MUNDO
Crédito: Vía Twitter @POTUS
El avance del COVID-19 fue uno de los temas centrales del encuentro virtual del grupo de siete de los países más industrializados del orbe, el primero con el nuevo presidente de Estados Unidos. El tono del G-7 fue claramente cooperativo y colectivo, ya que Biden trató de proyectar un mensaje de reencuentro con el mundo y con las instituciones globales después de cuatro años de políticas de «primero Estados Unidos» de Donald Trump. En el comunicado final tras la reunión, el grupo se comprometió a trabajar junto a la OMS para acelerar el desarrollo y la producción de vacunas, y apostaron por el 2021 como “un punto de inflexión para el multilateralismo y para moldear una recuperación que promueva la salud y la prosperidad de nuestra gente y del planeta». También hubo mensajes a China, con una alusión a las “políticas y prácticas no orientadas al mercado”.
En un encuentro virtual marcado por la pandemia del coronavirus, y en el debut de Joe Biden en el grupo, los líderes del G-7 expresaron este viernes su intención de hacer de este año «un punto de inflexión para el multilateralismo» y también se comprometieron a promover «prácticas transparentes y responsables» en materia de vacunas.
Según destaca la agencia Reuters, el tono del G-7 fue claramente cooperativo y colectivo, ya que Biden trató de proyectar un mensaje de reencuentro con el mundo y con las instituciones globales después de cuatro años de políticas de «primero Estados Unidos» de Donald Trump.
En el comunicado final tras la reunión, el grupo de siete de los países más industrializados del orbe se comprometieron a trabajar junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para acelerar el desarrollo y la producción de vacunas.
Los líderes del Reino Unido, Japón, Canadá, EE.UU., Italia, Alemania y Francia también anunciaron compromisos financieros por 4.000 millones de dólares para programas de apoyo a la vacunación a los países en desarrollo. En la reunión también participaron los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en representación de la UE.
«Recurriendo a nuestras fortalezas y valores como sociedades democráticas y abiertas, trabajaremos juntos y con otros para hacer de 2021 un punto de inflexión para el multilateralismo y para moldear una recuperación que promueva la salud y la prosperidad de nuestra gente y del planeta», señala el comunicado.
Asimismo, acordaron aumentar la capacidad de producción de dosis, al tiempo que elevaron sus compromisos financieros para iniciativas destinadas a permitir el acceso a las mismas de los países en desarrollo, como COVAX y compartir mejor la información sobre nuevas variantes y promover prácticas más transparentes.
La Unión Europea (UE) se mostró satisfecha con la declaración del G-7. «La UE saluda que la declaración mencione claramente ‘prácticas transparentes y responsables’ en el contexto de las vacunas. Esto se refiere a la necesidad de que las empresas farmacéuticas cumplan sus obligaciones contractuales de modo justo», explicaron fuentes europeas tras el encuentro virtual de los líderes del G7, según señala la agencia EFE.
En su intervención, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, pidió a los miembros del G7 «avanzar juntos” en la campaña de vacunación.
«Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo esté vacunado, porque esta es una pandemia global y no tiene sentido que un país gane a los otros, tenemos que avanzar juntos”, dijo el premier al comienzo de la cumbre.
En otro de los puntos fundamentales de la presidencia de turno británica este año, el G7 coloca las ambiciones sobre cambio climático en el centro del debate, con el objetivo declarado de emprender una transición que cree nuevos puestos de trabajo y reduzca las emisiones a cero antes de 2050. De hecho, el foco estuvo en una recuperación económica ecológica, el mismo día en que Estados Unidos se reincorporó al acuerdo climático de París.
También hubo alusiones a China, dado que en su comunicado oficial, el G-7 dijo que defenderá las economías abiertas, «la libre circulación de datos con confianza» y trabajará en «un sistema de comercio multilateral basado en normas, modernizado, más libre y más justo».
En una clara referencia a Pekín, afirmaron que «se consultarán mutuamente sobre los enfoques colectivos para abordar las políticas y prácticas no orientadas al mercado».
