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Mejores cifras de crecimiento desde 2013 no convencen al mercado a que mejore sus proyecciones Se recuperó inversión, pero mercado se muestra escéptico

Mejores cifras de crecimiento desde 2013 no convencen al mercado a que mejore sus proyecciones

El crecimiento de 2% del PIB revelado ayer por el Banco Central estuvo por sobre las expectativas gracias al mayor gasto fiscal y el consumo de turistas, en especial argentinos. Las exportaciones tuvieron su mejor trimestre desde 2013. Sin embargo, analistas afirman que el crecimiento fue «por factores que pueden no ser permanentes», apuntando a que prevalecerá el deterioro del mercado laboral y las bajas expectativas de que mejoren las confianzas.


La economía chilena creció más de lo esperado el primer trimestre, pero no estuvo ni cerca de impresionar al mercado.

Este miércoles el Banco Central publicó las Cuentas Nacionales correspondientes al primer trimestre de este año, informando que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile registró un alza de 2% frente a igual periodo del año pasado.

La cifra se ubicó por sobre la previsión de analistas, que estimaban un crecimiento de 1,8%. Respecto al trimestre previo, el PIB tuvo un alza de 1,3%, las mejores cifras desde 2013. El mayor gasto fiscal y el consumo de turistas, en especial argentinos, fueron factores claves. Y de acuerdo a cálculos de Bloomberg, las exportaciones experimentaron su mejor trimestre en tres años.

La gran sorpresa fue el repunte en la inversión: la formación bruta de capital fijo, tuvo un crecimiento de 1,2% en el periodo, un marcado contraste con la cifra registrada en el trimestre pasado, donde hubo una contracción de 1,3%.

El instituto rector detalló además que en los tres primeros meses del año la demanda interna creció 0,5% frente a un aumento de 2,2% del consumo, impulsado por un mayor gasto de los hogares en bienes no durables y, en menor medida, por una mayor demanda de parte del Gobierno, que significó un crecimiento de 5,4%.

En cuanto a las exportaciones de bienes y servicios, aumentaron un 2,4%, explicado por un aumento en las ventas de cobre y un mayor dinamismo de los servicios, en particular turismo, que creció 11,7%, mientras que las importaciones mostraron una contracción de 3%, que responde a un menor ingreso de bienes.

Desde Hacienda celebraron las cifras, diciendo que muestran «aceleración de la actividad» y proyectan mejores perspectivas para el año.

El ministro Rodrigo Valdés dijo que “al menos hemos visto ya una estabilización del recorte de proyecciones del sector privado, estabilizándose en un poco menos de 2%”.

Tibia reacción del mercado

En el mercado no tuvieron la misma reacción.

De acuerdo al análisis del equipo de estudios del BBVA, la recuperación de exportaciones de servicios «explica un 25% del crecimiento” y destaca las “importante participación de servicios turísticos». Apunta además que «el gasto público vuelve a contribuir al crecimiento del trimestre».

Pese a esto, señala que las cifras pueden ser explicadas «por factores que pueden no ser permanentes», y que se mantendría una estimación de crecimiento de 1,7% para 2016, insistiendo en un continuo deterioro del mercado laboral.

El equipo de research del BCI concuerda con algunos de esos puntos y señala que con el crecimiento del 1T16 «se reduce la probabilidad de un escenario de riesgo de mayor deterioro para la economía chilena. Con ello, nuestro escenario base contempla un crecimiento de 1,8% para este año, sin modificaciones en la estimación».

Añaden además en su análisis que ahora estiman que el Banco Central «mantendrá la tasa de referencia en 3,5% por el resto de 2016. La baja incidencia del consumo, menor incluso a lo observado en el mismo trimestre del año pasado, y el casi nulo aporte de la inversión, siguen preocupando al Instituto Emisor y aseguran una convergencia a menores registros inflacionarios dentro del corto plazo».

De acuerdo al Santander, el PIB revelado refleja una economía que «se acelera en el margen, aunque sigue mostrando un dinamismo más bien acotado». Pese a esto, son los más pesimistas al pronosticar solo una expansión del PIB de 1,5% este año.

Desde la perspectiva de su análisis de las cuentas nacionales, existen riesgos para la demanda interna, donde esperan que durante los próximos trimestres «la venta de bienes durables se modere y que incluso caiga, en particular las ventas de automóviles», agregando que «a esto se suma que los últimos ajustes en el mercado laboral se podrían traducir en un menor consumo privado a nivel general».

En el BICE, en tanto, las cifras no los impresionan mucho y mantienen una visión pesimista al señalar que «existen factores que mantendrían presionada a la actividad», aludiendo también a la expectativa de un deterioro del mercado laboral y un menor crecimiento global, por lo que proyectan un PIB 1,6% en el 2016.

Desde Banchile, el economista Nathan Pincheira señaló ayer a Bloomberg que no ve «ningún indicador que permita pensar en que veremos un crecimiento similar o mayor en el futuro», agregando que «cualquier crecimiento de la inversión está en contra de cifras muy bajas de los últimos trimestres.»

Pincheira aseguró que «no hay nada para estar demasiado entusiasmados.»

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