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Debutante máximo ejecutivo de Itaú CorpBanca toma distancia de Saieh en disputa con Sbif: “heredamos la discusión pero no la relación”

Debutante máximo ejecutivo de Itaú CorpBanca toma distancia de Saieh en disputa con Sbif: “heredamos la discusión pero no la relación”

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Milton Maluhy, el primer gerente general del banco fusionado se estrenó públicamente en oficinas de la brasileña en Chile y no desde Rosario Norte. Dijo que la autoridad “tenía muchos deseos de que la fusión fuera exitosa”, en medio de la disputa entre CorpBanca y la superintendencia que lidera Eric Parrado. Aunque no quiso tomar una posición, sí hizo hincapié que es un nuevo gobierno corporativo y una nueva relación con la Sbif.


No era un día cualquier para Milton Maluhy. Ya instalado como el ejecutivo que encabezará el nuevo cuarto banco privado de Chile, debió enfrentar la inquietud de la prensa por la cohabitación de los brasileños como nuevos controladores del ayer CorpBanca y hoy Itaú-CorpBanca por la inédita disputa pública que mantiene la institución con la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) por la multa de US$ 30 millones que le aplicó acusándole de vulnerar los límites de créditos individuales.

Aunque el esfuerzo de la conferencia estaba en presentar el banco matriz Itaú Unibanco, su calibre como actor regional y el optimismo con que iniciaron el 1 de abril la implementación de la fusión con CorpBanca, los ojos están puestos en el estado reputacional en que quedó la entidad ahora controlada por Ricardo Marino y Cía.
Cuando aún Alvaro Saieh controlaba Corpbanca, el último día de diciembre de 2015, desde la Sbif se comunicaron vía telefónica con la entidad financiera para notificarle de una multa de US$ 30 millones por violar los límites legales de créditos individuales. La reacción mediática y legal de la administración Saieh que lideraba el presidente Jorge Andrés Saieh y el gerente general Fernando Massú fue ruda.

Cuestionaron públicamente al titular de la Sbif, Eric Parrado e intentaron no descontar los dividendos que repartirían por el ejercicio –acordados previo a la fusión con Itaú Chile- no llevando a resultados, sólo a pasivos, los dineros comprometidos para la sanción. La Sbif reacción drástica ordenándole hacerlo y CorpBanca se despachó un agresivo recurso ante la Corte de Apelaciones, desatando una disputa pública poco habitual para la tradicional buena relación entre el regulador y un banco relevante.

Parrado respondió en tribunales con una lapidaria contestación, donde barrió el suelo con el gobierno corporativo de CorpBanca, en particular por el episodio del ahora ex director del banco, Rafael Guilisasti y si doble vínculo con las cascadas, controladoras de SQM, cuyos créditos superaron el máximo normativo en 2011, 2013 y 2015.
Con la relación de CorpBanca y la Sbif dañada, Maluhy intentó esquivar la natural inquietud de la prensa respecto de cómo llevarán la relación con la autoridad, ahora que controlan el banco heredado de Saieh y Massú.

El verbo hereditario fue clave para que Maluhy encontrará una respuesta a las preguntas sobre el punto, incluyendo los cuestionamientos que puede haber a la reputación del banco por el caso de Jorge Andrés Saieh –que sigue como presidente- y la querella por delitos tributarios por su rol en la compra y venta de acciones de Ripley entre 2009 y 2010.

“Heredamos la discusión pero no la relación”, afirmó el ejecutivo, estableciendo con meridiana claridad la distancia con que asumen los brasileños las riendas del banco, respecto de la conducta más agresiva de los Saieh.
Maluhy recalcó que como Itaú Chile nunca han violado límites legales, que nunca han tenido problemas de ese tipo en la más de media docena de operaciones que tienen en América Latina y que los vínculos sanos con la Sbif que tenían ya los retomaron al asumir.

Pero el ejecutivo debió ser más enfático sobre el punto para precisar su posición frente al caso.
Dijo que las operaciones y la multa ocurrieron cuando no estaban en la administración ni la propiedad, que legítimamente el banco defendió el interés de sus accionistas –controladores y minoritarios- y por eso no pueden ahora tomar decisiones que los afecten, deslizando que no echarán pie atrás en la acción legal.

Y si no quedaba claro, Maluhy agregó, al contextualizar la fluida implementación de la fusión y las relaciones con Parrado, que la autoridad “estaba muy interesada en que la fusión fuera un éxito”, frase polémica dado lo vox populi que es la intención de la autoridad de que Saieh deje el control.

Al final, terminó reconociendo que analizarán con mayor profundidad el caso para tomar decisiones, aunque resaltó que este es un “nuevo gobierno corporativo”, en alusión a la mayoría relativa que tienen los de Itaú, gracias al acuerdo de actuación conjunta firmado con Alvaro Saieh.

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