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Dueño de la sede fantasma de la UDI pide que le devuelvan el inmueble: «No puedo financiar, siendo pensionado, a una colectividad política» PAÍS

Dueño de la sede fantasma de la UDI pide que le devuelvan el inmueble: «No puedo financiar, siendo pensionado, a una colectividad política»

Jaime Gallegos acusó que el partido presidido por Jacqueline van Rysselberghe le debe 2,7 millones de pesos por el arriendo de la oficina 21 ubicada en Bulnes 80. «Quiero que me devuelvan el departamento porque yo no puedo financiar, siendo pensionado, a una colectividad política», dijo el ingeniero jubilado criticando además que la sede sea utilizada para «cuestiones reñidas a la convivencia nacional».


La oficina ubicada en calle Bulnes 80 ha sido el epicentro de la polémica esta semana, luego de que el polémico ultraderechista Sebastián Izquierdo publicara un video donde elabora, en dicho lugar, escudos y otros elementos utilizados en la marcha del Rechazo a la nueva Constitución.

Si bien en un principio la presidenta de la UDI Jacqueline van Rysselberghe descartó una relación con el inmueble, tras sus primeras declaraciones, se supo que el lugar era efectivamente utilizado por el gremialismo como sede y oficina comunal. De hecho, según reportó el medio Interferencia, la oficina 21 de Bulnes 80 es propiedad de Jaime Gallegos Costa, ingeniero eléctrico y exprofesor del Inacap que actualmente se encuentra jubilado.

Gallegos conversó hoy con radio Cooperativa y reveló nuevos detalles. Acusó que la UDI le debe 2,7 millones de pesos por el arriendo de la oficina, la que, efectivamente, renta en acuerdo de palabra y sin contrato.

Sin embargo, a pesar de la deuda, el ingeniero manifestó que quiere que le devuelvan el inmueble. «Lo que espero es que me devuelvan el departamento porque yo no puedo financiar siendo pensionado a una colectividad política». 

«Es muy barato el arriendo y mi remuneración es mínima, de pobreza, y tener que colaborar con ellos… Además que lo están utilizando en acciones que están reñidas con la convivencia pública», añadió en referencia al video de izquierdo.

Gallegos señaló que estaban preparando un nuevo contrato pero ahora, tras la revelación del video, «ya no hay». «Ellos buscan dilatar las cosas nomas y no efectuar las acciones», comentó.

«Entonces quiero que me devuelvan ya», concluyó el dueño de la «sede fantasma» de la UDI.

 

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