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Más de uno para cada día de la semana: papeleta de noviembre tendrá a nueve candidatos presidenciales PAÍS

Más de uno para cada día de la semana: papeleta de noviembre tendrá a nueve candidatos presidenciales

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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Aunque eran muchos más aspirantes, fueron 9 las candidaturas presidenciales que se oficializaron en el Servel, con algunos nombres que se repitieron el plato, como José Antonio Kast, Eduardo Artés y Marco Enríquez-Ominami. Este cuarto intento de ME-O significó el quiebre del PRO con Unidad Constituyente, mientras los exsocios Gino Lorenzini y Franco Parisi se verán las caras como contendores, luego del divorcio político que tuvieron en el Partido de la Gente. La dispersión de los votos es el gran fantasma de esta elección, concentrada en la izquierda y centroizquierda, repitiendo el cuadro de la presidencial pasada.


Primarias legales, una consulta ciudadana, una maratónica recolección de patrocinios y la vía directa de algunos a través de sus partidos. De todo hubo en la inscripción de candidaturas presidenciales y que tendrá 9 cartas en la papeleta de noviembre, un proceso que no estuvo exento de polémicas y de bajas. La derecha en esta pasada se ordenó con 2 candidatos, mientras que la izquierda y centroizquierda sumaron 7, reavivando el temor de la dispersión, tal como pasó en la presidencial pasada.

Si bien algunos han mostrado esperanzas de que la fórmula de los gobernadores regionales en la Región Metropolitana se repita, dejando fuera a la derecha, hoy –admitieron varios en la oposición– esa posibilidad está más lejana con la gran cantidad de cartas presidenciales que se ubican desde el centro hacia la izquierda. La fe está puesta en la segunda vuelta, donde apuestan a ordenarse tras el ganador o la ganadora del sector, eso sí, en medio de desconfianzas, desencuentros y distancias entre las diferentes fuerzas de la izquierda y centroizquierda. En el sector advirtieron que, si no se logra un entendimiento amplio, el riesgo de darle continuidad a la derecha en La Moneda «podría ser inevitable», en especial si se repite lo del 2017, donde la dispersión de la oposición, que no se ordenó tras Alejandro Guillier, terminó dándole el triunfo a Sebastián Piñera.

«Va a ser relevante la coherencia programática que puedan tener las candidaturas de oposición», advirtió un integrante de la ahora ex Unidad Constituyente, espacio desde donde otro dirigente enfatizó que «tampoco se puede pegar con cola fría un pacto político, pero sí concordar que nadie quiere otro Gobierno de derecha, y para eso nos tenemos que ordenar».

A la inscripción automática de Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) y Sebastián Sichel (Chile Vamos) por ganar las primarias legales, se sumó la senadora Yasna Provoste, quien se posicionó como la carta de la centroizquierda tras una consulta ciudadana. La senadora por Atacama no asistió al Servel y lo hizo su partido, pero en cambio se dirigió a la sede del PS donde se concretó una postergada foto, marcada por un ambiente tensionado, con relaciones que no son las mejores, según han admitido los propios excomandos de Paula Narváez y Carlos Maldonado. Todo, después de un panorama donde no hubo mayores gestos de unidad, dado que Provoste optó por esperar los resultados en Vallenar.

Y a pesar de que los coletazos fueron varios, Marco Enríquez-Ominami no desistió y se inscribió, por cuarta vez, como candidato presidencial del PRO, con el costo de que su colectividad rompiera relaciones con la hasta entonces Unidad Constituyente. A nivel de parlamentarias, eso terminó con la baja de los senadores Alejandro Guillier y Alejandro Navarro de la repostulación, y con un PRO solitario en el tablero político. Su nueva aventura presidencial pendió de un hilo hasta días antes, cuando no estaba claro si recuperaría o no sus derechos políticos, por ser parte de la investigación en el caso OAS y SQM.

