
Este jueves, el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago decretó que cinco de los 12 carabineros de Fuerzas Especiales que están acusados por el delito de torturas a un manifestante, hecho ocurrido en la Plaza Ñuñoa, deberán permanecer en prisión preventiva.
Según los antecedentes recopilados en la investigación, los uniformados están acusados por la agresión a Moisés Ordenes, quien perdió la visión de un ojo producto de la golpiza que recibió de los Carabineros.
Esta agresión se registró el pasado 21 de octubre e incluso quedó registrada en una transmisión en vivo que realizó un canal de la televisión.
Para los otros siete imputados se les decretó la medida cautelar de firma semanal en la 33° Comisaria de Ñuñoa, arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima.