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Piñera Asociados, una de las formas que Sebastián Piñera utilizó para convertir a sus hijos en socios y millonarios MERCADOS

Piñera Asociados, una de las formas que Sebastián Piñera utilizó para convertir a sus hijos en socios y millonarios

Hay constancia de, a lo menos, dos operaciones que transformaron a los cuatro hijos del Presidente en sus socios y en “donatarios” de su enorme fortuna. Estratagema que comenzó a cimentarse entre 2004 y 2005, y que aún guarda algunas incógnitas respecto a cómo se materializó y el tratamiento tributario que se le dio. Por ejemplo: ¿se pagaron los impuestos por las donaciones encubiertas?, ¿con qué porcentaje se quedó, en definitiva, Sebastián Piñera Echenique en las principales sociedades que comparte con sus retoños?, ¿si sus hijos hacen negocios –en China, por ejemplo–, favorecen estos también a su papá? Muchos misterios todavía sin resolver y cuestiones que la opinión pública tiene derecho a saber.


Cuando los dos hijos de Sebastián Piñera Echenique viajan a China con el Presidente, no lo hacen solo como sus vástagos, ni tampoco como meros emprendedores tecnológicos, sino que, en estricto rigor, lo hacen en calidad de socios del Primer Mandatario, pues Sebastián y Cristóbal son dueños de casi el 50% de Inversiones Odisea, sociedad sucesora de “Piñera Asociados”, y que concentra, directa o indirectamente, la principal cantidad de activos de la familia Piñera, los que están invertidos en el extranjero, como es el caso de Exalmar en Perú, y en fondos de inversión privados locales y foráneos, algunos vinculados directamente a las industrias de telecomunicaciones y al desarrollo tecnológico e informático.

Los hijos de Piñera Echenique ya son socios importantes de una fortuna que se ha avaluado en más de US$2.800 millones, según el ranking Forbes.

Hasta estos días existen varias dudas, las que el Jefe de Estado nunca ha despejado, y que cobran relevancia ante el cuestionamiento por el trato VIP a sus hijos: ¿cómo traspasó la mayor parte de su fortuna personal a sus hijos?, ¿qué figura y qué tratamiento tributario se le dio a esta “donación” encubierta?, ¿se pagaron impuestos o se hizo a través de una “planificación” tributaria que permitió eximirlos?, ¿con qué porcentaje se quedó, en definitiva, Sebastián Piñera Echenique en las principales sociedades que comparte con sus retoños?, ¿cuando sus hijos hacen negocios –en China, por ejemplo–, favorecen estos también a su papá? Todos, misterios todavía sin resolver y cuestiones que la opinión pública tiene derecho a saber.

Emprendedores millonarios

Sebastián y Cristóbal, a diferencia de sus hermanas Magdalena y Cecilia, han cultivado un perfil de emprendedores.

Sebastián Piñera Morel se ha desarrollado en el sector financiero, habiendo fundado BP Capital en 2013, firma dedicada a la gestión de fondos privados que, como anunció este medio, está en vías de liquidarse. Esto, según se ha expresado, porque a la compañía le ha resultado imposible contar con inversionistas institucionales como las AFP, debido al nexo con el Presidente, un riesgo reputacional que las administradoras no pueden correr.

El menor, Cristóbal, se ha dedicado al sector tecnológico, habiendo fundado Hop.in, una sociedad que, tras haber lanzado una aplicación sin mayor éxito, hoy se caracteriza por ofrecer servicios de chatbot a empresas privadas y, sobre todo, a reparticiones públicas. Su vínculo con licitaciones del sector público le ha valido una lluvia de críticas que hablan, nuevamente, de un trato preferente a los hijos del Presidente.

Cristóbal Piñera Morel contó una anécdota en relación con los costos de sacar adelante a su empresa, cuando en 2012 –en una entrevista en La Tercera– dijo que para ahorrar e invertir su capital en Hop.in, había vuelto a la casa de sus padres.

Piñera Asociados

El Mostrador pudo llegar a la certeza de que Sebastián Piñera les traspasó en vida a sus cuatro hijos, entre los años 2004 y 2005, una parte de su fortuna, a través de dos importantes hitos.

El primero, fue la conformación de Piñera Asociados, el año 2004, una sociedad colectiva que se constituyó entre Sebastián Piñera Echenique, como accionista minoritario, y sus cuatro hijos, como socios mayoritarios, en partes iguales.

Esta firma, que posteriormente se transformó en Inversiones Odisea, se fundó con un capital de 18 mil millones de pesos, pero al momento de nacer a la vida jurídica, solo se le enteró una parte muy menor del mismo. La figura legal de las sociedades colectivas deja pocas “huellas”, porque no requieren de otra formalidad que celebrarse por escritura pública, no hay que inscribirlas en el Registro de Comercio ni publicarlas en el Diario Oficial, tampoco sus modificaciones.

El actual Presidente aportó en efectivo solo 18 millones de pesos, quedándose con el 0,1% de la empresa. Y sus hijos Sebastián, Cristóbal, Magdalena y Cecilia Piñera Morel se quedaron con el 99,9% restante, en partes iguales (24,975% cada uno de ellos). Pero solo aportaron 500 mil pesos, en efectivo, cada uno de ellos, al momento de la constitución de la compañía. El saldo, de más de 17 mil millones de pesos, se comprometieron a pagarlo en un plazo no mayor a 12 meses, en efectivo. Es decir, para poder cumplir, cada hermano, a temprana edad, tendría que disponer de más de 4 mil millones de pesos en cash.

