Opinión
Necesitamos un nuevo marco regulatorio y esta nueva normativa establecerá la obligación de prescribir medicamentos de acuerdo con la denominación común internacional y no de algún tipo de marca, lo que sin duda ya será un alivio para el bolsillo de los chilenos.
Siete años lleva en el Congreso el proyecto de ley que busca bajar el alto valor de los medicamentos en Chile y durante los dos últimos años me tocó presidir la comisión mixta de Fármacos II. Varios de los parlamentarios que la integramos intentamos correr el cerco, una muralla invisible que ha impedido que la ciudadanía acceda a valores más accesibles.
Lo que está claro es que la venta de medicamentos se ha vuelto un gran “negocio” para varios sectores y por ello ha sido tan difícil lograr un acuerdo para modificar la actual situación. Ello ha dificultado la tramitación de una de las iniciativas más esperadas por las personas, especialmente los adultos mayores que mes a mes ven cómo sus precarias pensiones se van casi en un 50% en la compra de sus fármacos.
¿Hasta cuándo hay que esperar para cambiar las cosas? Los intereses de algunos privados no pueden ni deben seguir trabando los cambios y me rebelo frente a quienes prefieren dilatar esta reforma, para evitar problemas con todos los organismos que integran esta cadena.
Durante los dos últimos años no pudimos lograr apoyos a nuestra idea de fijar precios de los medicamentos, sin embargo, pudimos llegar a un acuerdo con casi todos los sectores para que exista una regulación. En lo personal no era mi objetivo, pero, al menos, una regulación pondrá paralizar el alto precio de los remedios.
Este proyecto lleva muchos años en Congreso y nosotros pusimos celeridad para que hoy exista una real oportunidad de avanzar, que debemos rescatar para contribuir a cambiar las cosas, como lo demandan los chilenos y chilenas.
Necesitamos un nuevo marco regulatorio y esta nueva normativa establecerá la obligación de prescribir medicamentos de acuerdo con la denominación común internacional y no de algún tipo de marca, lo que sin duda ya será un alivio para el bolsillo de los chilenos.
Además, lo que se avanzó durante la tramitación del proyecto es que la nueva regulación afectará a toda la cadena; es decir laboratorios y farmacias se someterán a la regulación de precios.
Esto significa que una vez que se apruebe el proyecto de ley las farmacias nunca más podrán vender una marca en particular y estarán obligadas a mostrar al consumidor toda la gama que contiene la denominación común de dicho medicamento.
Honestamente la regulación de precios es a lo que se pudo llegar con el gobierno de Piñera. Entendemos su filosofía económica y en lo personal reconozco que se abriera a esta posibilidad porque desde el inicio su postura era contraria a fijar y regular el precio de los medicamentos.
Con todo, si logramos este acuerdo, podremos terminar con los abusos que vimos en el pasado, ya que pudimos avanzar en cuatros grandes ejes: estructurar el precio de los medicamentos en farmacias y otros establecimientos de venta; fortalecer el rol de Cenabast para que los usuarios accedan a los medicamentos; fijar el precio máximo de venta a laboratorios y crear un Observatorio de Medicamentos
Hay que destacar que el Observatorio de Medicamentos tendrá la misión de revisar si los precios de medicamentos en Chile son más caros que en el extranjero y las personas podrán solicitar a este nuevo organismo la revisión de precios de los productos, cuestión que sin duda ayudará a transparentar este mercado.
Cabe consignar que para las farmacias pequeñas y las de propiedad de personas naturales, sus multas podrán ser rebajadas hasta en un 50% y además en el caso de que una farmacia sea clave para el acceso a los medicamentos en un determinado lugar, por una sola vez, la multa podrá ser dejada sin efecto.
Tengo confianza en que, al término del receso estival del Congreso, quienes integramos la comisión mixta de Fármacos II apoyaremos este cambio, no es una medida revolucionaria, pero sin duda correrá el cerco para que el nuevo gobierno del presidente Gabriel Boric siga esa línea y por fin Chile se ponga fin al lucro en el mercado de los medicamentos. Con la salud de los chilenos no se juega.
