Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Jefa de gobierno argentino solicitó una nueva legislación internacional sobre fondos financieros, que calificó de «buitres» que golpean sin piedad a las economías.
La mandataria de Argentina, Cristina Fernández, reclamó hoy en la ONU una «fuerte» reforma de la ONU al igual que de los organismos de crédito porque fracasaron en su misión de mantener una economía estable a nivel global.
Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Fernández pidió una nueva legislación internacional sobre fondos financieros, que calificó de «buitres» que golpean sin piedad a las economías.
En el caso argentino, dijo, daban «un riesgo muy alto para la deuda del país cuando en realidad pagaban su deuda religiosamente sin recurrir a los mercados de capitales y calificaban con nota mejor a países que luego demostraban no tener capacidad para hacer frente a su deuda».
Además, denunció que el Consejo de Seguridad de la ONU, principal órgano de decisión de las Naciones Unidas, «ha perdido funcionalidad» y no esta en sintonía con los peligros del mundo actual.
«Ha cambiado el escenario mundial. Quienes estaban sentados tenían la posibilidad ante un botón colorado de provocar un holocausto nuclear. Era un mundo bipolar que hoy ya no existe», señaló la mandataria de Argentina.
Cristina Fernández insistió en que «los países emergentes» son los que sufren «el impacto de la crisis global que nació en los desarrollados».
«Los países en vías de desarrollo son los que sostuvieron durante la última década el crecimiento de la economía y ahora son los que vuelven a hacerlo», afirmó en el foro mundial al que asisten representantes de 192 países.
La presidenta argentina hizo en su intervención una oferta a Irán para elegir «un tercer país» para que se pueda juzgar allí a los sospechosos iraníes del atentado contra la mutualista argentina AMIA de 1994 en Buenos Aires.
Recordó que esta es la cuarta vez que el Gobierno argentino hace la misma petición, sin resultado, al Ejecutivo de Teherán.
En la sesión del jueves en la ONU, la delegación argentina abandonó la sala como protesta a las declaraciones del presidente iraní, Mahmud Admadineyad.
Esa postura también la adoptaron los representantes de Estados Unidos y de la Unión Europea, luego de que el líder iraní afirmara en su discurso que los atentados del 11-S en Washington, Nueva York y Pensilvania, fueron producto de una conspiración.
La propuesta de que el proceso a los presuntos responsables del atentado a la sede de mutualista judía AMIA de Buenos Aires en 1994 se haga en un tercer país es para «acabar con la coartada de sostener que no van a poder ser sometidos a un juicio imparcial», subrayó Fernández.
Asimismo, como en años anteriores, la jefa de Estado argentina reclamó que el Reino Unido cumpla las resoluciones de la ONU y acepte iniciar una negociación sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
En esta ocasión denunció, además, que la explotación de hidrocarburos que realiza en la zona el Reino Unido supone un grave riesgo ambiental para el archipiélago y recordó el desastre ecológico que ha provocado la compañía BP con el derrame de crudo en el Golfo de México.