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Agenda 2030: la emergente obsesión de la ultraderecha que sigue a Pancho Malo en las redes sociales PAÍS

Agenda 2030: la emergente obsesión de la ultraderecha que sigue a Pancho Malo en las redes sociales

Roberto Bruna
Por : Roberto Bruna Periodista de El Mostrador
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Un hallazgo interesante arroja un reciente sondeo del Observatorio Interpreta sobre Francisco Muñoz, alias “Pancho Malo”, en Twitter, la red social recientemente adquirida por el multimillonario Elon Musk. ¿De qué se trata? Del avance que experimenta una teoría tan conspirativa como paranoica, en un sector que sigue al excabecilla de la Garra Blanca. Para estos la Agenda 2030 de la ONU sobre desarrollo sostenible, se trataría de un siniestro plan diseñado por una élite global tendiente a destruir la soberanía de las naciones, minar las bases de la familia tradicional e impulsar el arrinconamiento (sino la aniquilación) de la etnia caucásica.


Diecisiete puntos incluye la Agenda de Naciones Unidas 2030 para el Desarrollo Sostenible. Diecisiete puntos o ejes que, en su mayoría, llaman a implementar políticas orientadas a poner fin a la pobreza, promover la sustentabilidad ambiental, consagrar el respeto a los derechos humanos de las personas que emigran por diversas razones, a fortalecer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres así como la igualdad de género, la promoción del trabajo decente, educación y salud de calidad…

En apariencia, el programa de la ONU parece hacerse cargo de los grandes temas que ocuparán a la humanidad en esta década, pero para un grupo creciente de personas conservadoras esconde algo diferente, algo que bien vale ser combatido. Según estos se trataría de un siniestro plan diseñado por una élite global tendiente a destruir la soberanía de las naciones, minar las bases de la familia tradicional e impulsar el arrinconamiento (sino la aniquilación) de la etnia caucásica.

Esta es una de las últimas obsesiones del mundo que hoy sigue en redes a Francisco Muñoz, alias Pancho Malo, cuya conversión confirma la severidad de la crisis institucional y de representación democrática que vive el país. Según un sondeo del Observatorio Interpreta, el exlíder de la Garra Blanca es un potente movilizador en Twitter de los difusores locales de esta conjura global digitada desde las sombras por los sospechosos de siempre, entre ellos George Soros y la familia Rotschild, quienes, actuando de consuno con Naciones Unidas -en su calidad de “protogobierno global”-, estarían empujando esta Agenda 2030 orientada a establecer -presuntamente, claro- un “nuevo orden mundial” con características distópicas.

Presidente Boric en Asamblea General de la ONU

El integrante del Observatorio del Ascenso de la Extrema Derecha en Chile, Alejandro Lagos, quien es investigador de la Universidad de Chile, sostiene que la Agenda 2030 de Naciones Unidas “se enfoca en la reducción de la pobreza y el hambre, igualmente busca instalar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y combatir el cambio climático. Esta propuesta de alcance internacional es a todas luces un plan con lineamientos estratégicos progresistas en varias áreas, y es desde ahí que los sectores de extrema derecha lo repelen por varios factores”, sostiene, sin ocultar su inquietud por una interpretación que bien podría arrancar sonrisas toda vez que se antoja no ya sólo excesiva, sino que derechamente afiebrada, y ello porque refleja un estado de ánimo cada vez más divorciado de la racionalidad.

“En el área de los derechos, los sectores religiosos fundamentalistas rechazan los derechos reproductivos de las mujeres y el reconocimiento de las disidencias, igualmente el reconocimiento de la diversidad sexual, que es algo que los sectores conservadores rechazan con especial ahínco desde la tesis de la destrucción de la familia tradicional; esto es, hombre, mujer e hijos. En el área de la inclusión y el multiculturalismo, los grupos del racismo histórico, como neonazis y supremacistas blancos, vinculan a los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Agenda 2030 con la tesis conspirativa del ‘Gran Reemplazo’”, agrega el investigador.

