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Héctor Llaitul bajo estado de excepción: “Existe un temor profundo a asumir este conflicto de una forma seria y la derecha lo reemplaza por la política del garrote” PAÍS Crédito: EFE

Héctor Llaitul bajo estado de excepción: “Existe un temor profundo a asumir este conflicto de una forma seria y la derecha lo reemplaza por la política del garrote”

En una entrevista con la agencia española Efe, concedida en dos predios «recuperados» por los mapuches a las forestales, el fundador de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) aseguró que «la guerra no le conviene a nadie» y apuesta a la búsqueda de una salida al conflicto con la ayuda de observadores internacionales. De paso, acusa que “hay una suerte de paramilitarismo mapuche que está al servicio de las forestales. Y esa realidad es dolorosa decirla, pero existe”.


A menos de 72 horas de que el Gobierno de Sebastián Piñera decidiera decretar el estado de excepción en cuatro provincias de la denominada zona mapuche (Arauco, Biobío, Cautín y Malleco), y la consiguiente militarización en la zona sur del país, el fundador de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, sostuvo que “existe un temor profundo a asumir este conflicto de una forma seria y la derecha lo reemplaza por la política del garrote”.

En una entrevista con la agencia española Efe, concedida en dos predios «recuperados» por los mapuches a las forestales, Llaitul aseguró que «la guerra no le conviene a nadie» y apuesta a la búsqueda de una salida al conflicto con la ayuda de observadores internacionales.

“Siempre hemos sostenido que estamos con una disposición a establecer algún diálogo en búsqueda de una solución política a un nivel correspondiente porque tenemos razones de fondo, que son históricas”, señaló.

Aunque, acota, “debe ser con garantías, donde tengan participación organismos internacionales que tengan una trayectoria en velar por los derechos humanos y por la lucha de los pueblos originarios, ya sea ligados a la ONU u organismos dependientes de Estados que tengan ciertos compromisos con esos valores y principios establecidos en la declaración universal de DD.HH inclusive”.

A su juicio, es el Gobierno  el que se cierra a esa opción de diálogo, porque buscan  “esconder, hacia afuera principalmente”, la realidad de que en la zona mapuche existen “forestales arrinconando comunidades, políticas extractivistas en demasía, una devastación del Wallmapu (territorio ancestral mapuche) y esto no da para más en definitiva”.

En esa línea, advirtió que de fracasar esas opciones, “nosotros nos vamos a encontrar nuevamente en el terreno, vamos a hacer la resistencia necesaria para afrontar todo lo que se venga”.

Con todo, fue enfático en señalar que con la CAM “no tenemos nada que ver con acciones de terrorismo ni tampoco con narcotráfico” y señaló que dichos conceptos “se han acuñado desde el discurso oficial en complicidad con los medios de comunicación al servicio de la derecha, que son precisamente controlados por los grupos económicos”.

“(Pretenden) denostarnos, demonizar diciendo que la causa mapuche es terrorista. La CAM no ha matado absolutamente a nadie de las personas con las que tenemos confrontación (…) Nosotros hacemos sabotaje, no violencia irracional. No atacamos agricultores ni a la sociedad chilena en general. De hecho, en el último tiempo nos han endosado responsabilidad respecto de crímenes en los que no hemos tenido nada que ver y hemos sido muy claros a la hora de negar nuestra participación”, añadió.

Al contrario, acusó a las forestales señalando que su presencia “en territorio ancestral mapuche es en proporción seis veces más que toda lo ocupado por nuestra gente” y además han instalado grupos armados en la zona. “Hay una suerte de paramilitarismo mapuche que está al servicio de las forestales. Y esa realidad es dolorosa decirla, pero existe”, aseguró.

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