La ministra Cecilia Pérez señaló que la salida del cardenal servirá para que comience «una nueva etapa para la Iglesia Católica en nuestro país que permita reconciliar, no solamente a aquellos que se alejaron de su fe por desconfianza, sino a ser un aporte a la sociedad civil».
Esta mañana se supo finalmente que el papa Francisco aceptó la renuncia presentada -en mayo del año pasado- por el cardenal Ricardo Ezzati; imputado por el encubrimiento de casos de abuso sexual al interior de la iglesia.
Las primeras voces en hacerse escuchar fueron las de quienes aplaudieron la determinación de Bergoglio. Sin embargo, desde La Moneda, no tardaron en reaccionar. La ministra vocera de gobierno, Cecilia Pérez, aseguró que la renuncia de Ezzati es una “señal positiva” de parte de la iglesia chilena hacia el Vaticano y con ello “comienza a nueva etapa” dentro del clero.
En un punto de prensa realizado al mediodía en La Moneda, la ministra Pérez explicó que ahora “tanto el excardenal, y los sacerdotes que estén acusados en cualquier calidad, ya sea penal como autores, cómplices o encubridores, colaboren con la justicia”.
“Es hora de que los sobrevivientes y sus familias puedan tener verdad y justicia porque por lo que ellos han pasado es un dolor que sin justicia, sin duda va a ser irreparable”, agregó la secretaria de Estado.
Con fe, Cecilia Pérez dijo que espera que estos cambios “permitan poder reconciliar no solo a quien se alejaron de la fe por esos abusos y desconfianza. Sino que permitan también ser un aporte desde la sociedad civil a un Chile que tenemos que construir todos”.