Opinión
Es indiscutible que la prioridad de la gestión municipal debe continuar siendo la salud y seguridad de las personas. Para eso, los municipios necesitan desarrollar protocolos claros y eficientes en conjunto con el mundo privado y el gobierno central, y así articular de forma segura la reapertura de rubros como la construcción, el comercio, el sector hotelero y el gastronómico, entre otros. En un contexto de alto nivel de incertidumbre, polarización y un activo calendario electoral, es prioritario garantizar también el orden social, la seguridad pública y mantener canales de comunicación bilateral entre la municipalidad y quienes forman parte de los rubros pertinentes.
Mientras nuevas comunas avanzan hacia el desconfinamiento, es de suma importancia destacar el rol protagónico que tienen los municipios en el proceso, tanto en materia sanitaria, social y desde ahora, especialmente, en la reactivación económica del país.
Es indiscutible que la prioridad de la gestión municipal debe continuar siendo la salud y seguridad de las personas. Para eso, los municipios necesitan desarrollar protocolos claros y eficientes en conjunto con el mundo privado y el gobierno central, y así articular de forma segura la reapertura de rubros como la construcción, el comercio, el sector hotelero y el gastronómico, entre otros.
[cita tipo=»destaque»]Otro sector muy golpeado es el gastronómico y necesita contar con el apoyo de las municipalidades. Incluir el criterio de quienes conforman el rubro para establecer conjuntamente aforos, flexibilizar el uso del espacio público para que los restaurantes puedan atender a sus clientes al aire libre, como se hace en Europa, brindarles facilidades en el pago de patentes y modernizar la normativa existente, son solo algunas de las acciones que resultan básicas para encaminar su reactivación.[/cita]
La municipalidad puede actuar como medio y potencializador de la economía local. Durante mi alcaldía en Santiago tuve la oportunidad de apoyar a las pymes después del terremoto de 2010. Las formas fueron varias. Brindamos inyecciones de liquidez aportadas por la misma municipalidad y el sector privado, para aumentar el flujo de caja, capacitaciones para motivar su reinvención, asistencia en la aplicación para fondos concursables como Sercotec y Corfo, y generamos nexos entre empresas para que las más pequeñas puedan ser parte de los proveedores de aquellas que son eran grandes.
Hoy más que antes, el mundo privado debe ser un aliado y una guía para las municipalidades, sobre todo al momento de tomar medidas de cara a la reactivación. En Ñuñoa, los efectos de la falta de comunicación activa entre la municipalidad y el gremio de la construcción son evidentes, pues se implementó una ordenanza que es ajena a la realidad del sector. La fiscalización de horarios y ruidos en este rubro debe tener un enfoque de seguridad sanitaria, pero también de reactivación, más ahora cuando nos encontramos en un escenario donde el desempleo en la construcción es de 30,6%, según el boletín del INE más reciente.
Otro sector muy golpeado es el gastronómico y necesita contar con el apoyo de las municipalidades. Incluir el criterio de quienes conforman el rubro para establecer conjuntamente aforos, flexibilizar el uso del espacio público para que los restaurantes puedan atender a sus clientes al aire libre, como se hace en Europa, brindarles facilidades en el pago de patentes y modernizar la normativa existente, son solo algunas de las acciones que resultan básicas para encaminar su reactivación.
A fin de llevar a cabo todas estas tareas, en un contexto de alto nivel de incertidumbre, polarización y un activo calendario electoral, es prioritario garantizar también el orden social, la seguridad pública y mantener canales de comunicación bilateral entre la municipalidad y quienes forman parte de los rubros pertinentes. Sin ello no será posible la reactivación del país.