¿Y qué es el “Gran Reemplazo”? Lagos explica esta teoría -esbozada por primera vez por el escritor francés Renaud Camus- entregando luces respecto de los temores inconfesados que suelen embargar a personas como Pancho Malo, quien a menudo es blanco de mofas en redes sociales por experimentar un progresivo blanqueamiento de su apariencia, lo que quedaría de manifiesto en una cabellera que luce un aspecto cada vez más “nórdico”. Dice Alejandro Lagos: “El ‘Gran Reemplazo’ consiste en que el libre flujo migracional de las personas en búsqueda de oportunidades es en realidad la búsqueda de una élite judía por debilitar a la raza blanca a través del mestizaje. Todos estos relatos se anclan en las transformaciones que están ocurriendo en el marco de la soberanía de los estados-naciones en el siglo XXI, y que vienen ocurriendo gradualmente desde los acuerdos de Yalta después de la II Guerra Mundial”. Obviamente que Pancho Malo y su grupo, nucleados en la cuenta de Team Patriota, también suscribe la existencia del complot.

El mismo Francisco Muñoz y su grupúsculo Team Patriota se han sumado a la lucha contra esta perversa maquinación de la élite mundial. El tópico comunista no podía quedar fuera de esta teoría, aun cuando cuesta establecer un vínculo claro entre los banqueros de origen judío y una sensibilidad de izquierda que se encuentra en las antípodas en la tirante relación capital-trabajo, aunque cabe la posibilidad de que en la categoría “comunista” -y es muy probable que así sea- ingrese todo aquel que se ubique en el arco político más allá de la derecha. La exconvencional Teresa Marinovic es otra de las figuras del sector que suscribe la existencia de este plan.

“Las tesis ‘anticomunistas’ y en clave conspiracionistas son en rechazo a la filosofía de la economía circular, la que busca combatir el cambio climático revirtiendo la cultura del consumo. Sin embargo, para los grupos de extrema derecha la economía circular es una forma en la que la élite judía quiere instalar el ‘comunismo’ desde arriba, a través de la máxima ‘en 2030 no tendrás nada y será feliz’, lo que no fue otra cosa que un eslógan anticonsumista planteado por el Foro Económico Mundial y que acá en Chile, el diputado republicano Johaness Kaiser ha utilizado en clave conspiracionista para denostar al gobierno de Gabriel Boric”, agrega Lagos. La Agenda 2030 tendría así la gran singularidad de aunar prácticamente todas las principales teorías conspirativas de la ultraderecha, que van desde la instauración del marxismo (especialmente el «marxismo cultural», que es como define este sector a las cuestiones sexogenéricas) a la «geoingeniería», consistente esta última en la alteración global del clima a gran escala.

“Eso deja al descubierto que existe una coordinación entre la extrema derecha y las teorías de la conspiración, las que son utilizadas a voluntad para la exaltación populista y una cierta retórica de la ‘defensa de la libertad’, que no es otra cosa que una defensa de la propiedad privada”, agrega Lagos.

El diputado republicano Johannes Kaiser sostiene, sin embargo, que el plan de la ONU efectivamente “compromete a las generaciones futuras con una agenda que es política, no técnica, pues ahí vemos una serie de iniciativas de control central de la economía en nombre de la ecología. Es básicamente socialismo global. O bien el tema del aborto”, señala el parlamentario, quien acusa a los sectores más tradicionales del establishment chileno de adherir a esta agenda.

“Hay una convergencia que no se condice con los principios que los distintos sectores políticos dicen representar y defender. ¿Desde cuándo la derecha defiende una economía centralmente planificada y controlada? ¿Desde cuándo la derecha promueve el aborto o la ideología de género que nos dice que un hombre puede ser mujer y una mujer puede ser hombre en un abrir y cerrar de ojos? Digámoslo con claridad: el estado-nación como entidad de organización humana es un problema para los que quieren una gobernanza global, creando para ello regiones globales como la Unión Europea. La integración política a nivel global tiene de dulce y de agraz, pero deben transparentarlo, pues uno de esos costos es la pérdida de soberanía. Si quieren eso, mejor convirtámonos en una gobernación global y así nos ahorramos el Congreso”, señala enseguida Kaiser, quien avisa que la agenda se encuentra en pleno desarrollo, incluso en Chile. “Vaya al sitio web del Ministerio de Educación y verá ahí ‘Agenda 2030’. Es una página oficial del Gobierno”, señala.

