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La rebelión de RN que ahora golpea a Sichel Opinión

La rebelión de RN que ahora golpea a Sichel

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
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El choque anímico que recibió la derecha con las primarias tuvo un vuelo corto con el “llamado al orden” de su candidato. Algo similar a lo que le pasó a Boric con la frustrada visita a la cárcel. Ambos, abusando un poco del éxito, cometieron un error no forzado, lo que debería llevarlos a entender que ni la UDI/RN, ni menos el PC, les entregarán un cheque en blanco. A esto se suma la aparición de JAK por la derecha y de quien resulte electo(a) en la ex Nueva Mayoría por el centro, los que, a pesar de partir con desventaja, pueden apurar el paso aprovechando los errores de quienes ganaron las contiendas del 18 de julio. 


¿Qué está pasando en Renovación Nacional? Aunque las cosas no venían bien desde al menos dos años, las candidaturas de Mario Desbordes a la presidencia del partido y a las primarias se convirtieron en el corolario de la crónica de una muerte anunciada. Pasadas unas semanas desde la elección en Chile Vamos, tiendo a pensar que el exministro de Piñera intentó provocar intencionalmente una discusión interna de fondo en la colectividad. Es un hecho que RN tiene una división ideológica y de liderazgos muy acentuada. Tensionados por un ala cada vez más similar a la UDI –encabezada por Allamand– versus un sector liberal –en lo económico y moral–, cuyo rostro es –o era, más bien– Desbordes. 

Lo cierto es que Desbordes perdió la batalla. Se impusieron los conservadores, quienes no tuvieron problemas en acertar un duro golpe al partido. No solo abandonaron a su suerte al candidato electo de manera democrática, sino que además tomaron partido por un ajeno con pasado DC y apoyado por La Moneda. Le dieron la espalda por completo a su carta presidencial. A Desbordes le pasaron la factura por su apoyo a los retiros, su capacidad de diálogo con la oposición y su postura frente al 18/O. Pero faltaba la demostración final de la crisis de RN. Ahora un grupo de diputados pidió libertad de acción para apoyar a JA Kast. La vuelta de mano a Chahuán que invocó el mismo argumento para dejar caer a Desbordes. 

¿Quiénes son los parlamentarios de Renovación Nacional que amenazan con agudizar la crisis de la colectividad? Se trata de un grupo ultraconservador –incluso a la derecha de Allamand– que estuvo por el Rechazo, se opone al matrimonio igualitario y cuyos integrantes tampoco estuvieron por apoyar los proyectos de retiro. Incluso, entre ellos y ellas existen declarados fanáticos de la figura de Pinochet. Sin duda, cercanos a las ideas de José Antonio Kast. Entonces la pregunta es: ¿qué hacen en el otrora partido más liberal de la derecha?

En todo caso, el problema de fondo no son ellos sino el giro en marcha atrás –respecto de la historia y los tiempos– que hizo ese partido. RN es hoy uno que mira al pasado y, lo peor, dividido y sin identidad. Y por supuesto, con un nivel de lealtades muy precario. 

El grupo que encabeza la segunda rebelión –la primera fue contra Desbordes– en menos de dos meses está compuesto por Leonidas Romero, Miguel Mellado, Camila Flores, Francesca Muñoz y Eduardo Durán, a los que se suman dos ex RN que ya renunciaron a ese partido en 2020, Harry Jürgensen y Cristóbal Urruticoechea. Y el dolor de cabeza no solo afecta al senador Chahuán sino también a Sebastián Sichel. Luego del impasse, cuando intentó alinear a los parlamentarios del sector en torno al cuarto retiro, el presidenciable entendió que la convivencia con los partidos no será fácil. Pero, de fondo, la señal que dieron estos diputados de RN es que el sector más conservador –que incluye a muchos UDI– se irá con Kast. Mala partida para Sichel. 

Quedan poco más de tres meses para la primera vuelta de noviembre. La incógnita será si Chile Vamos logra ordenarse en torno a un independiente que tiene agenda propia, un equipo de empresarios ex DC, actúa de manera arriesgada y no duda en separar la agenda político-económica de la ética y moral.

En la primera, de seguro contará con el respaldo más o menos transversal de todas “las tendencias” de la derecha. En la segunda, en cambio, Sichel se verá forzado a regular sus posiciones liberales –que le ayudaron en la campaña–, como su abierto apoyo al matrimonio igualitario o la eutanasia. Si no hace eso, el choque con los Carlos Larraín o el propio Allamand puede ser frontal. Difícil dilema para un abanderado independiente que tendrá la presión de los partidos y de muchos parlamentarios que amenazarán con la “libertad de acción”, como estos diputados RN. Y, por supuesto, Sichel habrá caído en su propia trampa: no podrá decir nada si las colectividades sancionan la libertad de acción 

Lo cierto es que el choque anímico que recibió la derecha con las primarias tuvo un vuelo corto con el “llamado al orden” de su candidato. Algo similar a lo que le pasó a Boric con la frustrada visita a la cárcel. Ambos, abusando un poco del éxito, cometieron un error no forzado, lo que debería llevarlos a entender que ni la UDI/RN, ni menos el PC, les entregarán un cheque en blanco. A esto se suma la aparición de JAK por la derecha y de quien resulte electo(a) en la ex Nueva Mayoría por el centro, los que, a pesar de partir con desventaja, pueden apurar el paso aprovechando los errores de quienes ganaron las contiendas del 18 de julio. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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