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Recuperar la alegría Opinión

Recuperar la alegría

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Con esto de la pandemia, los escenarios son muy dispares y distintos para ver como viene la mano con respecto al futuro inmediato del «Niño Maravilla». Asoman nombres de equipos como A.de Madrid, Tottenham, Roma y alguno que otro más. Sánchez -a sus 31 años- sigue estando en condiciones de marcar diferencias donde vaya, por que es un delantero de talla mundial. Cuando está fino y anímicamente óptimo, es un jugador que marca diferencias y por eso que necesita escucharse él, saber qué necesita para volver a sonreír, un equipo que lo haga sentirse importante y a lo mejor dejar de lado un contrato poderoso o un status de “estrella a nivel salarial”. Eso está de facto ok. Donde vaya será un jugador bien pagado, porque lo vale.


El lunes se cumplieron 14 años del debut de Alexis Sánchez en la Roja. Dueño de todos los récords con la camiseta de Chile: goleador histórico, más triunfos, más partidos y mayor cantidad de asistencias. Números tremendos. Indiscutidos y absolutos. Pero…¿Está bien en la actualidad?

Desde que decidió fichar por el United, con el famoso video del jugador tocando el piano y después apareciendo en el mítico Old Trafford con la camiseta número 7, la carrera de Sánchez ha venido en una involución más que preocupante, por que las condiciones y talentos al momento de jugar no las ha perdido, pero si se extraviaron. ¿Responsables? Alexis y un par de malas decisiones.

Cuando estaba marcando diferencias y era el jugador determinante en el Arsenal de Arsene Wenger, Pep Guardiola soñaba con el chileno como extremo izquierdo. El catalán lo quería si o si, sin embargo y en la previa de un partido clave por el camino a Rusia 2018, el tocopillano y su círculo más íntimo negociaban horas antes de enfrentar a Paraguay, entre los dos colosos de Manchester: United y City. Cuando todo hacía presagiar que iría al club de Pep, la sorpresa fue que terminó llegando al plantel de Mourinho, que a simple vista hacía cuestionar esta determinación, pero claro, es una de las instituciones más poderosas del orbe y, además, pasaba a ser el jugador mejor pagado de la Premier.

[cita tipo=»destaque»]Alexis necesita volver a sentir que es determinante, que la pelota está pegada a su botín, como cuando se le ve correr en un parque de Inglaterra o en su casa de Italia junto a sus inseparables perros. Es un niño que maduró como jugador y hombre, pero que jamás ha perdido su esencia del «cabro chico» bueno para la pelota. Creció, aumentó su musculatura, se codea con los mejores del mundo, pero ha perdido esa felicidad que se le veía en Cobreloa, Colo Colo, River Plate, Udinese, Barcelona y Arsenal. La sonrisa se le extravió en United e Inter de Milán.[/cita]

Y claramente la estadía en United fue más de agraz que dulce. El portugués lo utilizaba de volante por izquierda, con más responsabilidades de marcar y seguir al lateral que poder desplegar toda su picardía, regates y remates al arco. Se le notaba incómodo, pero todos sabemos que Sánchez es un deportista que siempre busca la excelencia y los logros, sin embargo, en los Diablos Rojos estaba más marcado el camino de las penas, que el de las alegrías. Además, el periodismo inglés ya comenzaba su campaña de críticas contra el jugador que más dinero ganaba y que no respondía a su cartel de estrella. Empezó a perder confianza y además, llegaron un par de lesiones que lo desplazaron del lugar estelar.

En medio de todas esas dudas, se escribían y comentaban muchas cosas. Equipos de Inglaterra, España, Italia y Alemania aparecían en el horizonte del delantero nacional. Sánchez es de esos jugadores que puede decidir donde jugar. Ofertas no le faltarán jamás, por la calidad y categoría del jugador, no obstante está en ese momento que debe tomar un nuevo rumbo en su carrera, más aún en la etapa que ya se encamina hacia la recta final.

La opción de volver a Italia -donde dejó grandes recuerdos en el Udinese- pacería no muy adecuada, más tomando en cuenta como se juega allá y, si bien era el Inter de Milán de Conte, los nerazurros ya habían puesto los euros y fichas en el belga Lukaku (60 millones de euros pagaron) quien fue compañero de Sánchez en Old Trafford.

Claramente, Conte tenía en mente que su dupla era Lukaku y Lautaro Marínez. La gran venta del mercado europeo una vez que se levante la cuarentena, porque el seleccionado argentino es la prioridad del Barcelona y estaría dispuestos a pagar más de 100 millones de euros por el delantero trasandino. En ese contexto, otra vez Sánchez no era la prioridad y así lo dejó entrever siempre Conte. Pocos minutos, alternativa en algunos partidos y nuevamente las lesiones fueron parte de la estadía de Alexis en el Giuseppe Meazza.

Es un contrato de préstamo, sin opción de compra, por lo cual el atacante chileno debe volver al United, donde aún tiene un año más de contrato. Desde Inglaterra ya han llegado muchas voces que Sánchez no estaría considerado y tratarían de venderlo para recuperar algún redito económico.

Con esto de la pandemia, los escenarios son muy dispares y distintos para ver como viene la mano con respecto al futuro inmediato del «Niño Maravilla». Asoman nombres de equipos como A.de Madrid, Tottenham, Roma y alguno que otro más. Sánchez -a sus 31 años- sigue estando en condiciones de marcar diferencias donde vaya, por que es un delantero de talla mundial. Cuando está fino y anímicamente óptimo, es un jugador que marca diferencias y por eso que necesita escucharse él, saber qué necesita para volver a sonreír, un equipo que lo haga sentirse importante y a lo mejor dejar de lado un contrato poderoso o un status de “estrella a nivel salarial”. Eso está de facto ok. Donde vaya será un jugador bien pagado, porque lo vale.

Alexis necesita volver a sentir que es determinante, que la pelota está pegada a su botín, como cuando se le ve correr en un parque de Inglaterra o en su casa de Italia junto a sus inseparables perros. Es un niño que maduró como jugador y hombre, pero que jamás ha perdido su esencia del «cabro chico» bueno para la pelota. Creció, aumentó su musculatura, se codea con los mejores del mundo, pero ha perdido esa felicidad que se le veía en Cobreloa, Colo Colo, River Plate, Udinese, Barcelona y Arsenal. La sonrisa se le extravió en United e Inter de Milán.

Todavía tiene mucho que entregar, es un crack, solo necesita espacio y un nuevo lugar en el planeta fútbol…Déjenlo correr, él sabrá donde.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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