Lo anterior, incluso abrió una controversia entre el Tribunal Constitucional (TC) y el Servicio Electoral (Servel), cuando el primero le devolvió sus derechos políticos y, el segundo, le dio luz verde a su incorporación al padrón, pero después de esta elección. Finalmente, horas antes del comienzo de las inscripciones, el Servel anunció que acataría el fallo del TC, permitiendo entonces la candidatura de ME-O.

También por vía directa de su partido, y repitiendo la experiencia de la presidencial del 2017, se sumó José Antonio Kast, del Partido Republicano, que busca captar el voto más duro de derecha y disputarle espacio a Sebastián Sichel. También se repitió el plato Eduardo Artés, de Unión Patriótica, quien ya había postulado sin éxito en la elección pasada, y que busca disputar los votos de izquierda.

Estarán en la papeleta los exsocios Franco Parisi y Gino Lorenzini, quienes tuvieron un divorcio político que significó la salida del fundador de Felices y Forrados del Partido de la Gente (PDG), que finalmente se alineó tras Parisi, quien por ahora se encuentra fuera de Chile. El Partido de la Gente surgió de la suma del movimiento “El Poder de la Gente, Movimiento Social Franco Parisi”, que lo respaldó el 2017, y Felices y Forrados (FyF), una empresa que realizaba recomendaciones de cambios de fondos de pensiones y que cerró luego de la aprobación del proyecto de ley que establece nuevas exigencias de transparencia, además de reforzamiento de responsabilidades de los agentes de los mercados, es decir, que quienes realizaran ese tipo de actividad debían someterse a regulaciones. De ahí, FyF giró a ser un movimiento político, llevando candidaturas a la Convención Constitucional, que no se concretaron, y posteriormente uniéndose con Parisi en el Partido de la Gente. Lorenzini acusó una mafia dentro del PDG para recaudar fondos y una elección trucha de candidaturas regionales, sepultando la alianza con Parisi.

El último en inscribirse fue el candidato mapuche Diego Ancalao, independiente apoyado por La Lista del Pueblo (LdP), que estuvo hasta el último momento reuniendo lo 33 mil patrocinios necesarios. El respaldo de LdP se dio luego de una medición a través de patrocinios del Servel, donde Ancalao logró alcanzar –en días determinados– más apoyos que Ingrid Conejeros y Soledad Mella, en un proceso que tuvo lugar tras el quiebre en dos de La Lista del Pueblo. Una candidatura que también le disputará votos a la izquierda, en específico a Gabriel Boric, pues fue parte de la Izquierda Ciudadana, cuyos militantes, luego de varias reorganizaciones, se incorporaron al Frente Amplio. Antes de eso, militó hasta los 21 años en la Democracia Cristiana y fue dirigente estudiantil en la Universidad de la Frontera.

Los que no llegaron a la meta

Antes de las 20 horas, el sindicalista Cristián Cuevas anunció la baja de su candidatura, dado que no logró juntar las firmas, luego que La Lista del Pueblo se desdijera de su nombramiento, a pesar de tener la mayoría de votos en dos consultas internas que hicieron los encargados políticos de LdP.

Cristián Contreras –conocido como Doctor File– desistió de su aspiración presidencial y la aterrizó en una candidatura senatorial por la Región Metropolitana. Mientras, Tomás Jocelyn-Holt, uno de los primeros en inscribirse en el Servel, tampoco alcanzó el objetivo, pese a que imploró en sus redes sociales para que lo respaldaran con firmas.

La nota polémica la puso el candidato Sergio Tapia Ojeda, un profesor de Magallanes que aseguró haber inscrito su candidatura a La Moneda, y hasta dio un punto de prensa a las afueras del Servel. Sin embargo, desde ese organismo descartaron que su nombre estuviera en la nómina y finalmente quedó fuera de la carrera presidencial. Según Tapia, no dejaron ingresar a sus 5 patrocinantes. En tanto, de acuerdo al Servel, nunca pidió hora para inscribirse ni llegó con esos 5 apoyos.

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