Un cuadro desolador

 Asimismo, “Pancho Malo” arrastra en Twitter a sus seguidores (un 72% son hombres y un 28%, mujeres) comprometidos en la defensa de Carabineros (#Regla7MetrosAHORA) y la preservación del actual orden constitucional (#RechazoNuevoProceso), en la demanda de un sexto retiro de los fondos de pensiones (#SextoRetiro), y también en apoyo al diputado Gonzalo de la Carrera, con quien se fundió en un conmovedor abrazo pocos días atrás en las afueras del Congreso Nacional. Por cierto: el polémico diputado es uno de los más mencionados por el “exgarrero” (alrededor de 230 menciones), a los que se suman Sergio Melnick (460), Teresa Marinovic (140) y el ultraderechista argentino Agustín Laje (160), además de otras cuentas como @girealaderecha (380) y @conectados921, cuenta que corresponde al programa de Checho Hirane en radio Agricultura (300). Los conceptos que más reitera Francisco Muñoz son “casta política”, “operadores políticos”, “violar la democracia”, “dejen de robar la democracia”, “constitución actual” y “plebiscito ratificatorio”.

Pancho Malo y el diputado Gonzalo de la Carrera en el Congreso

Como sea, este activista que no tiene oficio conocido -quien abrió su propia cuenta en julio de 2022-  se las ingenia para estar en boca de todos: desde el 1 de noviembre de 2021 hasta el 14 de octubre de 2022, se registraron 83.120menciones provenientes de 27.899 autores únicos. Entre el 1 de noviembre de 2021 hasta el 29 de junio de 2022, se registraron tres incrementos inusuales de menciones: el 9 de diciembre de 2021, cuando El Mostrador informó que lideraría una convocatoria en apoyo al por entonces candidato José Antonio Kast; el 4 de abril, fecha en la que lideró junto a Johannes Kaiser una manifestación del Rechazo en Providencia; y finalmente la semana del 6 de junio, cuando fue recibido por el presidente del Servel, Andrés Tagle. También tuvo otros «momentos de gloria», todos ellos marcados por los “aprietes” a la senadora Fabiola Campillay, Luciano Cruz Coke y Javier Macaya.

Curiosamente, y pese a los ideólogos originales de esta teoría apuntan a una élite conformada por potentados judíos, la derecha que sigue en redes de Pancho Malo dan cuenta de otro rasgo de este fenómeno: la contradicción. No en balde, en la nube de emojis destaca la bandera de Israel, nación a la que los seguidores del exbarrista apoyaron con fervor a raíz del entrevero diplomático que protagonizó el Presidente Boric con el recientemente nombrado embajador Gil Artzyeli. Ahora, si de contradicciones se trata, criticar la pérdida de soberanía al tiempo que se celebra la suscripción de tratados de libre comercio también es una muestra de que la emoción es la gran generadora de prácticas y discursos.

Los principales hashtags usados por Pancho Malo en cuenta de Twitter

Para algunos, la teoría sobre la Agenda 2030 puede parecer absurda, una anécdota desopilante al pie de página de un país de que ha de interesarse por situaciones ciertamente más acuciantes, como la seguridad pública, las listas de espera en salud y las paupérrimas pensiones. Mal que mal, teorías conspirativas han existido siempre. Para otros, en cambio, el fenómeno actual -en un marco decreciente digitalización de las relaciones humanas- no tiene nada de irrelevante, pues las teorías conspirativas, aun cuando puedan sonar disparatadas (el epítome de la locura es QAnon, en Estados Unidos), son un síntoma claro de una democracia liberal que enfermó en la medida que sus “consensos” posteriores a la Guerra Fría pasaron por eliminar las posiciones alternativas que dan sentido a la política, según sostiene el doctor en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y coordinador del Magíster en Comunicación Política del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Claudio Salinas.

