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Artistas lanzaron campaña “Por la liberación del Arte Callejero” frente a proyecto de ley que intenta regularizar la actividad CULTURA

Artistas lanzaron campaña “Por la liberación del Arte Callejero” frente a proyecto de ley que intenta regularizar la actividad

Este miércoles hubo una intervención urbana en el frontis del Congreso Nacional, con la participación del Mimo Tuga y apoyados por agrupaciones de chinchineros y organilleros de destacadas compañías callejeras chilenas como El Teatro del Silencio, La Patogallina y La Patriótico Interesante, de prestigiosos festivales como Cielos del Infinito en Magallanes y FITZA en Antofagasta, y consolidadas organizaciones como la Asociación Gremial Nacional Nuevo Circo y varias filiales del Sindicato de Actores Sidarte. «Este proyecto es una amenaza para todo el sector artístico chileno», menciona Marion Diaz de Cerio, coordinadora del movimiento “Por la Liberación del Arte Callejero”, “dado que la calle no solamente es un espacio de sustento para miles de familias chilenas, sino que es también una escuela. En un país en donde la formación artística formal es elitista, es imposible pretender burocratizar aún más el acceso al espacio público para las artes. Este proyecto no garantiza los derechos fundamentales de los artistas a hacer libre uso del espacio público como cualquier ciudadano. El permiso municipal tiene que ser la excepción, no la regla”.


Desde comienzos del 2019 el sector artístico callejero ha venido manifestando su inconformidad en relación al proyecto de ley que regula la exhibición y ejecución artística en los Bienes Nacionales de Uso Público (Boletín nº 8.335-24), que fue redactado en el año 2012 por el Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio y que se encuentra actualmente en discusión en la Comisión de Educación del Senado.

Este miércoles hubo una intervención urbana en el frontis del Congreso Nacional, con la participación del Mimo Tuga y apoyados por agrupaciones de chinchineros y organilleros de destacadas compañías callejeras chilenas como El Teatro del Silencio, La Patogallina y La Patriótico Interesante, de prestigiosos festivales como Cielos del Infinito en Magallanes y FITZA en Antofagasta, y consolidadas organizaciones como la Asociación Gremial Nacional Nuevo Circo y varias filiales del Sindicato de Actores Sidarte.

También participaron los diputados Jorge Brito y Amaro Labra, y la diputada, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara, Carolina Marzán.

Según denuncian los y las artistas “este proyecto fue redactado con la participación de un grupo acotado de organizaciones de cantores de Santiago, cuando este busca regular la totalidad de las actividades y disciplinas artísticas callejeras a nivel nacional”.

Además aseguran que “la comunidad artística tomó conocimiento de la existencia del proyecto cuando este ya se encontraba en segundo trámite constitucional, dejando fuera la posibilidad de modificarlo en su esencia”.

De este modo, los y las artistas acusan este proyecto de querer regular sus actividades cuando no existe todavía medidas que permitan fomentar y proteger a quienes reivindican su aporte a la cultura del país, y han sido gravemente afectados por el estado durante la emergencia sanitaria por la pandemia.

«Este proyecto es una amenaza para todo el sector artístico chileno», menciona Marion Diaz de Cerio, coordinadora del movimiento “Por la Liberación del Arte Callejero”, “dado que la calle no solamente es un espacio de sustento para miles de familias chilenas, sino que es también una escuela. En un país en donde la formación artística formal es elitista, es imposible pretender burocratizar aún más el acceso al espacio público para las artes. Este proyecto no garantiza los derechos fundamentales de los artistas a hacer libre uso del espacio público como cualquier ciudadano. El permiso municipal tiene que ser la excepción, no la regla”.

Frente a la reciente insistencia del Ejecutivo en empujar la tramitación de este proyecto de ley, las más de 60 organizaciones que conforman este movimiento, interpelaron a la ministra Consuelo Valdés a través de una carta formal enviada en los primeros días del año y a la cual no han tenido respuesta todavía.

En esta carta, los y las artistas solicitan que se desista de tramitar este proyecto de ley, pero también que se descriminalice sus prácticas, derogando el artículo 495, Nº 8 del Código Penal que sanciona como una falta al que da espectáculos públicos sin licencia de la autoridad. Además, y luego de más de un año sin poder trabajar en las calles, emplazan a la mandataria para que se elabore a la brevedad un protocolo que permita el retorno a las calles, siendo ellas el espacio más seguro para el desarrollo de actividades artístico-culturales.

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