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Sebastián Piñera y su peligrosa sordera: el problema es usted Opinión

Sebastián Piñera y su peligrosa sordera: el problema es usted

Ernesto Barros G
Por : Ernesto Barros G Abogado. Twitter: e_barrosg Instagram: e_barrosg
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Ante el extravío del Jefe del Estado, la madurez y sensatez solo podrá ponerlas el pueblo de Chile, que seguirá en medio del humo de lacrimógenas y perdigones reunido en cabildos autoconvocados, jerarquizando demandas que van desde lo sectorial hasta el nuevo pacto constitucional. Los chilenos no nos dejaremos provocar, colocando la agenda de cambio y justicia que Chile reclama y volveremos a marchar, iremos alegres con sartenes, guitarras, con creatividad y energía. El Presidente no será invitado, no fue ni será parte de la marcha. A él y a su Gobierno les toca escuchar, entender y proveer gobierno. Ojalá escuche y haga la pega. Si no, que deje que otro la haga.


Este lunes, Sebastián Piñera cambió ocho ministros y reiteró que había escuchado el mensaje del pueblo de Chile.

Afirma haber oído, escuchado y, en un acto meditado, pretende apropiarse de las marchas del día viernes, las más numerosas de la historia de Chile. Pretende patéticamente además que Chile vive en normalidad. Han muerto personas, hay heridos, denuncias graves de violencia sexual perpetradas por las fuerzas del orden destinadas a mantenerlo.

Si hace una semana hablamos de desconexión, lo dicho el viernes y repetido este lunes es una abierta provocación.

¿Qué quiere el Presidente? ¿Que se convoque a una marcha más numerosa exigiendo su renuncia y la convocatoria del poder constituyente? Solo un profundo extravío de la realidad o un plan malvado, puede provocar tamaña desconexión con el pueblo chileno que lo eligió hace dos años.

De paso banaliza el cambio de gabinete: el nuevo ministro del Interior, o no fue consultado sobre el discurso del Presidente o, si lo hizo, participó en esta abierta provocación a la población. Conjeturo que ocurrió lo primero. Un ministro que no tiene ni 24 horas para implementar las urgentes medidas que el momento exige, es probable que no pueda ejercer de jefe de gabinete. Hay un solo jefe, el Presidente.

Los otros cambios en áreas sensibles quedan fagocitados por la emergencia, las protestas y marchas y los lamentables saqueos e incendios. Tres ministros sectoriales en áreas claves se mantienen: la ministra de Educación, que suponemos continuará la demolición fanática de lo poco que queda de Educación Pública; la ministra de Transporte, que perdió credibilidad, pues es responsable del alza del pasaje del Metro y de haber minimizado la reacción de las primeras protestas de estudiantes; y el ministro de Salud, que ya avisó que su agenda no la cambia la calle ni una marcha de un millón de chilenos. Ministros claves sin capital político ni credibilidad.

Sobre política y medidas a implementar, simplemente nada. Omite la imprescindible agenda institucional, el muy necesario debate y cronograma constitucional. ¿Piensa que chilenos y chilenas irán a cabildos con su ministro de Desarrollo Social? ¿La Constitución es un problema sectorial, de pobreza? Nada dijo sobre su agenda económica regresiva instalada en el Congreso en proyectos de ley. ¿Mantendrá la tramitación de la ofensiva e injusta Reforma Tributaria? Nula comprensión de la realidad, ese es el problema esencial. Y es un problema de la mayor envergadura política.

Por otra parte, el pueblo de Chile autoconvocado se manifiesta pacífico, pero hay también rabia y descontento arrastrados por años, quedando terreno fértil y abonado para el pillaje, robos y violentos actuando. Mala cosa.

Ante el extravío del Jefe del Estado, la madurez y sensatez solo podrá ponerla el pueblo de Chile, que seguirá en medio del humo de lacrimógenas y perdigones reunido en cabildos autoconvocados, jerarquizando demandas que van desde lo sectorial hasta el nuevo pacto constitucional. Los chilenos no nos dejaremos provocar, colocando la agenda de cambio y justicia que Chile reclama y volveremos a marchar, iremos alegres con sartenes, guitarras, con creatividad y energía. El Presidente no será invitado, no fue ni será parte de la marcha. A él y a su Gobierno les toca escuchar, entender y proveer gobierno.

Ojalá escuche y haga la pega. Si no, que deje que otro la haga.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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