Tópicos preferentes del mundo que sigue a Pancho Malo en redes

“A veces debemos preguntarnos por qué las fake news y estas teorías prosperan en las democracias. La respuesta, creo yo, está en que la democracia liberal perdió su proyecto político al anular los antagonismos que son inherentes a su naturaleza, y eso consiste en exponer proyectos alternativos que hicieran ruido. En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, el progresismo en vez de responder de manera progresista a los ciudadanos opta por reafirmar el estado de cosas con tal de mostrarse responsable, y por eso (Donald) Trump aparece como más revolucionario pues se sienten con la libertad de ir a cualquier lado con su discurso basado en eso que llama ‘el sentido común’. Los progresistas al final no responden como progresistas, y ahí tenemos también a Gabriel Boric, que acusa esta contradicción de denunciar el status quo pero al mismo tiempo se le ve defendiendo el sistema porque está consciente de su debilidad”, sostiene. “¿Quién gana en este cuadro? Pues la ultraderecha, que maneja mucho mejor el manual de la desinformación”, añade.

Si a lo anterior sumamos que durante décadas la izquierda ha hecho propias algunas miradas filosóficas que renuncian expresamente a los valores de la Ilustración a efectos de incluir miradas marginalizadas o “invisibilizadas” (lo que ha debilitado al extremo el estatuto de la “verdad objetiva”), lo que vemos hoy en día no debería sorprender a nadie: todo el mundo, incluyendo los ultraderechistas, se sienten con el derecho de legitimar cualquier creencia o relato “alternativo” en la medida que cumpla con sostener su propia realidad. En ese sentido, la ultraderecha ha sabido sacar partido como nadie de este imperio de la subjetividad en que entramos allá por los años ‘70.

El diputado Johannes Kaiser suscribe la existencia del plan global

Para el cientista político Rodrigo Espinoza, el problema es que las teorías conspirativas son un combustible poderoso para estos grupos, pero también es extremadamente peligroso para la propia derecha tradicional, esa que termina siendo fagocitada por estos sectores extremos. Sin ir más lejos, Pancho Malo no sólo ha realizado funas a quienes participan en la conversación para un nuevo proceso constituyente, sino que además se ha comprometido a sabotear las opciones de Chile Vamos en la próxima elección municipal. De hecho, hashtags como #cancelamosachilevamos y #abandonenchilevamos predominan en sus tuiteos, así como todos aquellos que defienden la Constitución vigente: #rechazoplanc, #marchaporelrechazo y #rechazoporchile.

“En Polonia y Hungría son gobierno, también en Italia, en Suecia… En Brasil, (Jair) Bolsonaro ganó una elección y casi ganó la siguiente”, recuerda el analista. “La derecha tradicional, en este caso RN y la UDI, tiene dos alternativas: o aplica un cordón sanitario o derechamente incorpora a estos grupos como un matrimonio por conveniencia y da el giro, y lo que ha pasado generalmente es esto último. La literatura comparada dice que hay que acostumbrarse a que la derecha más radical va a estar siempre en la mesa de negociación”, sostiene Espinoza.

“Los republicanos se están reagrupando y se articulan con Pancho Malo, y tienen además una creciente base social. El contexto los ayuda: problemas de seguridad, inmigración descontrolada, recesión y crisis de representación son el caldo de cultivo para que dejen de ser grupos marginales”, agrega Espinoza, quien menciona otra terrible contradicción que embarga a este mundo que hace de la nación una tribu de valores pétreos e inmutables: “Los grandes problemas como la crisis climática, que seguramente incrementará la migración, sólo puede ser resuelta en la medida que nuestro país se articule con otros países. Estos problemas no pueden encararse si no es de manera coordinada”.

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