Por entonces, la mayor de los cuatro hermanos, Magdalena, era la única que tenía un título profesional. Era profesora y tenía 29 años, mientras el resto de sus hermanos eran todos estudiantes universitarios. Cecilia estudiaba Medicina (hoy es pediatra) y contaba 26 años; Sebastián era estudiante de Ingeniería Comercial (22 años) y el menor del clan, Cristóbal, estudiaba Psicología y recién había cumplido 20 años.

Pese a la juventud de los cuatro hermanos, no se sabe cómo –porque no se dice ni se dejaron rastros–, en el plazo pactado todos los Piñera Morel estuvieron en condiciones de aportar a la sociedad los más de 4 mil millones de pesos en efectivo comprometidos por cada uno. Así se dejó constancia en la escritura pública de ampliación del capital de Piñera Asociados, celebrada con fecha 30 de noviembre de 2005, aunque no se dice exactamente cuándo se entregaron estos recursos ni de dónde provinieron.

Así, de un día para otro, gracias a la sociedad Piñera Asociados, los cuatro hijos del Presidente pasaron a ser sus socios comerciales, mayoritarios, aunque no controladores, porque hay constancia que la administración de la empresa quedó en manos del socio minoritario, Sebastián Piñera Echenique, firma que tenía entre sus objetivos la administración de bienes financieros.

Se sabe que sumaron a la compañía a un selecto grupo de colaboradores, pero no en la propiedad de la misma, sino como mandatarios. Entre estos, destacan: Ana María Délano, hermana de Carlos Alberto, más conocido como el «Choclo», condenado por delitos vinculados a platas políticas; Juan Luis Rivera; Gustavo Valdés; Rafael Ariztía, actual asesor del Gobierno; y Nicolás Noguera, gerente general de Bancard.

El crédito y las nuevas generaciones

Por escritura pública de 30 de noviembre de 2005, Piñera Asociados, además de dar por íntegramente pagado el capital constitutivo de esta sociedad colectiva, realizó un aumento de capital por un total de 9.108 millones de pesos, que diluyó aún más la participación del padre y robusteció la posición de sus cuatro hijos.

Según consta en dicha escritura pública, la base patrimonial de Piñera Asociados creció 33,3%, pero esta vez solo gracias al aporte de los cuatro hijos del Mandatario.

Así, el Presidente veía diluida su participación hasta un 0,6%, mientras los cuatro hermanos mantenían el 24,98% cada uno.

¿Cómo, a sus 20 años, los Piñera Morel realizaron este aporte de capital? Esta vez no hizo falta la mención de dineros en efectivo, pues se buscó una fórmula alternativa, pero que dejó alguna huella.

Se trató de una cesión de la titularidad de un crédito que tenía el actual Jefe de Estado en contra de su sociedad Inversiones Bancard.

Dicho crédito era por 9.108 millones de pesos. Tras distintos trámites notariales, Inversiones Bancard terminó reconociendo como nuevos acreedores, de acuerdo al artículo 1902 del Código Civil, a los cuatro hermanos. Así, al ceder los hijos este crédito a Piñera Asociados, pudieron aumentar su participación en la sociedad. No se explica cómo ni por qué pudo ocurrir esto.

En palabras simples, el acreedor original de ese crédito de Inversiones Bancard era Piñera padre, sin embargo, el mandatario de Inversiones Bancard dejó como acreedores de la deuda a sus cuatro hijos, y es de esta forma que ellos enteraron el dinero correspondiente al aumento de capital.

Poco antes de la cesión de la titularidad de este crédito, Bancard realizó varias modificaciones internas. De este modo, Bancard International Investment INC, sociedad domiciliada en Islas Vírgenes Británicas y controladora final de Inversiones Bancard, había reconfigurado sus poderes para que Sebastián Piñera pudiera representar y administrar en Chile a Inversiones Bancard.

Fueron estas dos operaciones relacionadas con Piñera Asociados las que dejaron a los hijos del Presidente como socios y “donatarios” de su fortuna.

Contexto tributario y familiar

Para poner en contexto, en la actualidad, el impuesto a la herencia y las donaciones tiene una tasa progresiva (mientras mayor es la herencia, mayor es el impuesto) que va desde el 1% al 25%, con una exención a los herederos directos (cónyuge e hijos) si es que el monto del capital heredado es inferior a las 600 UTM ($29.244.600). Algo que, por monto, la familia Piñera evidentemente no cumple.

Lo que vino después es una historia más o menos conocida, pero de la cual la familia Piñera Morel nunca ha querido entregar detalles.

En el año 2006, Piñera Asociados pasó a llamarse Inversiones Odisea, reconfigurando la malla societaria del grupo familiar como se conoce en la actualidad.

En el caso de Odisea, la mayor parte de sus activos está invertida en el extranjero y en fondos de inversión privados locales chilenos, no sujetos a los fideicomisos.

Odisea es la división de inversiones , a la que se sumó una nueva sociedad, donde ahora sus nietos aparecen en el mapa.

Se trata de La Ilíada. En esta participan los cinco nietos del Presidente. La historia se repite.

Un reportaje de Ciper explicó que: «La Ilíada nació con un capital de solo $1 millón», del cual Sebastián y Cristóbal Piñera Morel «pusieron $250 mil cada uno. Los cuatro hijos de Magdalena Piñera y Pablo Rossel colocaron, en conjunto, otros $250 mil. El último cuarto del capital lo aportaron los dos hijos de Cecilia Piñera y Ricardo Levy”. Y esta sociedad, en solo dos meses, de su original capital inicial de $1 millón, fue capaz de invertir más de US$500 millones en Inversiones Odisea.

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