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Crédito: ATON
Desde la semana pasada ya se hablaba de una crisis humanitaria en Colchane, sin embargo La Moneda esperó hasta este martes para mandar a sus ministros y hacerse presente en la Región de Tarapacá. Pero los alcaldes de la zona no están muy contentos con la visita y piden a las autoridades que por favor no vayan a turistear, con una planificación que lleva el nombre de la comuna («Plan Colchane») pero del que poco y nada se sabe. Rodrigo Delgado, titular de Interior, encabeza la excursión, en medio de críticas a su gestión y comentarios que apuntan a que esta es una gran oportunidad para demostrar el liderazgo político que —según dicen los mas críticos— no ha tenido desde que llegó al gabinete de Sebastián Piñera. A su llegada a la zona, Delgado acotó las expectativas, señalando que la solución a este tema «es un proceso que no es la noche para mañana» [ACTUALIZADA]
A pesar de que el líder del Partido Republicano José Antonio Kast se les adelantó y llegó primero a Colchane, este martes arribó a la región de Tarapacá el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en medio de la denominada «crisis migratoria» desatada en la zona donde la semana pasada se evidenció una masiva entrada de ciudadanos venezolanos.
El viaje de Delgado, que llegó al epicentro de la crisis humanitaria de migrantes junto al canciller Andrés Allamand y el ministro de Defensa Baldo Prokurica, no busca cavar una zanja en la frontera sino que, según aseguran fuentes cercanas a Palacio, tiene por objetivo concretar el «Plan Colchane», del que poco se sabe pero —como dijo el mismo el jefe del gabinete— se darán a conocer detalles en los próximos días.
La comitiva especial enviada desde Santiago se reunirá con al menos 14 autoridades. Entre ellas, el subsecretario de Desarrollo Regional, Pablo Galilea, y el jefe del Departamento de Extranjería, Álvaro Bellolio, aunque la agenda se ha mantenido bajo absoluta reserva. A su llegada a la zona, Delgado acotó las expectativas, señalando que la solución a este tema «es un proceso que no es la noche para mañana».
Desde Chile Vamos —que ven la situación como una oportunidad de demostrar liderazgo de parte del ministro del Interior— han pedido que Delgado llegue con medidas concretas al norte. La expulsión a migrantes irregulares luego de haber entregado medidas humanitarias necesarias y la instalación de campamentos fuera de la ciudad, son algunas de las solicitudes hechas desde el oficialismo.
Delgado, que ha tenido un alto perfil en el proceso de vacunación por Covid-19, llegó al primer fin de semana de febrero con más de una polémica. Además del anuncio de corte de rutas por parte de los camioneros del sur, cientos de migrantes indocumentados cruzaron desde Bolivia por Colchane y para qué mencionar la muerte de un malabarista en Panguipulli tras un inusual control de identidad de Carabineros. Los más críticos en su misma tienda señalan que el ministro Delgado ha reaccionado tarde y lo tachan por haber sido un alcalde “pro migración» en Estación Central.
«Su estilo muchas veces hace parecer que está ausente», coincide el licenciado en Historia y Magister en ciencia política ligado a RN Tomás Duval. El analista cree, sin embargo, que Delgado justamente ahora, tiene una oportunidad de insertarse definitivamente en su rol y ejercerlo. La traba es que el ministro Delgado no no forma parte de los hombres de confianza del Presidente Piñera, cuestión que le deja poco margen de acción. “No tiene las características de un jefe de gobierno”, dijo Duval a El Mostrador.
El Presidente Sebastián Piñera se pronunció este lunes ante la «crisis migratoria» y recordó que una de sus primeras medidas de esta segunda administración fue “ordenar la casa” en relación justamente a la migración. En ese sentido, el Mandatario destacó la ley de migración que, eso sí, aún no ha sido promulgada, y apuntó las responsabilidades hacia el Gobierno anterior, encabezado por Michelle Bachelet, y al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, país de donde proviene la mayor cantidad de inmigrantes que entran a Chile en forma irregular.
Desde la semana pasada ya se hablaba de una crisis humanitaria de proporciones que se vive aún por estos días en la comuna de Colchane, una localidad cercana a la frontera con Bolivia y que en un corto período de tiempo ha recibido a más de 1.800 migrantes -la mayoría desde Venezuela-, quienes han cruzado por pasos no habilitados. Para una localidad cuya población no supera las 1.500 personas, es evidente que un flujo de esta magnitud ha implicado que se esté al borde del colapso total, incrementando además sustancialmente el riesgo de contagio de coronavirus.
Quienes no están muy contentos con la ilustre visita gubernamental son los alcaldes de la región que acusaron una total desconexión del Gobierno con la profunda crisis humanitaria que afecta a la zona.
El alcalde independiente de Colchane, Javier García, dijo a Radio Bío Bío que en las comunidades indígenas como la suya las propuestas se generan desde el dialogo y «nadie del Gobierno ha informado sobre el contenido del Plan Colchane ni menos quienes lo elaboraron».
Indicando que su región también tiene problemas de tráfico de personas, el alcalde liberal de Arica, Gerardo Espíndola, se plegó a la crítica y aseguró que el Gobierno no se ha contactado con él, acusando además la toma de decisiones a nivel central, sin consultarles a los jefes comunales.
Desde Iquique, el alcalde Mauricio Soria solicitó el refuerzo del control fronterizo y de los hospitales de campaña en el lugar, para atender a inmigrantes, que desde septiembre a la fecha, superan los 20 mil. Además, también señaló la falta de comunicación por parte del Gobierno. «Las visitas deben ser para resolver, no para conocer porque esto ya está archiconocido (sic) (…) Para que me escucharan tuve que colocar un recurso de protección, porque cuando vienen no se entrevistan con los alcaldes, entonces tienen una desconexión con el territorio», dijo.
