen existiendo, y pese a que el Gobierno crea una campaña de denuncia, para que las mujeres denuncien, no hay garantía de que esto va a significar que sigan vivas. Entonces, es un error asumir esto con una mirada de problema individual, se llama a hacer la denuncia, responsabilizando a las mismas mujeres de la violencia que sufren a diario, pero lo cierto es que no hay garantías efectivas, muchas veces la institucionalidad es revictimizadora también.

-¿Qué es lo que hace falta para dejar de hacer reformas parches y avanzar en un gran sistema de protección de las mujeres violentadas? ¿Hace falta voluntad de los espacio institucionales anexos, como las policías, el Poder Judicial?
-Crear un sistema de protección, particularmente para los casos de violencia, es fundamental. Porque un sistema nos habla de una visión integral, nos habla de una visión intersectorial. Hay que asumir, como punto base, que este sistema tiene institucionalizadas prácticas machistas y que está dentro de un contexto patriarcal, entonces, aunque tú pongas una ley, no va a ser suficiente si no convences a los agentes estatales, si no convences a los agentes judiciales de abordar la violencia hacia las mujeres, la violencia de género en general. Por eso, el primer punto es que nuestra institucionalidad, como tal, hay que cambiarla.

-¿Cómo es ser feminista dentro de esta institucionalidad, del Congreso?
-Creo que la institucionalidad no se la pudo, hay como una muralla que es bien infranqueable en términos de cómo abordamos los temas, porque, claro, cuando había un femicidio, cuando hay un caso como el de Nabila, hay una sensibilización, no solo al interior del Congreso sino también en la sociedad, sin embargo, eso tiende a ser un momento y no se proyecta como en un proceso que efectivamente culmine con políticas y con programas que sean de carácter transversal. Para mí la institucionalidad, como tantos otros espacios, es bien hostil para las mujeres. Hay una dificultad muy grande para quienes queremos hacer cambios. Si tú eres feminista, estos espacios son de alta frustración, porque acá se replica efectivamente el cómo está construido el sistema patriarcal.

Educación no sexista

-Ustedes presentaron un proyecto de Educación no sexista, ¿cuáles son las bases de ese proyecto y cuál es la relevancia de mantener una línea no sexista en el sistema educacional?
-Este trabajo lo realizamos con la diputada Camila Vallejos (PC) y Cristina Girardi (PPD), en el marco de la movilización del año pasado. Nos juntamos, tuvimos unos diálogos con actores educativos, estudiantas y profesoras. Y lo que nos interesaba principalmente era que desde los actores de la educación pudiésemos sacar ciertas propuestas legislativas. Lo que le presentamos a las ministras Plá, Cubillos y al Presidente, son ocho medidas que intentan tomar esta reflexión y hacerla transversal e intersectorial.

Para nosotros la educación es fundamental, porque también muchas veces el foco que se tiene es punitivo, tiene que ver más con la reacción ante la violencia en sus distintas expresiones, y cuando hablamos de educación, estamos hablando de prevención y también de formación. Por eso creo que, en ese sentido, es muy relevante avanzar. También en esta otra dirección, en la dirección que tiene que ver con la formación, que tiene que ver con la prevención y con los cambios culturales y sociales asociados a las demandas feministas, y que deberían tener un efecto luego en cómo nos comportamos y en cómo nos relacionamos.

-El Gobierno hace poco había anunciado la creación de un programa no sexista escolar, ¿qué diferencias hay?
-Lo revisé y hasta hace poco aún no estaba presentado. Creo que, a grandes rasgos, son complementarios. Ahora, la primera parte de lo que está haciendo el Gobierno es más bien una campaña publicitaria con gráficas que se van a poner en los colegios, todo para concientizar a los profesores y profesoras sobre el sexismo en la educación. Yo, por supuesto, creo que no podría decir que eso no es complementario, porque lo es, pero yo creo que el Gobierno y desde ambos ministerios deben dejar en claro que no es suficiente con la publicidad.  

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