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Los conflictos de interés que dividen a la hípica nacional

Los conflictos de interés que dividen a la hípica nacional

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Sebastián Vásquez
Por : Sebastián Vásquez Periodista de El Mostrador Deportes - @VasquezDelGol
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La rodada de Pedro Santos es apenas un tema de muchos que acentuó la pugna entre los dos sindicatos existentes en los hipódromos chilenos, problemas que también salpican al Ministerio del Trabajo. Accidentes como ése no sólo ponen fin a la carrera de los jinetes para el resto de sus vidas, sino que además los lleva a largos y tediosos procesos judiciales.


5 de abril de 2014. Una triple rodada en el Club Hípico de Santiago dejó a Pedro Santos sentado en una silla de ruedas para el resto de su vida. Pero, al mismo tiempo, se pusieron sobre la palestra los cuestionamientos relacionados con el respaldo que supuestamente deberían prestar los hipódromos a cada uno de los jinetes que sufren accidentes.

Tiempo antes, ya se habían cortado los flujos de dinero que iban al Sindicato de Jinetes de Chile, al que pertenecía Santos. Los aportes con que los hipódromos financiaban a la mencionada agrupación gremial comenzaron a ser despachado a una nueva entidad, formada a fines de 2012. A pesar de la existencia de un seguro firmado por ambas partes, los dueños de los recinto hípicos no han entregado, hasta ahora, la totalidad de la subvención.

Pedro Santos cuenta con la venia de su sindicato para interponer una demanda. En reiteradas oportunidades se solicitó formalmente a los hipódromos que pagaran lo correspondiente a Santos tras su accidente, pero algunas condiciones que quisieron imponer los administradores de los recintos no fueron aceptadas por Pedro Cerón, quien preside el Sindicato de Jinetes de Chile. Y el tema llegó, ahora, a punto muerto.

«Quieren responsabilizarnos a nosotros», dice Cerón. «No firmé, porque con ello perjudico a Pedro, y ellos quieren quitarse toda la responsabilidad».

750 unidades de fomento (UF) son las que deberían destinar los hipódromos para ir en ayuda de Santos. Por el fondo de retiro, el jinete recibió 1500 UF, sin embargo, las 750 restantes no han aparecido.

SINDICATOS DIVIDIDOS

Una vez constituida la nueva entidad gremial, aparecieron denuncias en contra de Cerón por desfases en los balances, y se exigieron auditorías. ¿Resultado? Había un descuadre monetario surgido a raíz de la variación del valor de la Unidad de Fomento a lo largo de los años. Los pagos de los hipódromos eran en UF, pero el sindicato los recibía en pesos, por lo tanto se produjo una distorsión con el pasar del tiempo.

«El otro sindicato está avalado y respaldado por el Club Hípico y El Hipódromo Chile», asegura Pedro Cerón, atribuyendo a esto la división entre ambas agrupaciones que supuestamente deben velar por lo mismo: defender los intereses laborales de los empleados.

Una especie de rivalidad entre dos sindicatos dividen a los jinetes que conforman la hípica nacional: Sindicato de Jinetes, presidido por Pedro Cerón, y el Sindicato Independiente de Deportistas Jinetes, dirigido por Hernán Eduardo Ulloa.

«Ellos viajan en buses, van a piscinas, playas… Les dan todas las garantías habidas y por haber, por eso son más», ironiza Cerón. El Sindicato que preside Ulloa está conformado por más de 110 jinetes, más del doble que los que conforman el grupo de Cerón.

– Si se supone que ustedes (sindicato de Cerón) velan mejor por los intereses de sus jinetes que el otro sindicato, ¿por qué, entonces, ustedes son minoría?

– La mayoría de los jinetes vienen de estratos sociales muy bajos, de ciudades de afuera o son hijos de hogares mal constituidos con problemas sociales. A esa gente le ofrecen un caramelo y lo aceptan. Son muy buenos jinetes, pero como no tienen educación ni preparación, viven el momento.

Cabe señalar que el Presidente del Sindicato Independiente de deportistas jinetes, Hernán Ulloa, fue contactado por El Mostrador pero no pudo responder a nuestras interrogantes, por «problemas de agenda».

TAMBIÉN ÁNGELO TOLEDO

Pedro Santos no es el único caso. Hay otros más, como el de Ángelo Toledo. El jinete tuvo una rodada por mal estado de la cancha del Club Hípico de Santiago, en octubre del año pasado. Hoy se desplaza gracias a una silla de ruedas. Toledo pertenecía, hasta el día del accidente, al sindicato más nuevo, al de Hernán Ulloa.

Desde la agrupación dirigida por Cerón se contactaron con abogados para emprender acciones legales en contra del Club Hípico por negligencia. Pero, desde la nueva agrupación le dijeron que no correspondía demandar, aunque se harían cargo.

Sin embargo, igualmente habrá una demanda una vez que el Ministerio de Salud entregue el informe con los antecedentes recabados en una investigación, que contó incluso con una revisión al estado de la cancha causante, en teoría, del accidente de Toledo.

En declaraciones a El Mostrador, Toledo aseguró que «recibí todo el respaldo del Sindicato (de Ulloa) y no me ha faltado nada. Está el asunto del seguro que me han tramitado harto, pero la entidad se ha portado bien. No he tenido problemas con ella».

ENTRAN A TIERRA… «DE NADIE»

El Consejo Superior de la Hípica Nacional es el organismo rector que tiene la facultad de dictar y establecer las normas en las que se rige el deporte de los caballos.

«Desgraciadamente, ese organismo está mal constituido. Al presidente del Consejo lo nombran los hipódromos. Cuando se va a una votación normalmente se pierde 6-2 o 6-3», explica Cerón. Y añade: «Los hipódromos (Chile, Viña del Mar, Club Hípico) tienen tres votos, uno cada uno. Después tienen los criadores que son los mismos hipódromos, ahí hay un cuarto voto. Luego hay dos asociaciones de propietarios: uno es pro gremio y el otro es de los criaderos, ahí sale un quinto voto… Al final son exactamente los mismos».

Este Consejo es el que establece las leyes y normas de la hípica nacional, que según Cerón «todas atentan contra los sindicatos».

El dirigente asegura que «los hipódromos son tierra de nadie, porque nadie fiscaliza… Ellos se rigen por sus propias normas, las cambian cuando les da la gana, la hacen ellos mismos y nadie ha dicho absolutamente nada, por eso quieren que yo me vaya, para trabajar sin una piedra en el zapato».

Los jinetes son reconocidos como empleados independientes, a pesar de que son sancionados por los hipódromos en caso de no presentarse a una carrera, y deben estar en horarios establecidos, además de ser multados por muchas razones. «¿Quiénes deciden aquello? Una junta de comisarios dependiente de los hipódromos», según Cerón.

Carlos Heller Solari preside el directorio del Club Hípico. Juan Cúneo Solari hace lo propio en El Hipódromo Chile, «es decir, son los mismos», lamenta el presidente del Sindicato de Jinetes.

«Necesitamos la voluntad política para respaldar la salud de nuestros asociados», exige Cerón, quien además mostró preocupación por el cambio de gabinete: Ximena Rincón asumió el Ministerio del Trabajo y, según el dirigente, «es muy amiga del Ministro del Interior, Jorge Burgos. Él pasa en el cuarto piso de los hipódromos, con los presidentes Heller y Cúneo… Las irregularidades que existen aquí son terribles».

– ¿Existen conflictos de interés cree usted?

– Claro que los hay… El objetivo de los hipódromos es dividir para gobernar, con la evidente exclusión de nuestra entidad. Ellos quieren acallar a este sindicato, que sólo pretende que la actividad sea más justa para quienes hacen de verdad la hípica, que son el caballo y el jinete.

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