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Crisis de Brasil se acelera: Bancos globales piden respaldo en dólares por créditos

Crisis de Brasil se acelera: Bancos globales piden respaldo en dólares por créditos

Este año no se ha realizado ningún préstamo sindicado a empresas brasileñas, en comparación con los US$12.000 millones de 2015, y ninguno de los bancos o corporaciones del país ha vendido bonos sin una garantía en dólares desde julio, según revelan los datos recabados por Bloomberg. Un mayor número de acreedores decidió abandonar Brasil en los últimos dos meses después de que la nación perdió su último grado de inversión en febrero, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar sobre negociaciones financieras privadas.


Las mayores empresas brasileñas, que ya soportan un agravamiento de la crisis política y la peor recesión en un siglo, enfrentan una nueva amenaza: los bancos internacionales han dejado totalmente de prestarles dinero o bien están exigiendo garantías en dólares, según dijeron personas con conocimiento directo del tema.

Este año no se ha realizado ningún préstamo sindicado a empresas brasileñas, en comparación con los US$12.000 millones de 2015, y ninguno de los bancos o corporaciones del país ha vendido bonos sin una garantía en dólares desde julio, según revelan los datos recabados por Bloomberg. Un mayor número de acreedores decidió abandonar Brasil en los últimos dos meses después de que la nación perdió su último grado de inversión en febrero, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar sobre negociaciones financieras privadas.

En tanto que unos 45 bancos internacionales concedieron préstamos en dólares a las empresas brasileñas el año pasado, ahora solo quedan cerca de 20, de acuerdo con dos de las personas, que se negaron a identificar a aquellos que exigen garantías en dólares o a los que dejaron por completo de proporcionar crédito.

El año pasado, BNP Paribas SA, Sumitomo Mitsui Financial Group Inc., Natixis SA y Citigroup Inc. fueron los bookrunners mejor clasificados en el mercado de préstamos sindicados de Brasil, según los datos recabados por Bloomberg.

El empeoramiento de la crisis política podría significar que muchos bancos internacionales se mantengan al margen al menos hasta que aparezcan mayores indicios de estabilidad. El respaldo para la destitución de Dilma Rousseff subió a un 68 por ciento en una encuesta de opinión pública realizada en marzo frente al 60 por ciento registrado en febrero, y su popularidad se mantuvo cerca de mínimos históricos en un sondeo que efectuó el jueves la Confederación Nacional de Industrias de Brasil. El PMDB, el partido político más grande de Brasil, dijo el martes que abandonaría la coalición del gobierno, lo que debilitó aún más la posición de Rousseff en el poder y elevó las probabilidades de que sea destituida.

Temor de los acreedores

Los acreedores externos están especialmente preocupados por la posibilidad de que el gobierno desvíe sus reservas internacionales para pagar por medidas de estímulo que le permitan contener lo que se cree será un segundo año consecutivo de contracción económica, dijeron dos de las personas. Esas reservas son vistas como una garantía de que el gobierno brasileño tiene suficientes dólares como para pagar sus deudas externas.

El 16 de marzo, Rousseff dijo que las reservas monetarias sirven principalmente como una protección contra la volatilidad internacional. Si bien podrían jugar un “papel en relación con la deuda”, no son apropiadas para las inversiones, agregó.

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