Publicidad
Unión Española y el paso cambiado del fútbol Opinión

Unión Española y el paso cambiado del fútbol

El equipo podría sufrir una suspensión de cinco años de la Copa Chile, según Julio Álvarez, presidente de la Federación de Fútbol de Chile. «Aquí el que no quiera jugar es responsabilidad de él y si quiere reclamar ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) u otra instancia es problema de él. Si alguien no se presenta a jugar va a tener sanciones referentes a la Copa Chile, de cinco años de no poder participar en el torneo», sentenció. A lo anterior se agrega una multa de 500 UF (unos 28,7 millones de pesos), añadió el dirigente.


El fútbol chileno sigue mostrando desorden y un paso cambiado respecto de lo que se observa en otros países. Cambios de reglas a medio camino, incumplimiento de sus propias deportivas, una liguilla de ascenso improvisada que se salvó por la seriedad de sus protagonistas y abulia para tomar decisiones importantes, como el nombramiento de un entrenador para la selección sub’20, acéfala desde hace más de un año.

En ese causa ninguna extrañeza que un ránking de la Federación de Historia y Estadística del Fútbol -IFFHS en inglés- deje al torneo chileno como el peor de Sudamérica. A nivel mundial, nuestra liga está en el lugar 53, que supone 14 puestos más arriba que el año pasado, pero manteniéndose en el último lugar de la región. Por encima de Chile están los torneos de Perú (47), Venezuela (41), Bolivia (38), Uruguay (34), Ecuador (14), Paraguay (11), Argentina (9), Colombia (5) y Brasil (2, superado sólo por Inglaterra, que lidera la clasificación mundial).

En ese contexto, el llamado «caso Unión Española, que agitó las aguas no causa extrañeza en un ambiente ya acostumbrado a que nada se haga como corresponde.

[cita tipo=»destaque»]Segovia abandonó Chile y no ha vuelto desde que trató de presidir la ANFP sin éxito, como parte de la conjura para sacar a Marcelo Bielsa de la selección nacional y participó en la instalación de Sergio Jadue al frente de asociación,  de cuya mesa fue vicepresidente. Además, está involucrado en un caso judicial por el presunto pago de coimas para la acreditación de la Universidad SEK, que involucró a Luis Eugenio Díaz, expresidente de la Comisión Nacional de Acreditaciones (CNA) y amigo del español, finalmente declarado culpable de soborno, cohecho y lavado de activos. En el caso también fue formalizado José Schroeder, exrector de esa universidad.[/cita]

«Se consumó la farsa y el abuso de poder. Felicidades ANFP por la honrada gestión realizada», publicó en su Twitter el domingo pasado, Jorge Segovia, controlador del Colegio Internacional SEK Chile, propietario a su vez del club Unión Española que -por orden suya- no se presentó al partido que debía jugar en La Serena con Universidad de Chile, en una de las semifinales de la Copa Chile.

A juicio de Segovia, ese partido era ilegal, porque el pasado octubre tras el estallido social que aún conmociona al país, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) dio por finalizada la temporada 2019, proclamó campeón a Universidad Católica, subcampeón al Colo Colo y adoptó otras resoluciones que sirvieron a varios clubes para despedir técnicos y jugadores.

Segovia abandonó Chile y no ha vuelto desde que trató de presidir la ANFP sin éxito, como parte de la conjura para sacar a Marcelo Bielsa de la selección nacional y participó en la instalación de Sergio Jadue al frente de asociación,  de cuya mesa fue vicepresidente. Además, está involucrado en un caso judicial por el presunto pago de coimas para la acreditación de la Universidad SEK, que involucró a Luis Eugenio Díaz, expresidente de la Comisión Nacional de Acreditaciones (CNA) y amigo del español, finalmente declarado culpable de soborno, cohecho y lavado de activos. En el caso también fue formalizado José Schroeder, exrector de esa universidad.

Si bien fue citado a declarar como imputado en el caso, Jorge Segivia se fue de Chile sin comparecer, aunque en 2013 declaró por redes sociales, desde España, ante los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena.

«Quédense con su ‘victoria’, nosotros preferimos quedarnos con la dignidad que implica ser consecuentes con los principios. Suerte en la Libertadores», agregó Segovia en ese mensaje dominical y ha anunciado acciones en tribunales deportivos internacionales, para tratar de revertir el triunfo por secretaría de Universidad de Chile, aunque ello pueda desembocar en una paralización de todo el fútbol local.

La U, en tanto, ganó no sólo el partido, sino accedió a la final de la Copa Chile frente al Colo Colo -la cual finalmente perdió durante la semana-, ya que en la otra semifinal derrotó en la tanda de penales a Universidad Católica, además del ansiado «Chile Cuatro» en la próxima Copa Libertadores.

«Más orgulloso que nunca de ser de Unión Española. Un equipo con decencia, con historia y con estadio», había tuiteado antes del partido Segovia, a quien algunos analistas -en parte- le dan la razón, sobre la base de la decisión de la ANFP de dar por terminada la temporada 2019.

Pero según Universidad de Chile y la ANFP, está profundamente equivocado, porque la Copa Chile no la organiza dicho organismo, sino la Federación de Fútbol de Chile, que decidió que la edición 2019 se decidiera en la cancha y, por lo tanto, el triunfo de la U por no presentación y su clasificación a la Libertadores son legales.

En lo futbolístico y pese a algunas incorporaciones de nuevos jugadores, las apuestas no favorecen a los azules en el torneo internacional, pues su primer rival, con el que debe definir un pase a la fase de grupos, es el poderoso Internacional de Porto Alegre de Brasil.

Unión Española, en tanto, podría sufrir una suspensión de cinco años de la Copa Chile, según Julio Álvarez, presidente de la Federación de Fútbol de Chile. «Aquí el que no quiera jugar es responsabilidad de él y si quiere reclamar ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) u otra instancia es problema de él. Si alguien no se presenta a jugar va a tener sanciones referentes a la Copa Chile, de cinco años de no poder participar en el torneo», sentenció.

A lo anterior se agrega una multa de 500 UF (unos 28,7 millones de pesos), añadió el dirigente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias