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Informe Gemines compara la crisis del coronavirus con una “avalancha” y advierte que el mundo y Chile están ad portas de una recesión MERCADOS Crédito: Agencia EFE

Informe Gemines compara la crisis del coronavirus con una “avalancha” y advierte que el mundo y Chile están ad portas de una recesión

Si bien los primeros indicios del mes apuntaban a que era factible tener un 2020 con un crecimiento de entre 1,0 y 2,0 %, la aparición de la pandemia y sus efectos propinaron un nuevo mazazo a la economía chilena, que se puede traducir en una caída del PIB “incluso superior a la registrada el 2009 (-1,6%) producto de la crisis subprime”, señala el informe de la consultora. En su análisis, Gemines advierte que “si bien la economía chilena ha mostrado una buena capacidad de ajuste y reacción a los efectos de las movilizaciones y la violencia, la posibilidad de una crisis global por la epidemia de coronavirus y su extensión a Chile, puede traducirse en una recesión durante este año”, con especial impacto en el sector servicios, vale decir, turismo, restaurantes y hoteles, recreación, transportes, educación y comercio.


“Incertidumbre, incertidumbre… más incertidumbre”. Así resume Gemines en su informe de marzo la situación política y económica que afecta a Chile, marcada por el estallido social, el escenario económico interno y externo y sobre todo el impacto del coronavirus.

“Si bien la economía chilena ha mostrado una buena capacidad de ajuste y reacción a los efectos de las movilizaciones y la violencia, la posibilidad de una crisis global por la epidemia de coronavirus y su extensión a Chile, puede traducirse en una recesión durante este año”, señala el reporte correspondiente al presente mes.

En términos de cifras, Gemines señala que si bien en primera instancia se vislumbraba como “posible tener un 2020 con un crecimiento de entre 1,0 y 2,0 %”, considerando que en términos de actividad y empleo “los números para el comienzo de este año han sido menos malos de lo que se esperaba”, las consecuencias de la pandemia del coronavirus han generado un nuevo golpe de las expectativas.

“El escenario ha cambiado con esa rapidez e inexorabilidad que solo la Naturaleza puede regalarnos. Las avalanchas empiezan suavemente hasta que son exponenciales en su crecimiento y potencial destrucción. Esta vez llegó en forma de pandemia, algo muy distinto a los para nuestros habituales terremotos o aluviones”, indica.

En términos de sectores, el informe señala que “es bastante probable que el contagio del virus se incremente en las próximas semanas y llegue a tener una alta incidencia en el otoño y el invierno, lo que evidentemente afectará el normal funcionamiento de una parte relevante de la economía. Así, el sector servicios, con particular impacto sobre Turismo, restaurantes y hoteles, recreación, transportes, educación y comercio, bajaría significativamente su nivel de actividad, llevando a una contracción del PIB durante el segundo y tercer trimestres. La intensidad de dicha caída dependerá de la evolución de los contagios en los próximos meses”.

En este marco, advierten que una fase 4, como la que fue declarada este lunes en el país, y si se llega a “la obligación de permanecer en las casas”, al igual como ha sido decretado en otros países, “el impacto económico será mayúsculo, con una caída de PIB muy intensa en el segundo y probablemente en el tercer trimestre”.

De este modo, concluyen que “aunque sin poder descartar una evolución peor, dado que el escenario económico interno y externo aún están muy ‘líquidos’, prevemos que el crecimiento económico el presente año se situaría en un rango de entre -1,0 y 1,0”.

“En lo externo, parece razonable pensar que el presente año la economía mundial entrará en recesión, la que puede ser más profunda que la del 2009 provocada por la crisis subprime, a pesar que en el transcurso de los próximos meses el impacto de la pandemia debería reducirse significativamente en el hemisferio norte. Una economía pequeña y muy abierta como la nuestra, históricamente se ha visto seriamente impactada cuando el entorno económico mundial se deteriora, más aún cuando dicho deterioro afecta seriamente a nuestros principales socios comerciales”, advierte el informe.

Pero el panorama puede ser aún peor, dado que “evidentemente si la situación externa se agrava más allá de lo esperado, y el impacto negativo del coronavirus se alarga hasta el segundo semestre, es factible pensar en una caída del PIB más pronunciada, la que podría ser superior a la registrada el 2009 (-1,6%) producto de la crisis subprime”.

“Si es que esta crisis se transforma en una desaceleración profunda en el crecimiento global o en una recesión, no cabe duda que el crecimiento interno se resentirá mucho más y se podría producir una recesión en Chile, escenario que, desgraciadamente, no puede descartarse. Este resultado está condicionado a la severidad con que se desarrolle la epidemia en Chile”, añade.

Plebiscito

La situación –de acuerdo a Gemines– también tiene claras consecuencias políticas y pone en tela de juicio la realización del plebiscito del 26 de abril, tal como lo han venido advirtiendo desde el Colegio Médico y algunos sectores políticos. “Es bastante probable que la incidencia del coronavirus en nuestro país se incremente en forma relevante a lo largo de las próximas semanas, lo que en el extremo puede llevarnos a una evolución similar a la observada en países como España o peor aún Italia. De ser así, es poco probable que estén las condiciones para que se efectúe el plebiscito”, recalca el reporte.

En cuanto a mantener el calendario electoral intacto, Gemines advierte que “por más voluntad política que hubiera, y con todos los resguardos posibles, evidentemente sería muy irresponsable por parte de la autoridad el seguir adelante con la elección. De celebrarse en esas condiciones, el nivel de participación sería bajísimo, simplemente por el razonable temor de la gente al contagio, lo que en la práctica restaría legitimidad al proceso”.

Otra consecuencia colateral de la pandemia es el restablecimiento del orden público. De hecho, Gemines subraya que “incluso las manifestaciones masivas, el vandalismo y la violencia, tan presentes los últimos meses, disminuirían significativamente en un escenario de incremento en la incidencia del virus. Es decir, probablemente tendríamos un plebiscito postergado y un significativo restablecimiento del orden público, lo que comparado con el momento actual, significa un cambio muy relevante en el escenario político”.

 

 

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