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Marcela «Cruella» Cubillos: el estilo confrontacional de la líder de la derecha dura que genera reticencia entre sus aliados NUEVA CONSTITUCIÓN

Marcela «Cruella» Cubillos: el estilo confrontacional de la líder de la derecha dura que genera reticencia entre sus aliados

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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«La abeja reina», “la reina madre” o, simplemente, «Cruella». Así se refieren a Cubillos, haciendo alusión a la villana de Disney, Cruella de Vil. A Rodrigo Álvarez, en tanto, lo mencionan como “el cardenal”. Esto, porque entre los constituyentes identifican a la exministra Marcela Cubillos como la líder del sector más atrincherado de la UDI, la derecha dura, que con su estilo confrontacional busca obstaculizar el actuar de la Convención e impulsarla al fracaso. Es ella quien comanda los debates, es ella quien ordena sus filas, es ella quien asume la voz cantante en ese espacio dentro de la CC. Álvarez –dicen– es como su mano derecha, que cumple órdenes. Su figura, en otros sectores de la derecha –en esos que están más dispuestos al diálogo y a efectivamente generar una nueva Constitución–, es vista como una barrera o una obstrucción que no comparten. Si bien en RN señalan que la mayoría de Vamos por Chile llegó con la idea de avanzar, «Cruella» ha generado líneas divisorias difíciles de superar.


Chile Vamos no entró con el pie derecho a la Convención Constitucional (CC). Se instalaron como una minoría, con miradas distintas dentro del mismo bloque en algunas materias –lo que derivó en votaciones divididas de sus integrantes– y enfrascándose en varias polémicas con constituyentes. En la CC es transversal la mirada respecto a que en el pacto Vamos por Chile hay dos almas: una más dura, con pocos acercamientos al resto y cuyo horizonte –como se sostiene al interior– está puesto en obstaculizar el desarrollo de la Convención y estimular su fracaso. Y están también los otros, los más llanos a buscar acuerdos, con intenciones de avanzar en una nueva Constitución, a pesar de las diferencias.

De ahí que los constituyentes identifiquen a algunos nombres como más dialogantes que otros: hay, en general, una percepción positiva de los convencionales de RN y de Hernán Larraín Matte (Evópoli), también de algunos independientes del pacto e, incluso, dentro de la misma UDI. Pero también identifican a la exministra Marcela Cubillos como la voz más dura en la derecha, con quien poco han interactuado fuera de las intervenciones en el hemiciclo y en las comisiones, y a quien consideran que ha encabezado las distintas arremetidas observadas hasta ahora en la Convención. Son críticos de las formas de la exministra, a quien ven como «obstruccionista» y «sin intención de hacer una Constitución nueva». En su propio sector reconocieron que Cubillos es directa, “con una forma que puede no gustar”, y que “es parte del alma más dogmática del gremialismo”.

“La abeja reina” o “la reina madre” o, simplemente, «Cruella». Así se refieren a Cubillos, haciendo alusión a la villana de Disney, Cruella de Vil. A Rodrigo Álvarez, otro de los nombres del sector que reconocen en la Convención como más duros, lo mencionan en tanto como “el cardenal”. Esto, porque entre los constituyentes identifican a Cubillos como la líder del sector más atrincherado de la UDI y así lo reafirman en su sector político. Es ella quien comanda los debates, es ella quien ordena sus filas, es ella quien asume la voz cantante en ese espacio dentro de la CC. Álvarez, dicen, es como su mano derecha, que cumple órdenes.

Y no es un rol que se le dio por azar, sino porque la misma Cubillos ha evidenciado una estrategia clara: ser la representante de las ideas de la derecha más tradicional. En entrevista con La Tercera, la exministra y actual constituyente recalcó que en la CC de su sector “ganaron quienes tenían un perfil muy claro de ideas de derecha, un mensaje reconocible (…). La derecha abandonó, hace muchos años, la pelea cultural: promover sus ideas y defender por qué esas ideas son justas y hacen que la gente viva mejor o pueda desarrollar mejor su proyecto de vida”. Para algunos en el sector, «es una estrategia para convocar a un electorado que pudiera sentirse convocado por José Antonio Kast y para marcar presencia de la UDI en una discusión donde están en juego muchas cosas».

Hasta ahora, es Cubillos quien ha liderado las principales arremetidas de un sector de la derecha en la Convención Constitucional, como la tensa alusión a la presidenta de la instancia, Elisa Loncon. “Ayer fuimos aludidos por usted, señora presidenta, en la televisión. En este hemiciclo usted habló de amor y en la noche sembró división. A nuestro juicio se pavimenta un camino de tiranía”, dijo Cubillos, refiriéndose a una entrevista de Loncon en «Mentiras Verdaderas», donde acusó que la derecha siempre ha estado en un sector de privilegios y hoy son minoría.

