PAÍS
El consenso al que llegaron la mayoría de los partidos del oficialismo y la oposición, y que tiene por objetivo fijar el camino para una nueva Constitución, generó ruido y no dejó satisfechos a algunos sectores al interior del Frente Amplio. Los diputados del Partido Humanista (PH) y el Partido Ecologista Verde (PEV) criticaron lo alcanzado por sus pares y más de 70 militantes de Convergencia Social, liderados por el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, decidieron renunciar a la colectividad en formación. Frente a esto, el diputado RD Miguel Crispi reconoció “diferencias bien profundas” al interior de la coalición, las que espera resolver «sin obligar a nadie». Pero antes, dice, «hay que terminar con las agresiones internas y, por otro lado, hay que reflexionar si queremos ser parte del mismo domicilio político».
El acuerdo firmado la madrugada del viernes por partidos de oficialismo y oposición no dejó satisfechos a algunos sectores al interior del Frente Amplio. Los diputados del Partido Humanista (PH) y el Partido Ecologista Verde (PEV) no estuvieron en la foto y criticaron lo alcanzado por sus pares, mientras que en Convergencia Social, el pacto generó una masiva renuncia de más de 70 militantes, incluyendo al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.
Frente a esto, el diputado de Revolución Democrática (RD) Miguel Crispi reconoció que existen “diferencias bien profundas” con algunos sectores de su coalición, las que espera resolver. Sin embargo, si eso no ocurre “nadie puede obligar a lo imposible”, señaló. Además, a juicio del parlamentario, es hora de sentarse a conversar internamente sobre la unidad y la composición de los partidos que integran el Frente Amplio (FA).
«Aquí hay un sector del Frente Amplio que cree en una política más testimonial que no es la que al menos creo yo y mi partido. Tenemos que cambiar las cosas y eso no se hace solo con el testimonio sino que también estando disponibles a conversar con otros actores políticos y a transar ciertas cosas para poder avanzar», dijo Miguel Crispi en entrevista con La Tercera.
Consultado por un replanteamiento de la composición del FA, el diputado recomienda que, pese a las diferencias internas, la mesa nacional de la coalición debiera sentarse con «cierta madurez y tranquilidad para ver si estas identidades pueden convivir o no dentro de un mismo pacto».
«Además, creo que lo inaceptable son las agresiones», señaló Crispi explicando que cuando la política se polariza «se empieza a optar por atacar al enemigo interno y hemos sentido, en particular como RD, muchas agresiones de parte de quienes consideramos que son nuestros aliados y eso no es excusable ni permitible».
«Esas son conversaciones que tenemos que tener tanto con el PH como con el PC porque la negociación fue acusada como una ‘cocina’ cuando no hay nada más contrario a eso. Es un espacio que tuvo como resultado abrir la democracia a las personas», aseguró.
A pesar del diagnostico, Crispi tiene fe en el futuro del Frente Amplio pero antes, dice, «hay que reflexionar si queremos ser parte del mismo domicilio político».
«Mientras más seamos, mejor; mientras más remeros se tiene dentro del bote que van a la misma dirección, bien. Pero si vamos a ir en distintas direcciones el bote empieza a dar vueltas en círculos. Este momento histórico que se abre con este proceso constituyente hay que tomárselo con la máxima seriedad y, para poder responder a las expectativas de la gente, el Frente Amplio debe tener estas conversaciones», comentó.
Frente al consenso al que se llegó la madrugada del viernes, Crispi dijo que lo que se acordó «no es perfecto», pero es innegable que es «un avance histórico», sobre todo porque «vamos a hacer una Constitución desde una hoja en blanco».
