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El movimiento feminista toma las calles de Brasil y repudia a Bolsonaro MUNDO

El movimiento feminista toma las calles de Brasil y repudia a Bolsonaro

La marea violeta protestó en contra del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien en numerosas ocasiones ha empleado un discurso machista y racista, y también en contra de la reforma de las pensiones.


El movimiento feminista tomó este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las calles de Brasil mostrando un total rechazo a la violencia machista y a la discriminación que sufre la mujer día a día, en el quinto país con mayor tasa de feminicidios del mundo.

La marea violeta protestó en contra del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien en numerosas ocasiones ha empleado un discurso machista y racista, y también en contra de la reforma de las pensiones.

Además, fue fuerte el grito a favor de la sororidad, término que se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres y que lucha en contra de la idea de la «competencia» femenina, al igual que las protestas a favor del aborto.

En Brasil, más de 16 millones de mujeres mayores de 16 años sufrieron algún tipo de violencia durante el último año y, de ellas, 536 fueron víctimas de agresión física en promedio cada hora, según un estudio divulgado en febrero por el Foro Brasileño de Seguridad Pública y Datafolha.

Una de las principales protagonistas de las protestas feministas fue la concejala y activista brasileña Marielle Franco, brutalmente asesinada a tiros hace casi un año en el centro de Río de Janeiro y cuyo crimen sigue en la impunidad.

Durante las manifestaciones se vieron muchas mujeres con pancartas y camisetas que hacían referencia a la concejala asesinada y que tenían consignas como «Lute como uma garota» (luche como una chica), «Parem de nos matar» (paren de matarnos), «Bolsonazi»o «el futuro tiene cara de mujer».

En Río de Janeiro, la manifestación por el día de la mujer empezó cerca de las 16.30 hora local (19.30 GMT) en el centro de la ciudad, frente a la iglesia de La Candelaria.

Un busto de Marielle Franco y otro de la pintora Frida Kahlo desfilaron por la manifestación, en representación de mujeres que tuvieron una fuerte presencia histórica e influyeron en la lucha feminista.

También en Río hubo una fuerte presencia de la corriente del feminismo negro, que ilustra la realidad de las mujeres negras, quienes a la fuerte discriminación que sufren por su sexo tienen que sumarle la segregación a causa de su color de piel.

«Estoy aquí para reivindicar el derecho de luchar contra el fascismo, por los derechos y vida de las mujeres», declaró a Efe Silvia de Mendoza, una de las asistentes a la manifestación.

La protesta en la ciudad más emblemática de Brasil adquirió un fuerte tono político y además de lemas feministas se pudieron escuchar gritos a favor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el más popular líder de la izquierda brasileña, encarcelado en abril del año pasado por corrupción.

La joven de 25 años Karen de Carvalho Santos explicó a Efe que «es muy importante que las mujeres tengan visibilidad para que se entienda el momento que se está viviendo».

El asedio en el transporte público, los piropos callejeros, los besos forzados, el no reconocimiento en el ámbito laboral, la brecha salarial o las dificultades en el mundo académico fueron algunos de los puntos que mencionó la joven como actitudes machistas que se sufren día a día, sin contar el maltrato, las violaciones o los asesinatos.

«Quiero luchar por mis derechos, quiero igualdad, quiero ser libre, estamos aquí y no aceptamos ser reprimidas, ser asesinadas», añadió Isabele Lis.

En Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, las manifestaciones por la conmemoración del Día de la Mujer se concentraron desde las 18.30 hora local (21.30 GMT) frente al icónico Museo de Arte de la ciudad (MASP), donde las consignas contra el presidente Jair Bolsonaro, la reforma de pensiones y la violencia contra la mujer fueron protagonistas.

Ingrid Urbam, una joven estudiante de Ingeniería de Producción que estaba en la manifestación con su hija en hombros y que habló con Efe, pidió un futuro mejor para su pequeña así como justicia y equidad para las mujeres en Brasil.

«En América del Sur, Brasil es el peor lugar para ser niña. Es lo que yo le hablo y espero que ella entienda. Y que en un futuro ella pueda vivir en un mundo mejor para todos», señaló.

La situación para Carina Martins, del Movimiento por la soberanía popular en la minería (MAM), empeora cuando se trata de mujeres que pertenecen a minorías étnicas o sociales.

«Esto es mucho más fuerte cuando las mujeres son negras, o están en el campo rural o tienen baja escolarización. Nos corresponde a las mujeres hacer denuncias extraordinarias y luchar por nuestros derechos», enfatizó a Efe.

Más de 11.000 mujeres brasileñas denunciaron ser víctimas de violencia entre enero y febrero de este año, lo que supone un incremento de 19,9 % en comparación con el mismo período de 2018, informó este viernes el Gobierno.

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