“No hay ninguna razón para que tengan ventajas o privilegios en el uso de la palabra, integración de comisiones ni en la sala en que se sientan”, fue otra de las intervenciones de Cubillos en la Convención, en alusión a los pueblos originarios.

El sábado pasado, fue la exministra quien inició una ronda de reclamos en la comisión de Reglamento, cuando se informó que se comenzaría a sesionar en la sede de la Universidad de Chile, por problemas de espacio. La secundaron varios constituyentes UDI, respaldando su visión, como Constanza Hube, que dijo: “Me parece que tratar de ensuciar esta coordinación con este tipo de decisiones completamente arbitrarias, desproporcionadas, yo al menos trataría de revaluar eso. Funcionar en otra dependencia, atenta contra el marco establecido. Esta cuestión no es al lote”. Esa discusión demoró media hora el inicio de la tabla.

Entre los nombres que los demás constituyentes ven como menos dialogantes, se cuentan el de Rocío Cantuarias (independiente en cupo Evópoli), Teresa Marinovic, Katherine Montealegre, Constanza Hube y Martín Arrau. Si bien a Arturo Zúñiga lo consideran de esa derecha “más dura”, varios constituyentes aseguraron que al menos “es alguien con quien se puede conversar” y “simpático”, aunque su última intervención de ayer en el pleno fue ampliamente cuestionada.

El constituyente UDI Martín Arrau dijo que, por su parte, sí quiere aportar en una nueva Constitución. “Los que nos presentamos, nos presentamos a aportar. Todos somos patriotas y queremos lo mejor para nuestro país, teniendo presente que somos una pequeña minoría”. Arrau agregó que existen preconcepciones de distintos sectores y eso afecta. “Siempre la hay de todo sentido, de un lado a otro, y eso pasa porque no nos conocemos. Cuando no conoces a alguien y tienes antecedentes previos de su sector, tú tienes una preconcepción y un prejuicio, y eso es súper difícil derrotarlo. Se derrota con el conocimiento mutuo. Hay una animadversión injusta”, agregó.

Su par de RN, Raúl Celis, aseguró que en su partido y en parte de la centroderecha existe una intención de llegar a acuerdos, sin transar principios. “A la Convención, como su nombre lo dice, se viene a convenir, a celebrar acuerdos. Por esa misma razón, en RN y en otros sectores de la centroderecha, nuestra intención es buscar la mayor parte de acuerdos posibles para tener una Constitución que represente a la mayor parte de la sociedad”, sostuvo.

Y hasta ahora, convencionales de RN y Evópoli han marcado distancias en ocasiones con la UDI, con un perfil más abierto, menos confrontacional y desmarcándose de algunos debates, como el de ayer, cuando no votaron alineados sobre la propuesta de exigir títulos universitarios a los asesores que incorporen a los equipos.

¿Privilegios de la UDI?

En la hora del almuerzo es común que los constituyentes busquen espacios en el patio del Congreso en Santiago. Algunos se acomodan en tres mesas tipo picnic que se dispusieron, otros en el suelo, otros en las bancas distribuidas por el espacio. Ahí la mayoría de los grupos conversan, se generan diálogos entre constituyentes de distintos sectores, pero en menor medida de los constituyentes de la UDI, que en general se agrupan entre ellos. No es común ver a Marcela Cubillos en esas escenas.

Constituyentes de otros sectores consideran que “siempre actúan como grupo, como nicho. Hasta pidieron sentarse juntos en el hemiciclo”, o comentan que “nunca he cruzado palabra con ellos fuera de las sesiones”. Algo distinto, dicen, ha pasado con los constituyentes de RN y Evópoli, quienes sí han sostenido diálogos con otros constituyentes fuera de Chile Vamos, como Cristián Monckeberg, Raúl Celis, Hernán Larraín Matte y Bárbara Rebolledo, entre otros.

“Está en el segundo piso. Es una sala grande, tienen sillones, mesa, sillas, café. Ellos dicen que se la pasaron sus parlamentarios, pero aunque sea así, es injusto. Tienen hasta un baño privado”. Eso es lo que relató una constituyente, dando cuenta de una versión que se repite entre otros grupos: que la UDI tendría una sala especial para sus constituyentes, algo que consideran “un privilegio”.

Lo anterior, porque reclaman que a veces los demás, y en especial los independientes, no tienen espacios privados para reunirse en los breaks de las sesiones o comisiones, y que sus asesores son expulsados de algunas salas, mientras sus compañeros de labores, no. Según una constituyente, “ellos ponen carteles, como apropiándose de la sala, están cómodos”. Otro convencional aseguró que “es una práctica que también hacen constituyentes de otros partidos políticos”.

Sobre lo anterior, en la UDI aseguraron que es una sala que piden a diario, “no está reservada ni tenemos problemas en irnos a otra si está ocupada”. Sobre la máquina de café, aclararon que la llevó una constituyente del partido y no les fue facilitada en el Congreso.

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