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Peso toca nivel más bajo desde julio de 2012 y surgen voces que alertan impacto inflacionario

Peso toca nivel más bajo desde julio de 2012 y surgen voces que alertan impacto inflacionario

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Los inversionistas extranjeros están comenzando a abandonar la moneda y los economistas estiman que la debilidad presionará los precios de las importaciones.


Tres semanas lleva cayendo el peso y el desplome no va a parar hasta que toque $ 500 versus el dólar. El lunes último cerró en $ 490,30, su nivel más bajo desde julio del año pasado y durante el día llegó a tocar $ 491.

Operadores del mercado dicen que hubo demanda de dólares por parte de empresas locales y que la caída del peso hubiese sido mayor de haber estado abierto Wall Street, ya que son los inversionistas norteamericanos los que han estado vendiendo el peso en las últimas semanas.

Francisco Schneider, gerente de la mesa de divisas de Celfin dice que si el peso rompe $ 492 no va a parar hasta llegar a $ 500 frente al dólar.

Roberto Silva, gerente de estudios de Capital FX estima que la caída del peso «obedece a fundamentos de una economía que pierde impulso producto de las dificultades para mantener el crecimiento que enfrenta la economía mundial» y agrega que el precio del cobre «continuará amenazado por la incertidumbre que genera China y su tolerancia a un menor ritmo de crecimiento para este año».

El temor del mercado ahora es que el peso barato tendrá efectos inflacionarios. Así los inversionistas extranjeros están comenzando a abandonar la moneda y los economistas estiman que la debilidad presionará los precios de las importaciones, siendo los consumidores quienes sentirán el golpe donde más les duele: el bolsillo.

De acuerdo a datos de Bloomberg, en las últimas siete semanas los inversionistas extranjeros aumentaron en US$ 8.700 millones sus apuestas en contra del peso y ahora se encuentran en su nivel más alto desde que el Banco Central comenzó a publicar las estadísticas en octubre de 2008.

Un informe de EuroAmérica devela que los operadores extranjeros de divisas están retirándose del peso ante las crecientes expectativas de que el Banco Central (BC) se verá obligado a recortar la Tasa de Política Monetaria (TPM) para darle una mano a una economía que se está enfriando.

Cabe recordar que el BC ha mantenido la tasa en 5 % por 16 meses consecutivos. En el primer trimestre la economía creció a su menor ritmo en casi dos años.

Economistas del BCI y BBVA consideran que el mercado está subestimando el impacto inflacionario que tendrá un peso más barato. Ambos bancos proyectan una inflación de 2,5 % este año. En abril fue de 1 %, la más baja en la región.

Jorge Selaive, el nuevo economista jefe del BBVA explica que el 58 % de la canasta del IPC y casi la mitad de la necesidades energéticas se verán afectadas por la depreciación del peso lo que producirá precios más altos y mayor inflación.

Desde que el Banco Central publicó las cuentas nacionales para el primer trimestre el peso ha perdido 4,2 % de su valor, la caída más pronunciada de todas las monedas de América Latina. Las cifras también hicieron que los operadores cambiaran sus pronósticos acerca de la TPM.

Los economistas del BICE advierten a Bloomberg que, según sus proyecciones, el impacto fuerte se verá en las cifras de inflación de junio.

A fines de 2011 el peso cayó 12 % ante los temores de que la crisis económica reduciría la demanda de cobre, nuestra mayor exportación. La inflación en diciembre de ese año fue mayor a lo que anticipó el mercado y el Banco Central respondió que, en parte, eso se debía a la debilidad del peso.

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