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Este domingo se realizó el Te Deum Evangélico en el Centro Cristiano Internacional de San Joaquín, una actividad que contó con la presencia del Presidente Sebastián Piñera. Frente al Mandatario y gran parte de su gabinete, el obispo Jorge Méndez abordó la crisis en La Araucanía llamando a tomar el diálogo como camino para solucionar los conflictos, como también negociar con buena voluntad por la reducción de la jornada laboral.
El Presidente Sebastián Piñera participó en el Te Deum Evangélico realizado este domingo, desde donde envió un mensaje previo a Fiestas Patrias, agradeció a las iglesias evangélicas por la defensa de valores “como la vida, la familia y la solidaridad” y fue interpelado por el pastor Jorge Méndez.
Por segunda vez en cuarenta años, la ceremonia se llevó a cabo fuera de la Catedral Evangélica de Chile Jotabeche, la que era presidida por el obispo Eduardo Durán. Esta vez, fue el escenario escogido fue el Centro Cristiano Internacional de San Joaquín, a cargo de Billy Bunster.
“Recorro Chile permanentemente y siempre en las cárceles -donde están las personas presas- está la palabra evangélica. En los hospitales, donde están los enfermos, está la palabra evangélica. En los lugares donde intentan rehabilitarse jóvenes de las drogas, está la palabra evangélica”, señaló Piñera.
El Presidente agradeció «la entrega de amor y compromiso del mundo evangélico. Ayuda a tener más esperanza y más luz a los chilenos y chilenas menos favorecidos”, añadió.
Piñera cerró la ceremonia con un mensaje dieciochero: “Quiero desearles a todos mis compatriotas unas Fiestas patrias con alegría, con la familia. Que lo pasen bien, pero también quiero pedirles que lo hagamos con seguridad, con responsabilidad. No queremos seguir lamentando muertes que podemos evitar”, afirmó.
Pero más allá de los agradecimientos y del recordatorio de Fiestas Patria. Frente al Presidente y gran parte de su gabinete, el obispo Jorge Méndez abordó la crisis en La Araucanía llamando a tomar el diálogo como camino para solucionar los conflictos, como también negociar con buena voluntad por la reducción de la jornada laboral.
El líder evangélico manifestó que «la polarización política existente también es violencia, no nos deja avanzar como país».
«Nos preocupa como evangélicos y protestantes lo que sucede en La Araucanía: Queremos hacer un llamado de diálogo y de paz», enfatizó Mández quien pidió acabar con las «odiosidades».
«Los mapuche son nuestros hermanos. Debemos dejar de lado nuestras diferencias, la reconciliación es nuestro deseo final», afirmó.
Méndez también se refirió al debate del proyecto que rebaja la jornada laboral a 40 horas, impulsado por las diputadas del PC Camila Vallejo y Karol Cariola y que actualmente debe ser discutido en la Sala de la Cámara tras ser aprobado en la comisión del Trabajo.
Méndez manifestó que la iniciativa «es movida por buenos sentimientos, pero en realidad pasa por un tema valórico y de principios, donde los trabajadores se comprometan a tener una actitud honesta, un compromiso con su esencia a lo que ‘soy y de lo que estoy construido’, a esto llamamos carácter».
