Sebastián Claro dijo ayer en Londres que las perspectivas apuntan a un crecimiento más débil y el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, reconoció en una entrevista que el crecimiento estará en la parte más baja de los rangos.
En diciembre pasado, el Banco Central de Chile volvió a recortar la proyección de crecimiento para el país a un rango de entre 2% y 3%.
En el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre de 2015 también recortó la proyección del precio del cobre, que bajó de US$ 2,45 a US$ 2,20 la libra.
Las razón que dio el Banco Central en el informe fue principalmente el «deterioro del escenario externo relevante para Chile y que este es un fenómeno común a las economías emergentes y exportadoras de materias primas».
Desde entonces ese deterioro se ha convertido en un desplome. China cerró 2015 con el crecimiento más bajo en 25 años, Brasil está en recesión, los mercados se hallan en picada y el precio del cobre ha caído cerca de 10%. A eso se suma un peso que se transa a 730 versos el dólar.
Ya el sorprendentemente débil Imacec de noviembre encendió las alarmas en el mercado local, respecto a que estamos en riesgo de una desaceleración adicional en la actividad interna y eso obligaría al Gobierno a hacer nuevos ajustes a su programa de reformas y el presupuesto 2016.
Ayer, tanto el Ministerio de Hacienda como el Banco Central mandaron señales que sugieren que las proyecciones para este año ya son obsoletas.
Sebastián Claro, vicepresidente del BC, dijo ayer en Londres que las perspectivas apuntan a un crecimiento más débil y el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, reconoció en una entrevista con el diario Pulso que el crecimiento este año estará en la parte más baja de los rangos.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, lo había anticipado la semana pasada, señalando que se verán obligados a hacer una actualización de las proyecciones fiscales ante la baja que ha registrado el precio del cobre, la que se concretará “este año sin duda, en algún momento”.
Apuntó a que el presupuesto se armó con una proyección para el precio del cobre de US$ 2,5 la libra este año “y eso se ve bastante difícil. Al final del día esos son menos recursos para el fisco”, explicó Valdés.
Cabe recordar que, la semana pasada, lo expertos consultados por el Banco Central de Chile en su encuesta mensual recortaron en una décima, al 2,1 %, su previsión de crecimiento para este año. Se trata del octavo mes consecutivo en que recortan su pronóstico para este año.
Claro –en su presentación realizada en la segunda conferencia “Latin America Local Markets”, organizada por BBVA– sostuvo que el crecimiento ha caído en los últimos años a un nivel de alrededor del 2%, “y las proyecciones apuntan a un crecimiento aún más débil en el futuro cercano”.
Señala como factores principales la caída de los precios de las materias primas, menor liquidez global y un menor apetito al riesgo.
Sin embargo, el vicepresidente del Banco Central apuntó también a factores locales, “lo que se refleja en parte en la fuerte caída en los indicadores de confianza y que afectan la inversión y el consumo».
El economista explicó que la política monetaria has sido acomodativa, lo que ha permitido que el tipo de cambio se ajuste sin complicar las condiciones financieras domésticas. Afirmó, asimismo, que las tasas a largo plazo en Chile se mantienen bajas y estables. Y destaca que la desaceleración no ha generado un alza significativa en el desempleo ni una presión a la baja en las remuneraciones.
Claro hizo hincapié en que los pasivos en dólares de las empresas chilenas no son una amenaza para la economía, ya que en gran parte están cubiertos.
Por su parte, el subsecretario de Hacienda, en su entrevista con Pulso, apuntó a que aún con el cobre a bajo precio la economía puede crecer y que el Gobierno tiene las herramientas para financiar sus compromisos para este año.
“Con un nivel de US$2 el fisco no recibe muchos más recursos directos, pero tenemos una situación fiscal sólida que nos permite acceder a los mercados financieros –se acaba de emitir bono a una tasa muy buena–, y tenemos los fondos soberanos, por ende la situación fiscal sigue siendo sólida. Lo importante es que una política fiscal responsable debe considerar no solo este año ni el próximo, sino que una trayectoria de mediano plazo”, detalló.
Para la consultora Gemines, el menor impulso fiscal es otro elemento que “restará al crecimiento de la demanda interna el presente año”, apuntando a que el Sector Público crecería en torno al 5,0%, “cerca de la mitad de lo que habría crecido el año recién pasado”.