En total, en este plazo de tiempo se obtuvieron 7,39 billones de pesos (unos 13.813,08 millones de dólares), frente a los 5,22 billones (9.757,00 millones de dólares) del mismo periodo de 2009, lo que supone un aumento del 41,5% que ayudará al Gobierno a aumentar sus recursos para financiar la reconstrucción tras el terremoto que sacudió a Chile el pasado 27 de febrero.
Chile aumentó en un 41,5% interanual la recaudación de impuestos en los cinco primeros meses del año – hasta unos 13.813,08 millones de dólares- y estudia eliminar el IVA que grava la exportación de servicios financieros, con el objetivo de impulsar el sector.
Así lo anunciaron el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, y el director del Servicios de Impuestos Internos, Julio Pereira, en la Bolsa de Nueva York, donde participaron en la ceremonia de apertura del mercado junto al resto de la delegación que les acompañaba.
Según los datos difundidos por Pereira, la recaudación por el impuesto sobre la renta aumentó entre enero y mayo de 2010 un 84,8% respecto al mismo periodo de 2009, mientras que la del IVA avanzó un 26,1% y la de gravamen de timbres y estampillas un 38,6%.
Por el impuesto sobre el tabaco se recaudó un 6,3% más, por el de carburantes un 14,4% más y por el del comercio exterior un 53,9%.
En total, en los cinco primeros meses se obtuvieron 7,39 billones de pesos (unos 13.813,08 millones de dólares), frente a los 5,22 billones (9.757,00 millones de dólares) del mismo periodo de 2009, lo que supone un aumento del 41,5% que ayudará al Gobierno a aumentar sus recursos para financiar la reconstrucción tras el terremoto que sacudió a Chile el pasado 27 de febrero.
La semana pasada el Congreso chileno rechazó elevar el impuesto especial sobre las mineras, que habría aportado 600 millones de dólares a los 8.400 que el Gobierno comprometió destinar a la reconstrucción.
Sobre la iniciativa anunciada el jueves también en Nueva York de aprobar una ley que homogeneice la regulación de los fondos de inversión en Chile (que mueven 42.000 millones de dólares), apuntó: «Esperamos tenerlo propuesto, aprobado e implementado durante el primer semestre del año».
Además, anunció que su Gobierno trabaja en la eliminación del impuesto sobre el valor agregado (IVA) de las exportaciones de servicios financieros.
«No sería otra cosa que reconocer que cuando un servicio es exportado debe tener el mismo tratamiento que los bienes, algo que está reconocido internacionalmente y sobre lo que estamos trabajando para ver cómo hacerlo operacional», explicó.
De todas formas, antes de aplicar esta medida «queremos estar preparados para controlar la recaudación y que efectivamente se esté vendiendo a extranjeros y no a locales».
Sobre la posibilidad de impulsar la repatriación de capitales, Larraín afirmó: «Somos receptivos (a la idea) y es algo que estamos dispuestos a abordar», para lo que se tendrá que «preparar un proyecto de Ley».
Añadió que hay que discutir con el Presidente, Sebastián Piñera, los detalles del proyecto, como cuál será la tasa, cómo evitar el lavado de dinero o cómo controlar los efectos en el tipo de cambio.
«Somos una economía pequeña pero abierta al mundo y queremos mantenerlo. Hemos aprobado un plan de financiación para la recuperación que es muy variado, precisamente para evitar efectos negativos en el tipo de cambio», explicó.
Otra opción que baraja el Gobierno es una emisión de bonos, de la que Larraín se limitó a apuntar que ello permitiría fijar una referencia ahora inexistente para la emisión de deuda por parte de las empresas. La última vez que este país emitió un bono fue en 2004, aunque tiene muy poca liquidez.
Sobre el resultado de los contactos mantenidos con analistas e inversores de Wall Street desde el jueves, Larraín dijo que se logró «profundizar en los lazos con el mercado financiero externo, lo que redunda en beneficio de todos los chilenos».
«Que un país sea respetado fuera sus fronteras significa que las compañías chilenas y el Estado podrán acceder al crédito en mercados externos en mejores condiciones», explicó el ministro, quien defendió que «los países que logran desarrollarse tienen detrás un mercado financiero potente».
