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Crédito: EFE
«Estos jóvenes que sufren un empobrecimiento creciente sólo reclaman lo que, hace diez años, dio lugar a «la revolución por la dignidad», a saber: su derecho al trabajo, a la libertad, a la justicia a la justicia, y a la igualdad», señala el escrito, entre cuyos firmantes figuran personalidades como el filósofo Álvaro Ramis y el senador Guido Girardi.
Por medio de una carta titulada «Solidaridad con el movimiento social de la juventud en Túnez», un grupo de 26 personalidades manifestaron su indignación por la «represión indiscriminada y las oleadas de detenciones que han caído sobre cientos de jóvenes de barrios populares en muchas ciudades tunecinas en los últimos días».
«Estos jóvenes que sufren un empobrecimiento creciente sólo reclaman lo que, hace diez años, dio lugar a «la revolución por la dignidad», a saber: su derecho al trabajo, a la libertad, a la justicia a la justicia, y a la igualdad», señala el escrito, entre cuyos firmantes figuran personalidades como el filósofo Álvaro Ramis y el senador Guido Girardi.
«Estas personalidades, organizaciones, asociaciones y sindicatos recuerdan encarecidamente al gobierno tunecino que está obligado a respetar los principios consagrados en la Constitución de 2014, que obligan al Estado tunecino a respetar la dignidad de sus ciudadanos. Condenan el uso de malos tratos, torturas y procedimientos judiciales expeditos», señalan en la misiva.
Además, consideran que la ausencia de cuestionamientos «sobre las opciones económicas y sociales del antiguo régimen por parte de los sucesivos gobiernos tunecinos desde 2011 no ha hecho más que empobrecer aún más a la población, en particular a las categorías sociales precarias, y obliga a miles de jóvenes y adultos a trabajos ocasionales alimentando así los circuitos de la economía informal y los de la inmigración irregular o del extremismo».
«Estos movimientos juveniles, tunecinas y tunecinos están revelando no solo el impasse económico y social en el que el gobierno tunecino ha sumido a la sociedad, sino también la indiferencia de la Unión Europea y de los gobiernos que la integran, al mantener pendiente la deuda que pesa sobre el país. Más que nunca, es necesario cancelar esta deuda y brindar a los jóvenes tunecinos perspectivas de vivir y trabajar en el país».
En la misiva también al gobierno de Túnez «que libere a todos las personas injustamente detenidas y que adopte las medidas correspondientes a las aspiraciones del pueblo tunecino y los objetivos de su revolución».
Por último, hicieron un llamado a todos aquellos «que aman la democracia, la libertad y la justicia en Europa y en todo el mundo a presionar a las autoridades tunecinas para que la revolución de 2011 no se convierta en una pesadilla donde las prácticas represivas del pasado sirvan como respuesta a las legítimas aspiraciones del pueblo tunecino»
