El Juzgado de Garantía de Arauco autorizó este martes al Ministerio Público acceder al tráfico de llamadas de familiares del pequeño Tomás Bravo, quien desapareció el miércoles pasado en la comuna de Lebu, región del Biobío.
En concreto, la fiscal Carolina Molina accederá a las llamadas del tío abuelo del menor de tres años, Jorge Eduardo Escobar, de la madre, Estefanía Gutiérrez, y del padre, Moisés Bravo.
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La persecutora también solicitó a las compañías telefónicas los tráficos de mensajes de texto y los enviados vía Whatsapp. Asimismo, pidió la georeferenciación de los celulares al momento de las comunicaciones, así como la ubicación de las antenas.
La información solicitada comprende desde el 14 de febrero, tres días antes del extravío de Tomás. Las llamadas, mensajes y georreferencias serán pesquisadas por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI).
La desaparición de Tomás Bravo se produjo en la tarde del miércoles 17 de febrero en el sector Caripilun, a eso de las 19:30 horas. El infante había salido junto a su abuelo a buscar unas vacas. Durante su salida, un animal quedó atrás, fue entonces cuando Jorge Eduardo Escobar lo fue a buscar, dejando al niño en el lugar. Cuando volvió a los minutos, Tomás ya no se encontraba.
