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Estados Unidos califica como el «comienzo de una invasión» las acciones de Rusia en el este de Ucrania MUNDO Crédito: Reuters

Estados Unidos califica como el «comienzo de una invasión» las acciones de Rusia en el este de Ucrania

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El mandatario ruso hizo caso omiso a los consejos de Emanuel Macron, presidente de Francia y Joe Biden, presidente de Estados Unidos, respecto a bajar el nivel de tensión que se vive hace más de un mes en la zona del país asiático que colinda con Ucrania. Tras declarar a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes, que en realidad se encuentran en territorio ucraniano, Putin reactivó el conflicto, alcanzando así el punto más álgido de la pugna de ambos países luego de lo ocurrido en Crimea el 2014. El presidente ruso manifestó que la «nacionalidad ucraniana no existe», aludiendo a que su creación «fue un error». Palabras que causaron la indignación de la Unión Europea, quienes aseguraron que sancionarán a Rusia tras la equívoca declaración de independencia de ciudades ucranianas. Por su parte, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jonathan Finer, aseguró que las últimas decisiones de Rusia constituyen el comienzo de una invasión. «Creemos que este es, sí, el comienzo de una invasión, la última invasión de Rusia a Ucrania, y ya están viendo el comienzo de nuestra respuesta, que dijimos que será rápida y severa».


El reconocimiento de la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia supone para el gobierno de Estados Unidos «el comienzo de una invasión». «Creemos que este es, sí, el comienzo de una invasión, la última invasión de Rusia a Ucrania, y ya están viendo el comienzo de nuestra respuesta, que dijimos que será rápida y severa», dijo a la cadena CNN el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer.

Unas horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera la independencia de la regiones prorrusas del este de Ucrania, Washington reaccionó de inmediato y anunció las primeras sanciones limitadas, dirigidas específicamente contra los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk.

Mediante una orden ejecutiva, Biden prohibió cualquier nueva inversión, comercio o financiación por parte de personas estadounidenses hacia, desde o dentro de estas regiones prorrusas.

Horas antes la Casa Blanca había expresado su conformidad con la decisión de Alemania de detener el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, destinado a llevar gas ruso a Europa, y adelantó que Estados Unidos anunciará sanciones en las próximas horas.

El presidente Joe Biden «dejó en claro que si Rusia invadía Ucrania, actuaríamos con Alemania para garantizar que el Nord Stream 2 no avance. Hemos estado en estrechas consultas con Alemania durante la noche y agradecemos su anuncio. Seguiremos con nuestras propias medidas hoy», señaló en la red Twitter la secretaria de prensa del gobierno, Jen Psaki.

Rusia desplegó hace semanas unos 150.000 militares en las fronteras ucranianas, según Washington, lo cual llevó a potencias de occidente encabezadas por Estados Unidos a denunciar la planificación de una inminente invasión.

Los separatistas

El conflicto entre Rusia y Ucrania, escaló en ñas últimas horas luego que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara a los territorios de Donetsk y Lugansk, en el Donbas, al este de Ucrania, como estados independientes.

Las provincias antes mencionadas tienen una relación muy cercana con Rusia, ya que dependen casi por completo de su apoyo tras su declaración de independencia de Kiev en el año 2014 luego de los conflictos que desencadenaron en la invasión de Crimea por parte de Moscú.

Tras ser consultado sobre un posible despliegue de tropas a Donetsk y Lugansk, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andréi Rudenko, aseguró que no lo harán, a no ser de que la situación así lo requiera.

«No especulemos. Por el momento no pensamos desplegar nada en ningún lugar», planteó. «Si hay amenaza, entonces, por supuesto, prestaremos asistencia de acuerdo con el tratado que ha sido ratificado», expresó. Declaraciones que emanaron a pesar de que Putin dejó la puerta abierta al envío de tropas para ejercer «funciones de pacificación».

Una vez terminada la pugna en 2014, se establecieron los «Acuerdos de Minsk», los que buscaban poner fin a la guerra al este de Ucrania y que fue firmado por representantes de Rusia, Ucrania, Donetsk y Lugansk, en septiembre del mismo año, lo que se tradujo en un cese inmediato al fuego cruzado. Aquél acuerdo fue dinamitado por Vladimir Putin, tras el reconocimiento sobre la «independencia» de estos territorios.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Rusia «sigue abierta al diálogo», «pero queremos saber sobre qué vamos a dialogar. Si se trata de humillar a Rusia y echarle la culpa de todo, no puede haber ningún dialogo», fustigó.

A modo de fundamentar su determinación, Putin emplazó a Ucrania, acusándolos de que «fue creada por Rusia», agregando que partes del país ubicado al este de Europa fueron entregadas «erróneamente» a ellos.

«La nacionalidad ucraniana no existe, Vladimir Lenin creó a Ucrania cuando esbozó los límites administrativos dentro de la Unión Soviética. La creación de Ucrania fue un error», aseveró. «La Ucrania moderna fue creada enteramente por Rusia a expensas de sus territorios históricos, sin preguntar su opinión a los habitantes», añadió.

Por otro lado, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, informó que en el Donbas, la zona del conflicto, Ucrania cuenta con más de 59,000 soldados, 345 tanques, 820 piezas de artillería y 160 sistemas de lanzacohetes múltiples.

La decisión del presidente ruso marca un antes y un después en el conflicto, en donde además se produce en medio del movimiento de las tropas rusas desplegadas alrededor de la frontera con Ucrania, quienes tomaron posiciones ante una inminente invasión, lo que se suma a la destrucción de dos vehículos militares ucranianos que entraron en su territorio, dando como resultado la muerte de cinco personas, lo que supone el primer enfrentamiento directo entre Ucrania y Rusia, quien movilizó a 190 mil soldados a la frontera.

A raíz de esto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de violar la integridad territorial del país, tras reconocer la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Además, recalcó que la decisión significa la renuncia a los acuerdos de paz de Minsk.

«Ucrania califica de manera inequívoca las últimas acciones de Rusia como una violación de la soberanía e integridad territorial de su Estado», espetó.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, hizo una solicitud al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que tomen acciones ante la latente invasión al país europeo.

El papel de China

Quien actúa de una forma completamente distinta a Estados Unidos y a la Unión Europea, es China. Quien a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, llamó a la calma a todas las partes relacionadas con el conflicto, aliviando las tensiones y estableciendo que las diferencias se deben solucionar a través del diálogo y la negociación.

En una conversación telefónica entre el ministro chino y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el consejero expuso la postura de China ante la crisis que se vive en Ucrania. Así lo declaró Wang Wenbin, portavoz de la cancillería.

«China está preocupada por la evolución de la situación en Ucrania, y la posición de China sobre el tema de Ucrania es consistente», señaló. Agregando que se deben respetar las preocupaciones legítimas de seguridad de cualquier país y que los propósitos y principios de la Carta de la ONU, deben ser defendidos.
«China pide una vez más a todas las partes que ejerzan moderación, se den cuenta de la importancia de implementar el ‘principio de ‘la indivisibilidad de la seguridad’, alivien las tensiones y resuelvan las diferencias a través del diálogo y la negociación, en vista de que la situación en Ucrania está empeorando» concluyó el vocero.
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